Lo de Guadalajara

EL SENADOR del Partido Popular y presidente de la Diputaci¨®n de Guadalajara, Francisco Tomey, no podr¨¢ seguir neg¨¢ndose a entregar los documentos que la oposici¨®n socialista y la fiscal¨ªa de la provincia le vienen reclamando en relaci¨®n con la aparente existencia de un d¨¦ficit oculto en las cuentas de la Diputaci¨®n. ?sa es la primera consecuencia de la decisi¨®n de la fiscal¨ªa del Supremo de pedir a ese tribunal que investigue la eventual existencia de un delito de falsedad. En las cuentas se hac¨ªan constar ciertos ingresos pendientes de cobro que hasta el momento no han sido acreditados. S¨®lo a la vista de los documentos reclamados podr¨¢ establecerse si hubo malversaci¨®n de fondos p¨²blicos o cualquier otra actuaci¨®n que explique la aparente irregularidad contable.Ante la negativa de la Diputaci¨®n a entregar los documentos acreditativos de las deudas consignadas, los socialistas presentaron una demanda judicial, pero la Diputaci¨®n sigui¨® sin aportar lo que se le ped¨ªa. De la investigaci¨®n preliminar realizada por la fiscal¨ªa de Guadalajara se deduce la inexistencia de soporte documental de algunos de los supuestos ingresos pendientes de cobro. El Estado, por ejemplo, adeudar¨ªa a la Diputaci¨®n 1.000 millones de pesetas; sin embargo, el Gobierno ha negado oficialmente, en respuesta a una pregunta parlamentaria, tal deuda. La fiscal¨ªa apunta la hip¨®tesis de "cr¨¦ditos inexistentes o ficticios" y la sospecha de que los responsables de las cuentas conoc¨ªan la existencia de una "alteraci¨®n de la verdad" en las mismas. Ello deber¨¢ ser en todo caso investigado por el Supremo, dada la condici¨®n de aforado de Tomey.

De los indicios conocidos parece deducirse la existencia de irregularidades contables y de un posible delito de falsificaci¨®n de documento oficial; pero no podr¨¢ verificarse mientras no se conozcan los datos que Tomey se ha negado a aportar. Ahora no podr¨¢ dejar de hacerlo sin incurrir en delito de desobediencia a la justicia. Todav¨ªa quedar¨ªa por averiguar el motivo de la ocultaci¨®n. Puede que se trate s¨®lo de enmascarar el d¨¦ficit por motivos pol¨ªticos, pero tambi¨¦n de encubrir una malversaci¨®n. Tomey y su partido niegan en¨¦rgicamente "haberse llevado un duro" y dicen ser los m¨¢s interesados en que se investigue el asunto. La experiencia, actualizada ahora por las condenas de Rold¨¢n y Conde, aconseja, sin embargo, desconfiar de los juramentos de honradez no acompa?ados de las aclaraciones solicitadas. Tal vez sea prematuro pedir dimisiones, pero es seguro que, en igualdad de condiciones, los del PP, cuando estaban en la oposici¨®n, ya habr¨ªan exigido tres o cuatro.