"Es incomprensible c¨®mo se perdi¨®"

Se repiti¨® la escena. El vestuario del Madrid en el Heliodoro, como no hace demasiadas temporadas, se visti¨® nuevamente de funeral. Un silencio sepulcral lo presidi¨® todo tras el partido. Entraron los jugadores con gesto desolado. Se uni¨® al grupo el presidente, Lorenzo Sanz. Pero no hubo rega?ina. Un silencio plano se adue?¨® de todo. Del presidente no sali¨® una palabra. De Heynckes, tampoco. Los jugadores tampoco osaron romper el hielo. El clima era de tensi¨®n, de des¨¢nimo, de incredulidad. Pero ning¨²n ruido.La plantilla madridista abandon¨® el campo sin realizar declaraciones. Tampoco las hicieron los jugadores, algunos de los cuales ni siquiera cenaron por la noche, ya en el hotel de concentraci¨®n. All¨ª s¨®lo habl¨® Roberto Carlos. En el estadio nadie. Simplemente, Jupp Heynckes, el entrenador. El resto de la expedici¨®n se apresur¨® para subirse cuanto antes al autob¨²s y abandonar con rapidez un escenario demasiado maldito.

El t¨¦cnico alem¨¢n dijo que "fue incomprensible c¨®mo se perdi¨® el partido de ayer, cuando el rival ten¨ªa un hombre menos y el resultado era favorable". Heynckes a?adi¨®: "Hubo varios despistes en defensa en los ¨²ltimos minutos y lo pagamos muy caro". El preparador no daba cr¨¦dito a los errores cometidos por su equipo: "Estos fallos de colocaci¨®n en la retaguardia no los puede cometer un equipo como el Real Madrid. El problema no es el sistema, sino c¨®mo lo interpretan los jugadores".

Aunque destac¨® el peligro que llev¨® en la recta final del choque el lateral Llorente, Heynckes no atribuy¨® lo sucedido al Tenerife, sino al Madrid: "Hoy hemos perdido nosotros mismos por nuestros propios errores". Pero rechaz¨® que el recuerdo de otras malas tardes en este escenario hubieran, pesado en el equipo: "La derrota no tiene nada que ver con el s¨ªndrome de Tenerife, porque este equipo del Madrid es distinto al que perdi¨® dos ligas en la isla." Ya en el hotel, Roberto Carlos fue el ¨²nico jugador que se atrevi¨® a reflexionar en p¨²blico. Antes, durante la cena, lo hab¨ªa hecho junto con Mijatovic, en privado. Y en ambos casos el brasile?o no di¨® con una explicaci¨®n a lo ocurrido: "No s¨¦ si ha sido exceso de confianza, relajaci¨®n. Lo ¨²nico que s¨¦ es que hemos perdido un partido que ten¨ªamos en la mano. No encuentro una explicaci¨®n. Lo que est¨¢ claro es que esto no puede volver a pasar, seguro que no volver¨¢ a pasar".

En contraste con el Madrid, el vestuario tinerfe?o era una fiesta. Ni el f¨²tbol ni ning¨²n otro aspecto de la vida cotidiana detiene en Tenerife la celebraci¨®n del Carnaval, pero la victoria de ayer ante el Real Madrid hizo vivir a los habitantes de la isla, a los jugadores, al entrenador y al presidente una fiesta muy especial.

El nuevo t¨¦cnico del Tenerife, Juan Manuel Lillo, no se dej¨® llevar por la euforia, ni realiz¨® una lectura demasiado apasionada. Admiti¨® que la victoria sirve para modificar "el ¨¢nimo del equipo y de los aficionados", pero reconoci¨® que influy¨® mucho Ia suerte", e incluso se detuvo en se?alar: "Mis jugadores cometieron algunos fallos que hay que mejorar en las pr¨®ximas semanas".

Un deb¨² redondo

"El jueves le ped¨ª a Javier P¨¦rez que rezara y yo creo que se ha pasado", a?adi¨® en tono simp¨¢tico Lillo, quien asegur¨® que el empuje del p¨²blico, contagiado por la actitud de los futbolistas, tambi¨¦n influy¨® en el resultado final."Si los jugadores son capaces de reciclar lo que han hecho mal y mantienen el mismo nivel de actitud", prosigui¨® el t¨¦cnico, "habremos abierto una puerta a la esperanza para salir de una situaci¨®n que sigue siendo muy delicada".

En la plantilla del Tenerife todo era alegr¨ªa por la gran victoria conseguida ante el l¨ªder de la Liga. Los jugadores estaban ansiosos de hacer algo importante, como en temporadas anteriores, y por ello anoche quisieron dedicar el triunfo al p¨²blico, para que pueda disfrutar de estos tres puntos. De todas formas, todos reconocieron que "a¨²n hay mucho camino que recorrer" y que, despu¨¦s de la fiesta, el lunes tendr¨¢n que ponerse a trabajar para preparar otro partido vital ante el Valladolid.

Los futbolistas del Tenerife calificaron la llegada de Lillo como positiva: es un entrenador que sabe motivar, ense?ar, y que ha devuelto la alegr¨ªa a un grupo de profesionales nada acostumbrados a vivir situaciones tan delicadas en la tabla.