Mi apoyo ''un¨¢nime'' al plan Ardanza

Se celebraba el pasado s¨¢bado el acto de presentaci¨®n de un candidato, el del Partido Nacionalista Vasco, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, a la presidencia del Gobierno vasco, cuesti¨®n que habr¨¢ de sustanciarse en las elecciones convocadas para el domingo 25 de octubre. Por la radio se escuchaba al designado tras la sesi¨®n del Euskadi Buru Batzar, ¨®rgano m¨¢ximo del PNY Ibarretxe se refer¨ªa al plan de pacificaci¨®n presentado hace semanas por el lehendakari, Jos¨¦ Antonio Ardanza, a la Mesa del Pacto de Ajuria Enea. El elegido quer¨ªa ser contundente y para disipar ambig¨¹edades dijo: "El plan de pacificaci¨®n de Ardanza cuenta con mi apoyo un¨¢nime''. Quede, pues, anotado en esos mismos t¨¦rminos.Otras declaraciones complementarias de Ibarretxe fueron intentadas ayer, lunes, en la entrevista que le hizo para el programa Hoy por hoy, de la cadena SER, su director, I?aki Gabilondo. El interrogador ofrec¨ªa buena disposici¨®n -m¨¢s all¨¢ de la unidad y firmeza asignadas a la inutilidad y equiparadas a la resignaci¨®n-, pero las respuestas se quedaron en el terreno de la esterilidad y la insignificancia. Ninguna indicaci¨®n, por ejemplo, sobre la articulaci¨®n que se desea entre el Pa¨ªs Vasco y el resto de Espa?a. Todo se disuelve en vagorosas referencias a la Europa de un futuro m¨¢s o menos pluscuamperfecto.

Mientras tanto, el talento y la dedicaci¨®n del profesor Juan Jos¨¦ Soloz¨¢bal consigue sostener una publicaci¨®n admirable como Cuadernos de Alzate que pasa revista a la cultura y a las ideas en el Pa¨ªs Vasco. Acercarse a sus p¨¢ginas permite, por ejemplo, seguir las tensiones resultantes de la industrializaci¨®n, el nacionalismo y la modernizaci¨®n a lo largo del siglo XX desde que Sabino Arana inventara el t¨¦rmino Euskadi en un trabajo de Juan Pablo Fusi que parece escrito para neozelandeses. Los fundamentos de la patria vasca ideada por Arana -raza y religi¨®n cat¨®lica a los que incluso subordinaba la lengua- nunca fueron exclusivos y ahora tampoco por el venturoso mestizaje, la desaceleraci¨®n del catolicismo tradicional integrista y la modernidad reflejada en el Guggenheim.

As¨ª que conviene atender a la triangulaci¨®n configurada desde comienzos de siglo por tres culturas pol¨ªticas y sociol¨®gicas diferenciadas -nacionalistas, socialistas y espa?olistas- incompatible con cualquier situaci¨®n de hegemon¨ªa. Las ¨²ltimas encuestas del diario El Correo han vuelto a confirmarlo una vez m¨¢s. Como Juan Pablo Fusi esclarece, los intentos del PNV de afirmar una soberan¨ªa hist¨®rica vasca, de identificar lo vasco con lo euskald¨²n y de reducir a lo ¨¦tnico la identidad vasca, han creado una escisi¨®n profunda en la conciencia pol¨ªtica de los electores vascos. Sorprende en medio de tantas transformaciones que el PNV se haya quedado anclado en la veneraci¨®n de unas actitudes imposibles de conciliar con nuestros tiempos y que ni siquiera Jos¨¦ Antonio Aguirre, el lehendakari que encarn¨® por primera vez Euskadi, emprendiera la tarea de una nueva formulaci¨®n.

Para mejor comprensi¨®n se a?ade el reconocimiento de que ETA entre 1968 y 1975 mantuvo un promedio de asesinatos de siete personas por a?o, y que ese promedio anual se multiplic¨® por cinco durante los a?os transcurridos desde, la muerte de Franco, en 1975, hasta 1997. Escribe nuestro autor que, como respuesta, entre 1975 y 1981, bajo el amparo de diversas siglas (ATE, Triple A, GAE, ANE, Batall¨®n Vasco-Espa?ol) fueron asesinadas 41 personas de ETA o simpatizantes, y que entre 1983 y 1986, los GAL asesinaron a otras 27 igualmente relacionadas con ETA. Seg¨²n otros autores, estas cifras resultan incompletas porque la respuesta empez¨® antes de 1975 y porque hay discrepancia sobre los a?os 1982-83 como a?os de carencia. Pero para salir de toda complicidad con la violencia se recomienda vivamente otra lectura de esa misma revista, la del art¨ªculo de Aurelio Arteta, quien se ampara en Edgar Quinet para asegurar que "no fue la necesidad de las cosas lo que determin¨® el sistema del terror, fueron las ideas f¨¢lsas". El m¨¦todo prejuzga los resultados, los anticipa.