El documento de Ardanza sobre la pacificaci¨®n de Euskadi provoca la divisi¨®n de los partidos

El documento del lehendakari Jos¨¦ Antonio Ardanza y, sobre todo, su difusi¨®n a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n, levant¨® ayer una verdadera tormenta entre los partidos pol¨ªticos, que quedaron divididos en dos bandos aparentemente irreconciliables: los que muestran fuertes reticencias a cualquier posibilidad de tomarlo como medida para la pacificaci¨®n de Euskadi -PSOE y PP- y quienes lo defienden con aut¨¦ntico ardor o matizado entusiasmo -PNV, los dem¨¢s partidos nacionalistas e Izquierda Unida-. El debate de fondo est¨¢ en si el proceso de "di¨¢logo sin l¨ªmites" se puede llegar hasta la autodeterminaci¨®n, salt¨¢ndose el marco de la Constituci¨®n y del Estatuto vasco, que es el temor de populares y socialistas.

Ni siquiera dentro de los partidos hay unanimidad. Los socialistas afilan sus cr¨ªticas de forma muy distinta. Nicol¨¢s Redondo Terreros confesaba ayer que, aun no coincidiendo con el documento, est¨¢ dispuesto a tomarlo como elemento de reflexi¨®n, pero advert¨ªa que siempre el l¨ªmite ser¨ªa el de la Constituci¨®n. Es m¨¢s o menos lo mismo que defendi¨® Juan Manuel Eguiagaray, portavoz del Grupo Socialista en el Congreso. Otros, si no han ido m¨¢s lejos, s¨ª han sido m¨¢s rotundos. El presidente de los socialistas vascos, Txiki Benegas, se?alaba que "el planteamiento de fondo del documento supone cometer un error muy serio". Benegas llegaba a calificar de "inaceptable" la propuesta de Ardanza. "Es", dijo, "un planteamiento de autodeterminaci¨®n impuesto al resto del pa¨ªs". Enrique M¨²gica y Rosa D¨ªez se pronunciaron en t¨¦rminos muy parecidos. Jordi Sol¨¦ Tura, uno de los padres de la Constituci¨®n, apuntaba que "ni en el esp¨ªritu ni en la letra" de la Carta Magna "se admite este derecho [la autodeterminaci¨®n] porque significar¨ªa una ruptura del Estado".

Nada que a?adir

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, no tiene nada que a?adir a lo que ya dijo en su d¨ªa sobre el plan de paz elaborado por el lehendakari para encontrar una salida dialogada a la violencia terrorista. Ayer, en Londres, donde se encontraba participando en la Conferencia Europea, el jefe del Ejecutivo se?alaba que ya hab¨ªa manifestado su posici¨®n y que, tras publicarse el texto de la propuesta, "no hay ninguna variaci¨®n". Aznar no quiso "entrar en detalles" sobre la propuesta y afirm¨® que la "valoraci¨®n la tienen que hacer en la Mesa de Ajuria Enea", aunque s¨ª agreg¨® que "siempre hay que salvaguardar la buena fe de las iniciativas". Pero si Aznar, al igual que hiciera el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, intentaba tranquilizar las cosas, lo cierto es que las reticencias de los populares eran muy semejantes en tono y forma a las del PSOE. Tambi¨¦n en el PP hay un rechazo a que la propuesta del lehendakari lleve al planteamiento de la autodeterminaci¨®n. El presidente del PP en Euskadi, Carlos Iturgaiz, dec¨ªa ayer que el documento de respuesta que el PP ha entregado a Ardanza difiere tanto en la forma como en el fondo" con el del lehendakari, e insist¨ªa en la necesidad de que el di¨¢logo quede enmarcado por la Constituci¨®n y el Estatuto vasco. Jaime Mayor Oreja intentaba buscar lo positivo de la propuesta. A pesar de las discrepancias, el ministro subrayaba que el Gobierno tiene la "voluntad de seguir avanzando en el di¨¢logo. Todo lo que avive este di¨¢logo es ya positivo", argument¨®. M¨¢s contundente fue el secretario general del Grupo Popular y ponente constitucional, Gabriel Cisneros: "No cabe hablar bajo ning¨²n concepto de toma de decisiones s¨®lo en el ¨¢mbito vasco, ni pretender que el resto de los partidos nacionales se limiten a avalar lo que en el seno de la familia nacionalista se acuerde". En el otro lado se situaban los partidos nacionalistas e Izquierda Unida. I?aki Anasagasti (PNV) ped¨ªa un esfuerzo a todos los partidos pol¨ªticos. "Todos debemos ceder para evitar otros 38 a?os de terrorismo". El diputado del PNV lamentaba que no se hubiera hecho este debate "hace 20 a?os, cuando se elabor¨® la Constituci¨®n". Las cr¨ªticas de Eusko Alkartasuna (EA) no iban dirigidas al documento de Ardanza, al que Garaikoetxea calificaba de "equilibrado y dif¨ªcil", sino hacia su filtraci¨®n. La achac¨® al PP, que "as¨ª ha querido reventarlo". El presidente de EA incluy¨® esta filtraci¨®n en "el conjunto de la estrategia de propaganda desde los medios del Gobierno para asociar euskera, nacionalismo vasco y desafueros de ETA". La filtraci¨®n del documento era para el secretario general de Unidad Alavesa, Pablo Mosquera, "una cochinada". Para CiU, el documento no debe ser rechazado, es correcto legalmente e introduce mecanismos plenamente legales. El diputado de Converg¨¨ncia, Josep L¨®pez de Lerma, a?ad¨ªa que coincide con el planteamiento de que el problema vasco debe resolverse desde el Pa¨ªs Vasco. HB se?alaba que ser¨¢n sus militantes quienes tomen la decisi¨®n final sobre la propuesta. No obstante, en un comunicado la coalici¨®n resaltaba que es la primera vez que se acepta que la soluci¨®n debe ser pol¨ªtica. Las cr¨ªticas m¨¢s amargas vinieron de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo, que considera el plan de Ardanza "una derrota del Estado de Derecho", y del Foro de Ermua. Un portavoz de esta ¨²ltima asociaci¨®n se?alaba que el "documento, bajo apariencia viscosa, persigue dar credibilidad a ETA".