Los vecinos describen a los detenidos como ''gente simp¨¢tica y agradable"

?Seguro que eran ellos? Pues eran unas personas simp¨¢ticas y agradables". Una de las camareras del horno-cafeter¨ªa situado en los bajos del inmueble n¨²mero 5 de la calle Jos¨¦ Laguillo de Sevilla recordaba que los tres etarras detenidos mientras dorm¨ªan en el 1? B eran una mujer rubia y atractiva que sol¨ªa bajar junto con sus dos compa?eros de piso a tomar caf¨¦ o a comprar torrijas. "Incluso una vez nos prestaron una bombona de butano cuando se nos acab¨®", precisaba.

Era una de las pocas personas que recordaba a los tres activistas, ya que los vecinos subrayaban que el bloque tiene habitualmente mucho trasiego de gente, ya que en ¨¦l hay consultas de m¨¦dicos y oficinas. Los detenidos viv¨ªan de alquiler en el n¨²mero 5 de la calle Jos¨¦ Laguillo, donde no levantaron sospechas de los vecinos."Yo recuerdo que ella era una chica rubia que sol¨ªa llevar un perfume muy penetrante. ?Ah! Y que eran muy silenciosos", afirmaba una vecina, que tuvo que ser atendida en las urgencias del cercano ambulatorio de Mar¨ªa Auxiliadora, presa de un ataque de nervios tras su turbulento despertar. La casa pertenece a un ciudadano llamado Juli¨¢n que reside en Huelva, seg¨²n los investigadores. Los vecinos recuerdan que pasadas las cinco de la ma?ana de ayer se sobresaltaron por una gran explosi¨®n dentro del inmueble.

Algunos salieron a los descansillos del bloque y a las ventanas exteriores. "Vimos a unos guardias civiles que nos dijeron que nos meti¨¦ramos para dentro y cerr¨¢ramos", describ¨ªa la mujer de nervios destemplados. La explosi¨®n controlada en la puerta de la vivienda para permitir la entrada del equipo de las Unidades Especiales de Intervenci¨®n (UEI), desplazado especialmente de Madrid para el asalto nocturno, destroz¨® parte del tabique en el que se encuentra la puerta y ti?¨® de negro el techo y las paredes de la entrada. Unos 15 agentes armados hasta los dientes entraron en la vivienda, de cuatro dormitorios, dos ba?os y terraza a la propia Jos¨¦ Laguillo, y redujeron a los etarras sin disparar un solo tiro. "Uno de ellos empez¨® a gritar ?Gora ETA!", indicaron fuentes de Interior. El piso estaba "hecho un asco", seg¨²n los guardias, que subrayaron que los etarras dorm¨ªan con colchonesen el suelo y en condiciones precarias. "Con todo lo que ten¨ªan all¨ª guardado, parec¨ªa m¨¢s un garaje que un piso", precisaban.

"Luego vimos que cortaban la calle en dos zonas y que sacaban a gente", declaraba un testigo de los hechos. Este hombre recordaba que el piso hab¨ªa sido alquilado por el tr¨ªo el verano pasado y que jam¨¢s hab¨ªan tenido problemas con sus convecinos pistoleros. "Y lo que menos me pod¨ªa imaginar es que dorm¨ªa sobre un polvor¨ªn", remachaba. "Pues nosotros lo ten¨ªamos sobre nuestras cabezas", apuntaban los trabajadores de la Ortopedia Arroyo, situada justo bajo el I? B.

Guardias jaleados

La aparatosidad de la presencia del instituto armado en los primeros minutos dio paso a un discreto dispositivo de vigilancia en la puerta del bloque. La custodia se prolong¨® m¨¢s de la cuenta debido a que la autoridad judicial tard¨® m¨¢s de seis horas en hacer acto de presencia, desde el final del asalto. Estos guardias eran continuamente jaleados por ciudadanos que pasaban a pie o en coche por la calle.Un matrimonio mayor les lleg¨® a invitar a una botella de cava, procedente de la celebraci¨®n de la boda de su hijo, al que estaban dispuestos a sisarle otras 10 botellas para enviarlas al cuartel de la 223? Comandancia de la Guardia Civil, en Montequinto (Sevilla), desde donde se ha centralizado el final de la operaci¨®n. M¨¢s de uno no pudo reprimir un viva la Guardia Civil, ante la sonrisilla floja de los agentes: "C¨®mo no vamos a estar contentos, si les hemos dado dos palos gordos en dos d¨ªas", se felicitaban.

Tambi¨¦n se felicitaba ayer el empleado de la gasolinera del kil¨®metro 8 de la A-92, Jos¨¦ Manuel Ram¨ªrez. Recuerda perfectamente c¨®mo fue la detenci¨®n de los franceses Jean Esnal y David Claude Christian Gramont. "La polic¨ªa creo que vino para una visita rutinaria", confesaba el encargado de la cafeter¨ªa de la gasolinera. "Vinieron como hacen siempre, para darse una vuelta por los aparcamientos". Otras fuentes indican que un trabajador de la gasolinera hab¨ªa llamado a la polic¨ªa para comunicar sus sospechas de que esos dos individuos se dispon¨ªan a asaltar una nave industrial.

Precisamente en los aparcamientos estaban la furgoneta en la que hab¨ªan tra¨ªdos los explosivos desde Francia, el coche matr¨ªcula de Navarra y el furg¨®n en el que iban a ser transportados el amosal y el amonal. "Ten¨ªan una actitud nerviosa que alert¨® a los polic¨ªas". Los agentes detuvieron a los franceses en pocos minutos y sin grandes alharacas. "Al principio se le dijo a los clientes que los hab¨ªan detenido por drogas", para no asustarles.

Parte de esa explosiva droga qued¨® por los suelos, ya que en un punto del aparcamiento a¨²n pod¨ªa verse un polvo gris casi metalizado, color caracter¨ªstico del amosal y el amonal. Tanto los dos detenidos como el material incautado fueron puestos por la polic¨ªa a disposici¨®n de la Guardia Civil.