Bruselas advierte contra una nivelaci¨®n salarial sin condiciones entre los pa¨ªses del euro

El euro no debe comportar alegr¨ªas salariales ni la nivelaci¨®n incondicional de los sueldos m¨¢s bajos, so pena de crear m¨¢s paro. As¨ª lo defiende el documento estrat¨¦gico aprobado ayer por la Comisi¨®n Europea. Moderaci¨®n salarial, austeridad presupuestaria, armonizaci¨®n fiscal y reformas laborales, en una v¨ªa intermedia entre Francia y EE UU, son las consignas. El texto Crecimiento y empleo en el marco de la estabilidad de la uni¨®n econ¨®mica y monetaria lanza el debate sobre la pol¨ªtica econ¨®mica tras la moneda ¨²nica, que todos defienden debe coordinarse m¨¢s.

La gran preocupaci¨®n es que los aumentos salariales rompan la estabilidad macroecon¨®mica. El euro tendr¨¢ un efecto transparencia. Costes y salarios de los distintos pa¨ªses ser¨¢n m¨¢s f¨¢cilmente. comparables. Esto facilitar¨¢ "una mayor movilidad de la mano de obra", pero tambi¨¦n puede "conducir a los asalariados a reivindicar las mismas remuneraciones" que en los pa¨ªses mejor pagados, teme la Comisi¨®n.Y lo teme porque si el aumento de sueldos supera el de la productividad, el pa¨ªs que emprenda ese camino perder¨¢ competitividad, rentabilidad de las inversiones, atracci¨®n de capitales y potencia exportadora. Corolario, m¨¢s paro.

La existencia de "diferencias salariales ser¨¢ posible y necesaria", concluye. A no ser que se act¨²e como Irlanda, donde "la aplicaci¨®n continua de una pol¨ªtica de moderaci¨®n de los salarios nominales" ha supuesto un incremento de las inversiones y un crecimiento mayor de la productividad, que han permitido luego "aumentar los salarios a un ritmo muy superior a la media comunitaria" sin aumentar la inflaci¨®n ni el desempleo.

La prueba de la bondad de la moderaci¨®n salarial ser¨ªa doble. Quienes han contenido los salarios y el d¨¦ficit presupuestario "figuran entre los mejores", en crecimiento y empleo: Luxemburgo, Holanda, Dinamarca y Finlandia. Y se avizora un futuro en que "la credibilidad del marco macroecon¨®mico debe " reforzar la disciplina de costes y salarios", porque los acuerdos de sacrificios salariales no correr¨¢n ya el riesgo de que el efecto buscado - crear m¨¢s empleos- sea anulado por una apreciaci¨®n de la moneda.

Mientras se defiende la desigualdad salarial -m¨¢s exactamente, la nivelaci¨®n salarial s¨®lo bajo estrictas condiciones-, el documento apuesta por la armonizaci¨®n presupuestaria desde la austeridad y por la aproximaci¨®n fiscal.

Sobre la pol¨ªtica presupuestaria, sostiene que la reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico, desde casi el 3% del PIB hacia el equilibrio presupuestario, ser¨¢ menos dura que el descenso, desde el 6,1% de 1993 al 2,6% de 1997. Claro est¨¢, siempre que el crecimiento de la econom¨ªa y el descenso de los tipos de inter¨¦s prosigan la senda actual. La austeridad presupuestaria, reitera el texto, debe ser m¨¢s producto de reducir gastos que de m¨¢s impuestos.

La Comisi¨®n incide tambi¨¦n sobre la reforma del mercado de trabajo para crear empleo. Analiza tres opciones. Una es la francesa, reducir la jornada con car¨¢cter "masivo y general" y repartir mejor las ganancias de productividad. Sin negarla de plano, critica su filosof¨ªa porque "considera que la cantidad de trabajo disponible es m¨¢s o menos fija" y alerta contra sus eventuales efectos de reducci¨®n de la producci¨®n, que "podr¨ªa perjudicar al empleo". La salva si se acompa?a de reducciones salariales -"debe ajustarse a la baja el ritmo de crecimiento del salario real por trabajador", dice, elegante- y si se aplica "a nivel micr¨®econ¨®mico", mediante negociaci¨®n.

Tambi¨¦n rechaza el modelo estadounidense, el salario basura para empleos poco calificados o "ampliaci¨®n de la escala salarial hacia abajo". Esa "exclusi¨®n es tan perjudicial para la cohesi¨®n social como el paro". Queda la reducci¨®n de los costes indirectos del empleo. El coste de la Seguridad Social ha pasado de suponer un 10,5% del PIB de la UE en 1970 a un 16% en 1997.

Pero el rigor salarial ha absorbido ese mayor coste, pues "el peso de la masa salarial en el PIB ha disminuido seis puntos" entre 1981 y 1997. Para la Comisi¨®n, hay trecho para seguir la moderaci¨®n salarial y reformar la protecci¨®n social, de modo que se cree m¨¢s empleo.