La polic¨ªa atribuye a un n¨²cleo violento de 'okupas' los disturbios de Malasa?a
La polic¨ªa atribuye los disturbios del viernes por la noche en Malasa?a, que acabaron con 57 detenidos (5 de ellos menores de edad penal), a un n¨²cleo violento y organizado del movimiento okupa. Este grupo, algunos de cuyos cabecillas se sospecha que se encuentran entre los arrestados, llev¨® supuestamente la iniciativa en la citada manifestaci¨®n, convocada sin autorizaci¨®n gubernativa, para protestar por el intento de desalojo de un centro okupa.Los disturbios se iniciaron cuando unos trescientos encapuchados cruzaron coches, incendiaron algunos contenedores de basura y lanzaron piedras y botellas contra la polic¨ªa. Estos incidentes, respondidos con numerosas cargas policiales, sumieron desde las nueve de la noche hasta primera hora de la madrugada en la confusi¨®n el concurrido barrio de Malasa?a, una zona de copas que cada fin de semana es frecuentada por miles de j¨®venes.
Entre los detenidos (todos con domicilio en la regi¨®n, muchos en Rivas-Vaciamadrid y Getafe, seg¨²n la Delegaci¨®n del Gobierno) figuran cuatro que han sido arrestados en otras manifestaciones y que cuentan con antecedentes policiales por incendio intencionado o atentado a la propiedad (uno, por robos con intimidaci¨®n).
Excepto los cinco menores, que fueron puestos en libertad, el resto de arrestados permaneci¨® anoche en el Registro Central de Detenidos, situado en Moratalaz. Dos solicitaron sin ¨¦xito el habeas corpus (procedimiento que permite al detenido ser escuchado por la autoridad judicial). Hoy por la ma?ana, los arrestados pasar¨¢n a disposici¨®n judicial. Este hecho ha llevado a los integrantes del movimiento okupa a convocar una concentraci¨®n ante los juzgados de la plaza de Castilla.
Ninguno de los 12 heridos durante los enfrentamientos (5 okupas y 7 polic¨ªas) sufri¨® heridas graves. Los da?os al mobiliario urbano ocasionados durante la batalla campal, sin embargo, fueron amplios. El parte elaborado por la Polic¨ªa Municipal registra 12 coches da?ados, 6 establecimientos y 2 cajeros autom¨¢ticos con roturas en cristales, una docena de bancos arrancados para formar barricadas, numerosas papeleras y contenedores de basura desgajados e incendiados, bolardos destrozados y un cartel luminoso destruido. Asimismo, una vez finalizados los disturbios, tres lunas de sucursales bancarias de la plaza de Lavapi¨¦s fueron apedreadas.
A la par que prosperaba la hip¨®tesis policial del n¨²cleo violento, el delegado del Gobierno en Madrid, Pedro N¨²?ez Morgades, insisti¨® en que, a la "sombra del movimiento okupa que tantas simpat¨ªas suscita en ciertos sectores, se han situado elementos violentos que no tienen cabida en la sociedad madrile?a". Para N¨²?ez Morgades, este grupo organizado, que no identific¨®, utiliza y manipula el nombre y parte de la estructura del movimiento okupa.
"Pido a este movimiento que reflexione sobre lo ocurrido y que recuerde que la simpat¨ªa que despierta en algunos sectores procede de su actitud pac¨ªfica", a?adi¨® el delegado del Gobierno.
La organizaci¨®n que demostraron los manifestantes encapuchados, en su mayor¨ªa j¨®venes de entre 16 y 18 a?os, es objeto de investigaci¨®n por la polic¨ªa. En este sentido, fuentes policiales descartaron la vinculaci¨®n con Jarrai (las juventudes de HB), pero recordaron que, al igual que el viernes, en otras manifestaciones del mismo signo se han empleado t¨¢cticas de lucha callejera.
?ste fue el caso de la protesta registrada el 13 de diciembre de 1996, justamente en Malasa?a. En aquella ocasi¨®n, 16 j¨®venes fueron arrestados tras una manifestaci¨®n convocada por la Coordinadora de Organizaciones Antifascistas.
Durante estos disturbios, desencadenados al finalizar la protesta en las mismas calles que el pasado viernes, grupos de j¨®venes lanzaron bombas incendarias, formaron barricadas y destruyeron cabinas y lunas de autom¨®viles, al tiempo que la polic¨ªa cargaba contra ellos.
PASA A LA P?GINA 3
La policia pidi¨® al Ayuntamiento que limpiara de piedras y botellas la zona antes de la protesta
VIENE DE LA P?GINA 1Aquel primer tumulto en Malasa?a ya alert¨® a la polic¨ªa sobre la actividad en Madrid de j¨®venes curtidos en la lucha callejera. Su forma de distribuirse por grupos, de evitar a los agentes, el levantamiento de barricadas y el modo de taponar las calles con coches daban cuenta, seg¨²n la polic¨ªa, de que se trataba de protestas bien planeadas, lo cual remit¨ªa a alg¨²n tipo de organizaci¨®n.
Esta cuesti¨®n ha vuelto a resucitar con los disturbios del viernes en Malasa?a y su atribuci¨®n a un grupo violento. Como ejemplo de que los incidentes hab¨ªan sido planeados, fuentes cercanas al caso se?alaron que los manifestantes, previamente al inicio de la protesta, dejaron en el itinerario, por ejemplo en los alcorques, peque?os montones de piedras para lanzar durante la protesta. Pero, antes de que ¨¦sta se iniciase, la polic¨ªa pidi¨® al concejal de Limpieza, Luis Molina, que los retirase. En esta labor preventiva, que tambi¨¦n se ocup¨® de escombros procedentes de edificios en construcci¨®n, se llenaron cinco camiones de obras con cascotes y se descargaron cuatro contenedores de vidrio. "Me encargu¨¦ de quitarles munici¨®n", apunt¨® ayer Molina.
La manifestaci¨®n del viernes, de la que se desconoce qui¨¦n la convoc¨®, pretend¨ªa mostrar su repulsa ante el intento de desalojo del centro popular okupado Maravillas, en la calle de Polvareda. Este tipo de protestas es frecuente en Malasa?a, y habitualmente discurren sin disturbios. Entre sus organizadores figuran asociaciones de j¨®venes radicales como el Colectivo Malasa?a, un grupo creado a Finales de 1995 y cuyo objetivo es la "autoorganizaci¨®n de los barrios". Este colectivo prepara conciertos y fiestas, ofrece ciclos de cine, participa en las manifestaciones y tambi¨¦n en actividades que definen de "contrainformaciones" (desde charlas en bares e institutos hasta pintadas).
Al igual que otros, este grupo est¨¢ adscrito a la Coordinadora de Colectivos de Lucha Aut¨®noma, una organizaci¨®n asamblearia que se define como autogestionar¨ªa, internacionalista y que busca la destrucci¨®n del capitalismo.
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