Una larga historia de investigaciones, peritos, fianzas y marchas atr¨¢s

Miguel Moreiras, predecesor de Teresa Palacios, abri¨® la causa contra el Banco Santander en abril de 1992 a instancias de la Inspecci¨®n de Hacienda. Los t¨¦cnicos fiscales detectaron dep¨®sitos opacos en la entidad, por valor de 439.459 millones de pesetas entre 1986 y julio de 1989.La intervenci¨®n advirti¨® m¨¢s de 45.000 operaciones de compra de cesiones de cr¨¦dito. Moreiras recogi¨® documentaci¨®n en el banco. Los datos sobre titularidad de los dep¨®sitos no se correspond¨ªan con la informaci¨®n que entreg¨® el banco a Hacienda en 8.282 casos, que acumulaban fondos superiores a 125.268 millones.

En los primeros compases de la instrucci¨®n, Moreiras mencion¨® en diversos autos la existencia de testaferros "que el propio banco facilit¨® a sus clientes". El juez impuso una fianza al Santander en diciembre de 1992 de 8.000 millones de pesetas, que dej¨® sin efecto en enero del a?o siguiente.

En mayo de 1993 impuso otra fianza de 3.500 millones a la entidad para cubrir las retenciones que el banco no practic¨® a sus clientes, pero dej¨® al margen la supuesta red de testaferros organizada por la entidad para ocultar a algunos clientes. En julio de 1996, Moreiras exculp¨® al Banco Santander porque la ley no le igaba a practicar ning¨²n tipo de retenci¨®n sobre las cesiones de cr¨¦dito.

Pero el fiscal alerto que el banco pod¨ªa ser condenado como "cooperador necesario" en las "actividades defraudatorias de los clientes" que todav¨ªa no hab¨ªan regularizado su situaci¨®n fiscal.