Las otras pasiones de la Semana Santa
Ortodoxos, protestantes y anglicanos celebran sus propios ritos alejados del boato cat¨®lico
Ortodoxos, evang¨¦licos y anglicanos son algunos de los cristianos no cat¨®licos que celebran estos d¨ªas en la capital su Semana Santa. Y lo hacen como suelen hacerlo las minor¨ªas, con discreci¨®n. En parte porque es imposible superar la puesta en escena de una procesi¨®n cat¨®lica a la espa?ola. Ni tan siquiera aspiran a ello. Sus dogmas les impiden, en muchos casos, ver con buenos ojos el boato de los ritos cat¨®licos relacionados con la Pasi¨®n."Ay, la Pasi¨®n, la Pasi¨®n", dice el arcipreste Dimitri Tsiamparlis, responsable espiritual de la comunidad ortodoxa espa?ola. Su sonrisa es m¨¢s ilustrativa que sus palabras. Refleja una especie de condescendencia hacia esa tendencia cat¨®lica a recrearse en el sufrimiento en lugar de ensalzar el triunfo de la vida sobre la muerte. "Para nosotros el d¨ªa m¨¢s importante es el S¨¢bado de Resurrecci¨®n", dice Jenny, su esposa, responsable tambi¨¦n de que esta peque?a comunidad haya conseguido erigir un templo en toda regla en Chamart¨ªn.
"Es un milagro de ¨¦l, de su tes¨®n", dice Jenny mientras ense?a orgullosa las pinturas reci¨¦n restauradas por artistas griegos. El ritual ortodoxo sigue los mismos pasos que el cat¨®lico -Domingo de Ramos con la bendici¨®n de las palmas, oficios del mi¨¦rcoles, Jueves y Viernes Santo...-, pero no coincide siempre en fechas.
"Seguimos teniendo en cuenta el precepto de que ha de celebrarse despu¨¦s de la Pascua jud¨ªa", explica el padre Dimitri. Este a?o la conmemorar¨¢n la pr¨®xima semana. En Grecia y en todos los pa¨ªses de mayor¨ªa ortodoxa, las procesiones son moneda com¨²n. En Madrid, consisten en rodear el Viernes Santo el templo, par¨¢ndose en cinco puntos distintos para realizar las peticiones. Son liturgias largas -de tres a cuatro horas- y solemnes, que viven su momento m¨¢s intenso el s¨¢bado, cuando la calle de Nicaragua se llena de fieles, que no han encontrado sitio en el interior de la iglesia, para celebrar la vuelta a la vida.
"En algunas partes se tiran cohetes, aparecen las bandas de m¨²sica", dice el arcipreste. "Aqu¨ª lo vivimos con la misma intensidad, pero, claro, somos mucho menos numerosos". Es dif¨ªcil cuantificar a sus feligreses por que, "aunque la colonia griega es peque?a, la llegada masiva de inmigrantes de los pa¨ªses del Este, ortodoxos en su mayor¨ªa, ha incrementado notoriamente su congregaci¨®n", a?ade.
La alegr¨ªa sabatina incontenida era lo que les delataba cuando la Iglesia ortodoxa se estableci¨® en Madrid en 1948. "Los vecinos se extra?aban al ver a la gente tan contenta y cantando, pero nunca hemos tenido problemas. No hacemos proselitismo, venimos a ayudar a nuestros f¨ªeles", dice el arcipreste, al tiempo que reconoce que las relaciones con el resto de las iglesias es constante y cordial. La implicaci¨®n de los feligreses con su Iglesia es variopinta.
"Somos m¨¢s mediterr¨¢neos que los espa?oles", argumenta como justificaci¨®n. "Hay gente que s¨®lo la ves tres o cuatro domingos al a?o, pero qu¨¦ le vas a hacer", a?ade.
Lo mismo sucede con los preceptos de Cuaresma. M¨¢s rigurosos que los cat¨®licos -el pescado y el aceite, por ejemplo, s¨®lo se pueden tomar determinados d¨ªas-, el padre Dimitri cree que eso tendr¨¢ que cambiar, aunque los m¨¢s tradicionalistas se niegan.
Menos rigurosos con la imaginer¨ªa, aunque igual de poco entusiastas, son los miembros de la Iglesia Reformada Episcopal Espa?ola, una comunidad religiosa, incluida en la Comuni¨®n Anglicana, que se fund¨® en Madrid en 1868 por Juan Bautista Cabrera. En su sede de la iglesia del Redentor, la ¨²nica catedral protestante de Madrid en la calle de la Beneficencia, se celebran los ritos religiosos seg¨²n liturgia visig¨®tica (antiguo rito moz¨¢rabe), traducida del lat¨ªn por su primer obispo.
"Oficiamos como lo hac¨ªan los cristianos en Espa?a antes de la hegemon¨ªa de Roma", dice Carlos Ruiz, obispo de los anglicanos espa?oles. En Madrid apenas superan el medio millar de fieles, aunque el templo de San Jorge, en la calle de N¨²?ez de Balboa, destinado a los oficios en ingl¨¦s, vive un continuo traj¨ªn de feligreses. "Cambian bastante porque van muchos diplom¨¢ticos de la Commonwealth destinados en Madrid, profesores de ingl¨¦s que est¨¢n uno o dos a?os. Aqu¨ª, sin embargo, nos conocemos todos", dice Ruiz.
"M¨¢s que im¨¢genes, giramos en torno a conceptos teol¨®gicos, a reflexiones", explica el obispo. El fervor que despiertan las tallas en los cat¨®licos es, seg¨²n ellos, un reflejo fiel de la inclinaci¨®n de su balanza religiosa. "Lo que nos parece mal es que todo queda en eso, en el crucificado, no en el resucitado. Me preocupa que la imagen de Cristo de los cat¨®licos sea la de un ni?o en brazos de su madre o la de un muerto. Falta la verdadera dimensi¨®n de Dios vivo, Dios hombre andando entre los hombres, que queda solapada por esas dos im¨¢genes tan potentes". Adem¨¢s, el derroche del boato atenta para ellos con las ense?anzas b¨¢sicas del cristianismo.
"?Qu¨¦ dir¨ªa Jes¨²s si se viera paseando por las calles encima de un trono, con vestimentas bordadas en oro?", se pregunta el obispo, protestante de cuarta generaci¨®n. El d¨ªa m¨¢s Importante para ellos es el domingo, cuando celebran el gran culto de la resurrecci¨®n.
La m¨²sica y las flores vuelven al templo, que estos d¨ªas muestra una ausencia casi total de adornos. El jueves celebran el culto de la instituci¨®n de la Santa Cena y el Viernes, el oficio de la Pasi¨®n, donde "se enfatiza el sufrimiento y la muerte de Jes¨²s por nosotros", dice Ruiz. En la iglesia del Redentor, las vacaciones tambi¨¦n se dejan sentir, aunque el obispo asegura que "muchos las acaban en s¨¢bado para poder asistir al oficio religioso del domingo". "Para nosotros", prosigue, "no existen los cristianos no practicantes. El cristianismo es pr¨¢ctica".
Tampoco tiene preceptos especiales para la Cuaresma, aunque procuran abstenerse de comer carne, sobre todo por respeto. "Un protestante con sentido com¨²n no va a fre¨ªr chuletas de cordero delante de un cat¨®lico. Eso me lo ense?¨® mi madre".
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