Corredor del trasplante
Misuri vota conmutar la pena de muerte a quienes donen un ri?¨®n
Ser¨ªa la primera vez que un trasplante de ri?¨®n sirviera para salvar dos vidas. La idea -sensata para unos, descabellada para la mayor¨ªa- est¨¢ a punto de dejar de serlo para ganar el rango de ley, con el que ser¨ªa aplicada de inmediato. Es sencillo: si est¨¢ usted en el corredor de la muerte del Estado de Misuri y dona un ri?¨®n, salvar¨¢ el cuello.Chuck Graham es un pol¨ªtico republicano relativamente conocido en Jefferson City, la capital de Misuri. La prensa local pensaba hasta hace unos d¨ªas que Graham jam¨¢s pasar¨ªa a la historia por algo que no fuera aquello por lo que m¨¢s se le conoc¨ªa: su defensa apasionada de los efectos positivos de la pena de muerte -dec¨ªa ¨¦l- sobre el ¨ªndice de delitos cometidos en su Estado natal. Sigue siendo ferviente partidario de la pena capital, es imposible convencerle de lo contrario. S¨®lo que Graham ha tenido una idea.
Ser¨¢n las autoridades del Estado, representantes pol¨ªticos de los ciudadanos de Misuri, las que aprueben o rechacen la idea de Graham. Su propuesta es ¨¦sta: que los condenados a muerte puedan conmutar su pena por la de cadena perpetua si a cambio donan "voluntariamente" un ri?¨®n. Se trata de elegir entre morir o vivir con un ri?¨®n menos, pero vivir al fin y al cabo. Graham aclara: la cadena perpetua con la que ser¨ªan premiados los presos no tendr¨ªa posibilidad de mejorarse con beneficios penitenciarios. Ser¨ªa cadena perpetua "de las de toda la vida", seg¨²n Graham.
Nunca pens¨® este pol¨ªtico republicano que su propuesta contar¨ªa con un ¨²nico apoyo: los reos condenados a muerte ser¨ªan capaces de dar un brazo con tal de poder dar un ri?¨®n a cambio de no ser ejecutados. Cualquier ciudadano de Misuri -siempre y cuando no resida en el corredor de la muerte- piensa que la idea del trueque es un aut¨¦ntico desatino entre lo macabro y lo insensato. Ni siquiera los que pueden salvar su vida con un ri?¨®n lo quieren en su cuerpo si procede de un criminal.
La prensa local cita, por ejemplo, a Carmen Epps, una mujer de 34 a?os que lleva buena parte de su vida atada a una m¨¢quina de di¨¢lisis en St. Louis. Carmen lleva el ¨²ltimo lustro apuntada a la peor lista de espera en la que se puede apuntar una persona: cinco a?os esperando que alguien done un ri?¨®n, que ese ri?¨®n sea compatible con su cuerpo y que su cuerpo acepte un ¨®rgano que no es suyo, consciente adem¨¢s del baj¨ªsimo ¨ªndice de donaciones del pa¨ªs en el que vive. Carmen no lo duda: "Prefiero seguir en di¨¢lis¨ªs a llevar dentro el ri?¨®n de un asesino", dice desde la cama de un hospital. Y Carmen recuerda un episodio de Expediente X en el que Mulder y Scully descubr¨ªan c¨®mo un pobre buen hombre se convert¨ªa en un malvado asesino en serie despu¨¦s de recibir el ri?¨®n de un criminal ejecutado.
Tampoco las organizaciones que luchan por el aumento del n¨²mero de donantes creen que la idea de Graham sea la soluci¨®n al problema. Quiz¨¢ en Tejas s¨ª, pero no en Misuri: en 1997 "s¨®lo" ha habido seis ejecuciones, es decir, seis presos pod¨ªan haber salvado sus vidas a cambio de seis ri?ones. La Fundaci¨®n Nacional de Trasplantes sabe que el proyecto eliminar¨ªa cualquier elemento altruista en el proceso de donaci¨®n.
El 25 de marzo las autoridades de Misuri votar¨¢n la propuesta, que tiene un elemento m¨¢s: si se aprueba ser¨¢ un juez el que ofrezca a los presos la conmutaci¨®n de la pena de muerte a cambio de un ri?¨®n, pero s¨®lo si cuenta antes con el benepl¨¢ctio de los familiares de las v¨ªctimas del crimen cometido por el preso en cuesti¨®n. La vida del asesino quedar¨ªa en manos de la familia del asesinado.
S¨®lo una persona est¨¢ haciendo campana a favor de la propuesta: Milton V. Griffin. Hace 13 a?os golpe¨®, apu?al¨®, estrangul¨® y, en definitiva, mat¨® a un hombre en un crimen s¨®rdido y sonado. Griffin est¨¢ condenado a muerte; su ejecuci¨®n se ha fijado para el d¨ªa 25 de marzo, es decir, el d¨ªa de la votaci¨®n de una ley que le permitir¨ªa salvar su vida. Griffin est¨¢ ansioso por convertirse en donante. "No puedo dar la vuelta al crimen que comet¨ª, pero de esa forma puedo hacer algo por la gente", dice Griffin. A Griffin le da igual que la gente no crea en su repentina buena voluntad. El d¨ªa 25 -o la parte del d¨ªa 25 que le corresponda vivir- lo pasar¨¢ mirando el reloj y con la esperanza de que la votaci¨®n le permita salvar el cuello a cambio del ri?¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.