Una oportunidad para China

La Administraci¨®n de Clinton abandon¨® hace tiempo la consideraci¨®n de los derechos humanos como crucial en sus relaciones con China, pero exig¨ªa al menos la intenci¨®n de seguir discutiendo el tema en un futuro.La esencia de las relaciones entre EE UU y China -es decir, el comercio, los contactos militares y las reuniones de alto nivel- podr¨ªa seguir adelante sin tener en cuenta los abusos que las autoridades chinas cometan contra su pueblo, aunque EE UU podr¨ªa, seg¨²n la famosa frase de Madeleine Albright, "contarlo tal y como sea". Ahora, sin embargo, parece que el Gobierno deber¨¢ sacrificar su respeto por la verdad para no ofender al r¨¦gimen comunista chino. El caso es aprobar o no una resoluci¨®n de la Comisi¨®n de la ONU de Derechos Humanos el pr¨®ximo mes. (...) Este a?o, toda la Uni¨®n Europea ha decidido no participar, jurando cobardemente no apoyar ninguna resoluci¨®n. (...)

Sin embargo, a¨²n no es demasiado tarde para que Clinton apoye tales medidas. Puede proclamar que Am¨¦rica apoya, o al menos compadece, a los luchadores por la libertad en China; por otra parte, puede decir que su relaci¨®n con sus opresores es demasiado importante para arriesgarse con palabras malsonantes. Para alguien que espera convertirse en el primer presidente que visita China desde la masacre de la plaza de Tiananmen, ¨¦sta deber¨ªa ser una elecci¨®n sencilla.

3 de marzo