Manual de convivencia con gitanos
Un programa escolar potencia el respeto y la cooperaci¨®n con las minor¨ªas
"Algunos ni?os payos juegan contigo porque les da igual jugar con gitanos o extranjeros. Otros son malos, racistas, porque creen en Hitler y esas tonter¨ªas que salen a veces por la televisi¨®n, como que nos quitan el trabajo los extranjeros". Estas son las opiniones de Tom¨¢s despu¨¦s de asistir a un programa de intervenci¨®n escolar en centros de integraci¨®n de ni?os gitanos. Tom¨¢s tiene 11 a?os, es gitano y estudia sexto de primaria. El programa que se ha puesto en marcha en su colegio est¨¢ basado en el aprendizaje cooperativo, un m¨¦todo de ense?anza con el que se comenz¨® a experimentar hace 30 a?os en Estados Unidos en colegios con alumnos procedentes de diferentes culturas y razas, y consiste en evaluar el trabajo en equipo y a cada ni?o de acuerdo con sus progresos, y no al promedio de la clase.Un equipo de especialistas de la Universidad Complutense de Madrid, dirigido por la catedr¨¢tica en Psicolog¨ªa de la Educaci¨®n Mar¨ªa Jos¨¦ D¨ªaz-Agudo, puso en marcha este programa el pasado curso entre ni?os de educaci¨®n primaria de los colegios Islas Filipinas, Nuestra Se?ora de Montserrat y Enrique Granados, de Madrid. El resultado lo considera muy satisfactorio. Los ni?os payos cambiaron completamente su actitud ante sus compa?eros y los gitanos empezaron a sentirse orgullosos de su propia cultura.
Con este programa se intenta buscar v¨ªas para atajar el racismo contra los ni?os gitanos en las aulas. Los ¨²ltimos datos entre los escolares se?alan al colectivo de gitanos como el grupo que m¨¢s lo sufre. El 36,7% de los ni?os encuestados dec¨ªa tener prejuicios contra los gitanos y el 27% se?alaba que, si de ¨¦l dependiera, los echar¨ªa del pa¨ªs. Adem¨¢s, al 53,9% de los escolares le molestar¨ªa casarse con gitanos.
Sin embargo, cabe destacar que estos porcentajes son varios puntos (entre tres y nueve) inferiores a los recogidos por los mismos investigadores en el a?o 1993. D¨ªaz-Aguado considera que este descenso se debe a que una parte de la poblaci¨®n "empieza a entender que el problema de los gitanos est¨¢ en las dificultades que encuentran para integrarse".
En el curso 1996-1997 hab¨ªa 26.524 ni?os gitanos escolarizados en el territorio que administra el Ministerio de Educaci¨®n y Cultura (MEC), frente a los 22.825 escolarizados un curso antes. Llama la atenci¨®n la diferencia entre los alumnos gitanos matriculados en primaria (22.646) frente a los de secundaria (1.609). Educaci¨®n ha destinado este curso 8,9 millones de pesetas a subvenciones para asociaciones gitanas que trabajan en la atenci¨®n escolar en el territorio MEC.
Sin cifras reales
"Lo primero que habr¨ªa que hacer es un an¨¢lisis de cu¨¢l es la realidad de la escolarizaci¨®n de los ni?os gitanos", dice Manuel Mart¨ªn, presidente de la Asociaci¨®n Nacional Presencia Gitana, que lleva 26 a?os funcionando. "No hay cifras fiables, pero, seg¨²n datos de las Naciones Unidas, el crecimiento anual de la poblaci¨®n gitana es de un 5%. Nosotros hemos recopilado datos por comunidades aut¨®nomas y calculamos que hay alrededor de un mill¨®n de gitanos espa?oles, y que entre el 30% y el 35% est¨¢ en edad escolar. Es decir, hay que escolarizar a unos 350.000 ni?os gitanos".Seg¨²n Mart¨ªn, la media de escolarizaci¨®n real (con aprovechamiento y poco absentismo) en el territorio MEC es de alrededor de un 35%, pero estos porcentajes suben much¨ªsimo en algunas comunidades, como Andaluc¨ªa (en la que alcanza el 90%), Catalu?a, Pa¨ªs Vasco o Galicia.
Los resultados del programa, con el que se pretende dar una soluci¨®n a esta situaci¨®n, son el desarrollo de la tolerancia tanto en los alumnos como en los profesores, as¨ª como la mejora del rendimiento, la integraci¨®n y la capacidad de ofrecer y pedir ayuda de todos los ni?os de la clase (sean o no gitanos). Tambi¨¦n se ha observado que los efectos del programa dependen de la edad de los ni?os. A los ocho a?os se inicia un periodo cr¨ªtico de especial sensibilidad, y es en esos momentos en los que se aprecian mayores efectos.
?En qu¨¦ consiste el aprendizaje cooperativo? El profesor organiza un torneo, forma equipos heterog¨¦neos de ni?os y les explica que cada uno tiene que entrenar a los miembros de su grupo. Se dan dos puntuaciones, una individual y otra para cada equipo (que es la suma de las notas individuales). Para la evaluaci¨®n individual se compara a cada ni?o con otros del mismo nivel y con su rendimiento en la sesi¨®n anterior y a cada ni?o se le dice con qui¨¦n se le va a comparar. El objetivo es que el ¨¦xito sea asociado justamente a la cooperaci¨®n ente compa?eros.
Este m¨¦todo se puede aplicar con cualquier asignatura, seg¨²n explica D¨ªaz-Aguado: con las matem¨¢ticas se pueden crear situaciones que los ni?os gitanos comprenden bien, como la compraventa, y con las ciencias sociales se puede hablar de la historia de su pueblo y de su cultura. "Para los ni?os tiene un significado profundo que se relacione los contenidos que se ense?an con su cultura, porque entonces encuentran sentido al aprendizaje".
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