Integraci¨®n de alumnos discapacitados

Somos padres de un ni?o de nueve a?os que padece una distrofia muscular progresiva. Cuando inici¨® la escolaridad lo que m¨¢s nos preocupaba era encontrar un centro que se adecuada a sus dificultades de movilidad. Tuvimos la suerte de escolarizarlo en uno de los escas¨ªsimos colegios p¨²blicos que dispone de rampas de acceso, ascensor y personal de apoyo.Cre¨ªamos que, al no existir barreras arquitect¨®nicas en el centro, ten¨ªamos solucionados todos los problemas de integraci¨®n de nuestro hijo. Pero sentimos decir que no ha sido as¨ª, porque nos hemos tropezado con otras barreras, mucho m¨¢s insalvables incluso que las arquitect¨®nicas, y son las barreras mentales de una parte del profesorado que no tiene claro en qu¨¦ consiste la integraci¨®n.

Pensamos que la integraci¨®n consiste en aceptar la diversidad en el aula y dotar de los apoyos necesarios a los alumnos discapacitados para que puedan seguir con la mayor normalidad posible las actividades tanto escolares como extraescolares (y esto no es s¨®lo una opini¨®n personal, est¨¢ recogido en la LOGSE).

Pero ocurre que, por mucha LOGSE que haya, es necesario un cambio de actitudes, que pasa por un planteamiento personal acerca de c¨®mo entendemos la discapacidad, y es imprescindible sobre todo para los profesionales de la ense?anza, educadores.

No, los alumnos discapacitados no deben verse como un problema a?adido que tiene el colegio, sino como una oportunidad para educar en la diversidad y para crear actitudes positivas en los dem¨¢s ni?os.

(De hecho, lo curioso es que, a pesar de todo esto, de forma natural y espont¨¢nea, los dem¨¢s compa?eros se dan cuenta de las dificultades de nuestro hijo y le ayudan en lo que pueden).

Y nos consta que en el colegio hay profesores sensibilizados con el tema. No escribimos esta carta con intenci¨®n de molestar a nadie, sino para que sirva de reflexi¨®n a todos.

Por favor, no nos pong¨¢is m¨¢s barreras de las que ya tenemos; no nos hag¨¢is m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa asumir la realidad de tener un hijo con una enfermedad degenerativa. Muchas gracias- y Leonardo Sempere Mart¨ªnez.