Nicholson 'superstar'

Ganadora de dos oscars, actor y actriz principal, otras candidaturas a la mejor pel¨ªcula (no al mejor director, todo un s¨ªntoma), actor secundario y montaje, entre otras, le cayeron en suerte a esta comedia simp¨¢tica, un tanto pasada de rosca, que basa todas sus bazas en un par de detalles: uno, la creaci¨®n de un personaje excesivo y anormal que tiene la virtud de haber sido dise?ado a la medida del astro que lo encarna, Jack Nicholson, con el que el veterano y astuto actor da un recital, eso s¨ª, no apto para enemigos jurados del personaje. Otro, un juego inteligente, una qu¨ªmica afectiva entre actriz y actor, una de las claves del funcionamiento de la comedia cl¨¢sica. Y otro, en fin, esos toques de humanismo dulz¨®n, en el borde del empalago, que, unidos al final feliz conocido desde el comienzo, le dan al filme su car¨¢cter previsible pero al tiempo reconfortante con vistas a las expectativas del espectador.Pero indudablemente el gancho por excelencia no es otro que el car¨¢cter del personaje, un escritor mani¨¢tico hasta la n¨¢usea, neur¨®tico m¨¢s que obsesivo, compulsivo, eg¨®latra redomado y, en el fondo, un tipo con buen coraz¨®n, pero sin los instrumentos para saber vincularse con su entorno. De esta forma, la primera parte del filme le muestra haciendo las perrer¨ªas m¨¢s ins¨®litas y pasadas de rosca, un verdadero atentado contra la correcci¨®n pol¨ªtica. Baste decir que el filme se inaugura con una secuencia en la cual Nicholson tira al gracioso perrito de su vecino, un pintor homosexual, por la trampilla de la basura, para luego meterse garbosamente contra el pintor y sus opciones sexuales. Pero, lejos de ser s¨®lo hom¨®fobo, es tambi¨¦n racista, machista, repulsivo... No hay que profundizar mucho m¨¢s para- que el espectador imagine qu¨¦ puede hacer Nicholson con un bomb¨®n de este tama?o.

James L. Brooks, que ya trabaj¨® anteriormente con Nicholson en filmes como La fuerza del cari?o, deja que su colega campe por sus anchas, y aunque su faena es s¨®lo correctilla, clasicota y sin el menor asomo de originalidad, lo cierto es que se las apa?a para obtener de sus actores, sobre todo los principales, actuaciones de enorme m¨¦rito. Si muy bueno resulta Greg Kinnear como el pintor gay, no le va a la zaga la espl¨¦ndida Helen Hunt, en un papel mucho m¨¢s agradecido del que le dio fama, la arrebatada meteor¨®loga de Twister.

Y en cuanto a Nicholson, bueno, es cuesti¨®n de gustos. El mefistof¨¦lico, expl¨ªcito actor hace cre¨ªble a su atormentada criatura, m¨¢s all¨¢ incluso de algunas debilidades en la construcci¨®n de su personaje, que Brooks y su coguionista, Mark Andrus, no cuidaron en exceso. Pero lo cierto es que la pel¨ªcula, que dura la inusual cifra de dos horas y 20 minutos, se deja ver sin ning¨²n problema, provoca carcajadas por encima de la media y, en fin, cumple con su funci¨®n prioritaria, que no es otra que hacer pasar al respetable un entretenido rato de distracci¨®n.