Brindis por megafon¨ªa

A¨²n el fr¨ªo ocupaba los ¨²ltimos comentarios, cuando, terminado el festejo, en la salida del palco de honor aparec¨ªa entre la multitud el primer representante de la realeza. No era la homaneajada; no se trataba del Rey; tampoco, la infanta Pilar, presidenta de la asociaci¨®n Nuevo Futuro a la que se entregar¨¢ la recaudaci¨®n. Al ritmo de los v¨ªtores propios de una coronaci¨®n improvisada hac¨ªa acto de huidiza presencia Curro Romero. Se cerraba as¨ª una jornada dedicada a celebrarlo todo y que vivi¨® sus momentos m¨¢s entusiastas en los brindis amplificados por la megafon¨ªa. Tres horas y media antes, do?a Mar¨ªa de las Mercedes descubr¨ªa el mosaico en el que se rend¨ªa pleites¨ªa "a la afici¨®n a la fiesta de los toros, demostrada con su asidua asistencia a esta plaza". All¨ª, una nube de autoridades y, de nuevo, el diestro de Camas. M¨¢s aplausos. Se celebr¨® el reencuentro. A Ia voz de "?Hombre! ?C¨®mo est¨¢s?"' los viejos aficionados dieron cuenta de natalicios, bodas y alg¨²n que otro deceso. Desde octubre que no se ve¨ªan. Se aplaudi¨® al sol, que, pese a no notarse, ah¨ª estaba. Se salud¨® a gritos al presidente, al alg¨¹acilillo y hubo quien lo hizo con los picadores.Pero las ovaciones de gala se las llevaron los torileros. De los anunciados por la organizaci¨®n faltaron casi todos. No estaban los Domecq, los Bienvenida, Paco Camino, El Viti... Pero el d¨ªa no estaba para remilgos. Los que asistieron estuvieron gallardos, jaleados por los altavoces. Desde "Don Joaqu¨ªn Bernad¨®" al "ex locutor Andr¨¦s V¨¢zquez" pasando por el m¨¢s aclamado Vicente Ruiz El Soro, todos merecieron un¨¢ nime reconocimiento.

Y en esto llegaron los brindis. De los rejoneadores Luis y Antonio Domecq y del maestro Anto?ete nada se supo. Sus ofrecimientos a la madre del Rey quedaron mudos. Con el resto, la cosa cambi¨®. Los decibelios hicieron el milagro. "Es la primera vez que brindo un toro delante de un micr¨®fono", dijo Jos¨¦ Tom¨¢s. Entonces hubo divisi¨®n de opiniones: palmas y risas.