Repetici¨®n de la jugada
"Dos tigres que, ante la presa, se estudiasen antes de batirse..."Honor¨¦ de Balzac,
Un asunto tenebroso
Un a?o despu¨¦s del inicio del juicio del caso Argentia Trust, Mario Conde empezar¨¢ a declarar el pr¨®ximo lunes 9 -y si falta tiempo, el martes- sobre la primera operaci¨®n del caso Banesto: la presunta apropiaci¨®n indebida de 300 millones de pesetas. Parece, pues, una repetici¨®n. Sin embargo, lo que fue primero una farsa -el montaje de Argentia Trust-, ahora se presenta como tragedia: el ex banquero acudir¨¢ a la Audiencia Nacional desde la prisi¨®n de Alcal¨¢ Meco, donde cumple una condena firme por apropiaci¨®n indebida, escoltado en furg¨®n policial.
Durante casi un a?o, desde la primera sentencia de la Audiencia Nacional, Conde atac¨® sistem¨¢ticamente al magistrado ponente, Ventura P¨¦rez Mari?o, como si el tribunal hubiera tenido un solo juez y no tres. Ahora, en c¨ªrculos pr¨®ximos al ex banquero, s¨®lo se habla de una cosa, del padre de todos los males: de Siro Garc¨ªa, presidente del tribunal del caso Banesto, quien presidi¨®, en 1997, el caso Argentia Trust.
La r¨¢pida decisi¨®n de la sala de lo Penal, secci¨®n primera, de la Audiencia Nacional, en la ma?ana del jueves 26 de febrero, en el sentido de enviar a Conde a prisi¨®n tras conocerse la sentencia firme del Tribunal Supremo acab¨®, al parecer, con la paciencia del ex banquero.
Sin embargo, dicho desenlace sobrevino despu¨¦s de que Conde lograra durante casi once meses impedir la ejecuci¨®n del auto de prisi¨®n provisional con fianza de 2.000 millones de pesetas dictado el 26 de marzo de 1997. Las garant¨ªas hipotecarlas ofrecidas por Conde a partir de abril del a?o pasado todav¨ªa eran objeto de estudio, despu¨¦s de informes periciales contrarios, cuando el Supremo emiti¨® su sentencia firme. El ingreso en prisi¨®n, despu¨¦s del toreo de casi un a?o con las garant¨ªas hipotecarlas, fue fulminante.
Tanto el primer juicio oral de Mario Conde como el juego de las garant¨ªas constituyen una cantera de lecciones. La m¨¢s importante: las jugarretas -versi¨®n contradictoria en el caso Argentia Trust y prestidigitaci¨®n con las hipotecas- terminan mal en sede judicial. Si Conde compareci¨® en su primer juicio encantado de haberse conocido a s¨ª mismo, al comenzar su declaraci¨®n en el caso Banesto, sigue urdiendo historias para vincular el pago de los 600 millones de Argentia con la operaci¨®n de 300 millones extra¨ªdos de la caja del banco y nunca restituidos, por la que empezar¨¢ su interrogatorio la semana pr¨®xima.
En otros t¨¦rminos, el ex banquero espera matar tres p¨¢jaros del mismo tiro. El primero es la operaci¨®n Argentia, el segundo es la operaci¨®n de 300 millones y el tercero es ... el presidente del tribunal, Siro Garc¨ªa. En el camino, echar¨¢ mano de su coartada favorita durante estos a?os: su ex asesor Antonio Naval¨®n.
El testigo de cargo en la operaci¨®n de los 300 millones es el ex director general de Banesto, Mart¨ªn Rivas, el hombre que mantuvo su versi¨®n, la de que el ex presidente del banco le hab¨ªa ordenado preparar dos bolsas con 150 millones de pesetas cada una, en dos careos con Conde. En aquella ocasi¨®n, diciembre de 1994, el ex banquero dijo que en ning¨²n caso cre¨ªa que Rivas se hubiese quedado con el dinero. ?Faltaba m¨¢s! Pero, en su escrito de defensa del 19 de julio de 1996, Conde ya era m¨¢s directo, al hablar de otra disposici¨®n de 95 millones por parte de su director general: "Por lo que parece que esos 300 millones no son la ¨²nica disposici¨®n o anticipo que ha efectuado el se?or Rivas". En roman paladino: Conde no s¨®lo dec¨ªa no saber nada de los 300 millones sino que vendi¨® la idea de que su director general ten¨ªa el h¨¢bito de extraer dinero.
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