Jospin, confirmado

LAS ELECCIONES regionales y cantonales en Francia no han sido una simple rev¨¢lida de las legislativas de mayo, que gan¨® por sorpresa la izquierda plural (coalici¨®n de socialistas, comunistas y verd¨¦s). El escrutinio del domingo no s¨®lo abre la v¨ªa a una alternancia pol¨ªtica en muchas regiones, sino que constituye tambi¨¦n un mandato a Lionel Jospin para seguir gobernando en la direcci¨®n que ha apuntado en los ¨²ltimos nueve meses, una vez que la econom¨ªa francesa ha entrado al fin en una fase de crecimiento, como en el resto de Europa. El 37% de los votos permite al primer ministro socialista afrontar con cierta tranquilidad el futuro. Especialmente ante una derecha desunida.Un dato preocupante es que dos de cada cinco franceses no han acudido a las urnas. Si a la abstenci¨®n se suman los votos a partidos que no aspiran al poder, se puede llegar a la conclusi¨®n de que tres de cada cinco franceses no han mostrado inter¨¦s por qui¨¦n controle el poder pol¨ªtico regional.

La izquierda, que controlaba s¨®lo dos regiones, pasar¨¢ a gobernar m¨¢s de la mitad de los 22 consejos regionales, entre ellos algunos baluartes de la derecha, como la regi¨®n de Par¨ªs o Provenza-Costa Azul. Aunque habr¨¢ que esperar a que los consejos elijan el viernes a, sus presidentes para ver el nuevo reparto territorial, es evidente que la derecha pierde poder real, aunque las regiones gozan en Francia de menos competencias que las comunidades en Espa?a. Ahora bien, no se ha producido el terremoto que algunos pronosticaban. La derecha moderada, f¨®rmada por los gaullistas (RPR) y los centristas (UDF), ha aguantado el tir¨®n con un 29% de los votos. La cuesti¨®n es ahora c¨®mo y qui¨¦n la recompondr¨¢. Algunas voces, como la del ex primer ministro Edouard Balladur, han pedido la fusi¨®n de estas formaciones en un solo partido, en el que quepa "toda la derecha republicana y liberal".

Una parte de ¨¦sta, sin embargo, ha cometido el error de coquetear con el Frente Nacional (FN) de Jean-Marie Le Pen. Los que as¨ª han actuado se han visto castigados por el electorado, mientras el beneficiado era el propio partido xen¨®fobo y ultranacionalista. El FN ha logrado su mejor resultado porcentual (en torno al 15%) hasta la fecha, benefici¨¢ndose probablemente del alto nivel de abstenci¨®n.

Es probable que el FN no obtenga, pese a todo, ninguna presidencia regional, pero sus resultados ponen a este partido de extrema derecha como ¨¢rbitro en muchas regiones, en las que el presidente depender¨¢ de su voto. M¨¢s les valdr¨ªa a la izquierda plural y a la derecha razonable ponerse de acuerdo para el reparto de los mandatos regionales antes de tener que pactar con el Frente Nacional, cuyo resultado refleja una preocupante implantaci¨®n en todo el territorio franc¨¦s, y no s¨®lo en su feudo del sur.

Si muchos ciudadanos han ignorado estas elecciones, tambi¨¦n se ha notado en la campa?a la ausencia del presidente de la Rep¨²blica, Jacques Chirac. La recuperaci¨®n de su papel con las ¨²ltimas crisis internacionales puede, sin embargo, indicar que Chirac esperaba a que pasara el temporal de las regionales para situarse como el hombre esencial de la derecha moderada. Si es as¨ª, la cohabitaci¨®n con Jospin ser¨¢ no s¨®lo m¨¢s o menos larga, sino dif¨ªcil y tensa, pues ambos aspiran a ganar las presidenciales del 2002.