Batalla campal norte-sur por los fondos estructurales
Una doble batalla campal se libraba anoche en la Comisi¨®n Europea, en torno a la reforma de la pol¨ªtica estructural. El primer frente era el del Fondo de Cohesi¨®n.Los gabinetes de los comisarios de los pa¨ªses beneficiarios, encabezados por los dos espa?oles, Manuel Mar¨ªn y Marcelino Oreja, reclamaban eliminar del texto la vinculaci¨®n entre este Fondo y el Pacto de Estabilidad del euro. Es decir, ped¨ªan eliminar la sanci¨®n de la supensi¨®n del fondo a quienes incumplan dicho pacto, alegando que eso no figuraba en la Agenda 2000, el documento que lanz¨® el pasado julio el proceso de reforma.
La ponencia, dirigida por el gabinete de la comisaria de Pol¨ªtica Regional, Monika Wulff-Mathies, propon¨ªa una soluci¨®n de compromiso, con dos patas. Una, circunscribir la sanci¨®n s¨®lo a quien caiga en un "d¨¦ficit excesivo", por encima del 3% del PIB, eliminando la retirada del fondo a quien simplemente incumpla "la senda" de reducci¨®n del d¨¦ficit comprometida en su plan de estabilidad nacional.
La otra suavizaci¨®n versaba sobre el procedimiento. Aunque se mantendr¨ªa la propuesta de sanci¨®n por la Comisi¨®n en su segunda recomendaci¨®n del mecanismo de alerta -al detectarse indicios de desviaci¨®n-, ¨¦sta no ser¨ªa ejecutiva hasta pasados tres meses. El plazo servir¨ªa para que el Consejo de ministros se definiese. En caso de silencio o de acuerdo con Bruselas, se plasmar¨ªa la multa. En caso de oposici¨®n, se archivar¨ªa.
Intento de concretar
El segundo frente eran los otros fondos estructurales. Los gabinetes de los pa¨ªses pobres reclamaban concretar que el dinero destinado al objetivo 1 (regiones con renta inferior al 75% de la media) supondr¨¢ "dos tercios" del total de los fondos y no "alrededor de dos tercios", para evitar interpretaciones ambiguas o arbitrarias.Por otro lado, los brit¨¢nicos de Neil Kinnock propugnaban, en sinton¨ªa con el Gobierno Blair, que el objetivo 2 se distribuya seg¨²n la renta y no el nivel de desempleo, cuando es el objetivo 1 el que ya compensa la desigualdad de renta. Sus propuestas, obten¨ªan cierto eco en el gabinete holand¨¦s y el sueco.
Estos tres pa¨ªses pertenecen a la gama de los ricos con poco desempleo. De imponerse su f¨®rmula, las consignas reiteradas por los jefes de Gobierno en sus cumbres llamando a otorgar prioridad al empleo, quedar¨ªan en agua de borrajas.
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