Fuertes presiones sobre el fiscal Starr para que cierre el "caso Lewinsky"
Paula Jones, seg¨²n relat¨® uno de sus abogados, lloraba ayer en su hogar de California mientras Bill Clinton ultimaba su gira africana con un discurso en la isla senegalesa de Gore, una de las bases del tr¨¢fico de esclavos a Am¨¦rica. Antes de ese discurso, Clinton se hab¨ªa declarado "obviamente satisfecho" por la decisi¨®n de la juez Susan Webber Wright de archivar la demanda de acoso sexual presentada contra ¨¦l por Jones. El triunfo de Clinton era particularmente intenso porque la decisi¨®n vino de una mujer que es militante republicana.El tercer protagonista de la jornada fue el fiscal independiente Kenneth Starr, en el que se centraron todas las miradas tras el archivo del caso Jones, la madre de todas las acusaciones de conducta sexual irregular sufridas por Clinton Starr declar¨® que sigue adelante con su investigaci¨®n sobre el caso Lewinsky y lo corrobor¨® citando a declarar ante el gran jurado de Washington a Erskine Bowles, el jefe de gabinete de la Casa Blanca.
Pero la presi¨®n se traslad¨® claramente hacia Starr, que comenz¨® hace cuatro a?os a investigar al presidente a prop¨®sito del oscuro caso inmobiliario Whitewater y el pasado enero incorpor¨® a sus pesquisas la posibilidad de que Clinton mintiera y presionara a Lewinsky para que mintiera a prop¨®sito de sus supuestas relaciones sexuales en la Casa Blanca. Muchas voces se alzaron para reclamar a Starr, que ya se ha gastado 35 millones de d¨®lares (m¨¢s de 5.000 millones de pesetas), que termine de una vez con el caso Lewinsky.
Un mont¨®n de dinero
"El pueblo norteamericano", dijo Rahm Emanuel, consejero de la Casa Blanca, "se pregunta hoy por qu¨¦ Starr sigue investigando la posible comisi¨®n de delitos en unas declaraciones para un caso que la juez Wright ya ha dado por cerrado". En efecto, los presuntos delitos de falso testimonio, incitaci¨®n al perjurio y obstrucci¨®n a la justicia cometidos por Clinton provendr¨ªan de las declaraciones bajo juramento que ¨¦l y Lewinsky efectuaron el pasado enero ante los abogados de Paula Jones.James Carville, el ex consejero electoral de Clinton, se ech¨® directamente al cuello de Starr. "Un mont¨®n de dinero de los contribuyentes est¨¢ cambiando de manos para que un mont¨®n de gente diga un mont¨®n de mentiras", declar¨® Carville pidi¨® que Starr sea "investigado por sobornos".
Ahora, aunque Starr le presente acusaciones contra Clinton, es muy improbable que el Congreso de EE UU ose abrirle un proceso de impeachment o destituci¨®n a un presidente muy popular por una supuesta obstrucci¨®n a la justicia en un asunto, el de Paula Jones, que est¨¢ archivado.
Aunque queden algunos flecos legales -Paula Jones quiere recurrir la decisi¨®n de la juez Wright y Starr no ha concluido su investigaci¨®n- Clinton aparec¨ªa ayer como el vencedor pol¨ªtico de los esc¨¢ndalos sexuales del ¨²ltimo trimestre. Ha evitado el sensacionalista juicio por el caso Jones que deb¨ªa celebrarse el pr¨®ximo mes y contempla c¨®mo pierde fundamento el caso Lewinsky. Dos tercios de los norteamericanos encuestados ayer por Gallup para CNN y USA Today creen que deben cerrarse todas las investigaciones sobre la vida privada del presidente.
Clinton recibi¨® la noticia del archivo del caso Jones en la noche del mi¨¦rcoles en Dakar (Senegal) y al principio pens¨® que se trataba de una de las bromas cl¨¢sicas del 1 de abril, el d¨ªa de los Inocentes en los pa¨ªses anglosajones. Luego la celebr¨® fum¨¢ndose un puro y tocando la guitarra.
Hillary Clinton, que acompa?a a su marido en la gira africana, declar¨® ayer desde Dakar: "Bill y yo siempre hemos sabido que todo este asunto terminar¨ªa bien, puesto que no hab¨ªa pruebas para sostener esas acusaciones sin fundamento".
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