Las armas de la represi¨®n
En Indonesia, el proceso electoral es cosa seria. Es un complejo rito de muchos pasos que se cumplen medidamente, como si hubiese un m¨ªnimo de incertidumbre. Y quien se atreva a ponerlo en duda o a ironizar sobre ello se expone a graves consecuencias. El director de un semanario que public¨® en la portada de su ¨²ltimo n¨²mero una caricatura de Suharto como el rey de picas, para dar a entender que el proceso es una farsa, lleva varios d¨ªas sometido a largas horas de interrogatorio. Hasta la Asociaci¨®n de Periodistas le ha expulsado del gremio durante dos a?os "por insultar al presidente". Y el Gobierno se est¨¢ pensando si cerrar o no la revista. Unos j¨®venes que intentaban ayer hacer una votaci¨®n popular en una playa de Yakarta fueron detenidos sin miramientos.El r¨¦gimen no s¨®lo no acepta bromas, sino que, a trav¨¦s de la Asamblea Consultiva Popular (MPR), ha dado al presidente plenos poderes "para que adopte las medidas necesarias para rescatar y mantener la unidad nacional y evitar la intranquilidad social y otros actos subversivos", en caso de que la crisis econ¨®mica derive en crisis pol¨ªtica. Son los mismos poderes que Suharto tuvo desde 1966 a 1993, y que us¨® de inmediato para disolver al partido comunista, entonces el tercero m¨¢s nutrido del mundo, y detener a algunos ministros.
Por aquella ¨¦poca, el pa¨ªs estaba hundido en el caos pol¨ªtico y econ¨®mico y el general Suharto se emple¨® a fondo para restaurar la maltrecha ideolog¨ªa nacional, llamada Pancasila, un paquete de cinco principios adoptados en 1945 por el padre de la independencia, Sukarno, y que desde 1985 deben asumir todos los partidos: creencia en un dios supremo; justicia y respeto entre los pueblos; unidad de Indonesia; democracia a trav¨¦s de la deliberaci¨®n y el consenso, y justicia social para todos. Durante las sesiones de la MPR que han concluido con la elecci¨®n de Suharto, se ha defendido vigorosamente la vigencia de Pancasila. Quien se toma a la ligera alguno de sus principios es reo de traici¨®n.
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