Amor de padre
?Puede un honesto polic¨ªa viudo, padre de un encantador, tal vez incluso demasiado encantador, ni?o de nueve a?os aquejado de leucemia, poner en peligro vida y haciendas para salvar como sea a su hijo enfermo y perder por el camino la de alg¨²n que otro servidor del orden? Esta ¨²nica idea es la raz¨®n de ser de Medidas desesperadas, un trhiller estirado hasta el v¨¦rtigo, que se dir¨ªa el cruce entre El silencio de los corderos, del que extrae la fascinaci¨®n por el personaje mal¨¦fico, y cualquier peripecia de padre responsable de esas que abundan en el cine americano.El problema de una estructura narrativa de este tipo, sobre todo en el cine de g¨¦nero, no es otro que su agotamiento: si se trata de hacer expl¨ªcito todo, de no sugerir nada, la l¨®gica de los personajes llevar¨¢ la trama a un callej¨®n sin salida, a un "m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa" en el que se pierde cualquier atisbo de verosimilitud.
Medidas desesperadas
Direcci¨®n: Barbet Schroeder. Gui¨®n:David Klass. Fotograf¨ªa: Luciano Tovoli. M¨²sica: Trevos Jones. EE UU, 1997.Int¨¦rpretes: Michael Keaton, Andy Garc¨ªa. Madrid: Paz, Vaguada,Palacio de las M¨²sica, Morasol, Luna, Albufera, UGC Cine Cit¨¦.
Estos ingredientes los sirve, sin el menor atisbo de convicci¨®n, Barbet Schroeder, especialista de dar una de cal y otra de arena. Plenamente integrado en la industria estadounidense, ha, logrado algo que parece dif¨ªcil para un director extranjero, el ser el productor de sus filmes, con que si la pel¨ªcula es mala, que lo es y con ganas, s¨®lo ¨¦l es el responsable. S¨®lo se ve su oficio y lo ¨²nico que parece personal es el trabajo del operador italiano Luciano Tovoli, que brinda una fotograf¨ªa perfecta para Michael Keaton, el ¨²nico ingrediente interesante en un elenco en el que Andy Garc¨ªa vuelve a confundir hieratismo con actuaci¨®n contenida, sentimientos con caranto?as.
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