Gana el amigo mayor de Tiger Woods
Un 'putt' de seis metros en el 18 da a Mark O'Meara su primera chaqueta verde
Los viejos ganaron a los j¨®venes. Los veteranos del circuito, los regulares trotamundos que pelean cada semana por un buen puesto en los torneos y en las estad¨ªsticas para engordar su cartera, hicieron suyo el Masters del regreso al pasado. El californiano Tiger Woods se fue a vivir a Florida porque all¨ª ten¨ªa su casa Mark O'Meara, un veterano del circuito que se hab¨ªa convertido en su mejor amigo a pesar de ser 19 a?os mayor que ¨¦l. Ayer, el Tigre tuvo la oportunidad de hacerle a su viejo pote el mejor regalo que ¨¦ste pudiera esperar: ponerle una chaqueta verde. No una cualquiera, no, la chaqueta verde por excelencia en el golf, que distingue al ganador del Masters de Augusta, el torneo m¨¢s grande de los grandes. Y lo hizo con alegr¨ªa, asumiendo que en 1998 ¨¦l no era el m¨¢s guapo del baile. En esa fiesta tampoco entr¨® finalmente Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal. Tras una decepcionante ¨²ltima ronda, en la que hizo el par del campo, el guipuzcoano concluy¨® 12?, a siete golpes del ganador."S¨®lo necesito un golpe de suerte en el momento adecuado para estar all¨ª", dijo O'Meara la v¨ªspera. Esa conjunci¨®n le lleg¨® cuando apenas quedaba torneo, en el ¨²ltimo putt. Eran seis metros de green entre su bola y el agujero. No estaba obligado a embocarlo: si fallaba, disputar¨ªa un desempate a tres bandas con Couples y Duval, pero prefiri¨® hacerlo, eligi¨® helar las esperanzas de sus competidores.
A pulso
Mark O'Meara, de 41 a?os, merec¨ªa el Masters m¨¢s abierto de los ¨²ltimos a?os. Se gan¨® a pulso los casi 100 millones de pesetas que lleva aparejados el primer grande que llega a sus vitrinas tras 17 a?os en el circuito. Aunque s¨®lo fuera por su constancia y su saber estar. Dec¨ªa otro veterano, Fuzzy Zoeller, que el M¨¢sters en realidad comenzaba el domingo. Exageraba ligeramente. El Masters 98 comenz¨® exactamente en el hoyo 13 de la ¨²ltima ronda. All¨ª lo perdi¨® Fred Couples -l¨ªder desde el primer d¨ªa-, all¨ª crey¨®, haberlo ganado el joven David Duval, all¨ª se mantuvo Mark O'Meara -el experto siempre sabe cuando llega el momento decisivo-, all¨ª los MickeIson, Furyk, Azinger y compa?¨ªa supieron que este a?o tampoco ser¨ªa el suyo. All¨ª ya no pintaban nada ni Olaz¨¢bal, ni Woods ni los dem¨¢s que hab¨ªan partido con el t¨ªtulo a tiro de birdies y fueron incapaces de abrirse un hueco.Fue all¨ª, en el 13% donde el elegante Fred Couples cometi¨® el error de su vida, la subida de adrenalina incontrolable que le conden¨® a la derrota cuando hasta entonces hab¨ªa sido el m¨¢s brillante, el m¨¢s seguro, el m¨¢s confiado. Llevaba por entonces una ventaja de un golpe a Duval y de dos a O'Meara. Lo ¨²nico que deb¨ªa hacer, como l¨ªder s¨®lido, era mantenerse sin bogeys y esperar que a los dem¨¢s les fuera venciendo la presi¨®n. Pero la tensi¨®n de la victoria cercana, y sin embargo tan lejana como s¨®lo seis hoyos de Augusta pueden serlo, le conden¨®. Su driver, empujado por una fuerza incontrolable, mand¨® la bola a un caminito en un bosque; sali¨® con bien: pod¨ªa alcanzar el green en cuatro golpes y salvar el par (el 13 es un par 5).
Entonces fue cuando calcul¨® mal todas las ecuaciones que ten¨ªa en su cabeza: no necesitaba forzosamente un birdie, hasta un bogey no supon¨ªa un desastre qued¨¢ndole a¨²n otro par 5 (el 15) para recuperar, pero el yerno de Am¨¦rica, el Juan sin miedo s¨®lo supo salir de all¨ª arriesgando. Intent¨® llegar a green de tres y acab¨® en el riachuelo que lo protege: doble bogey. Se rehizo con un eagle en el 15, pero ya era un alma en pena tembl¨®n y sin firmeza. En el 18 se entreg¨® yendo de bunker a bunker.
O'Meara, mientras tanto, hizo de hormiga. Un birdie por aqu¨ª (en el 15), otro por all¨¢ (en el 17) le llevaron a compartir el liderato antes del 18. All¨ª le esperaba la oportunidad de su vida, la que se hab¨ªa trabajado durante un torneo que empez¨® gris (74 golpes el primer d¨ªa), pero del que nunca se descolg¨®.
El hombre gris como las canas de sus sienes, el padre de familia, el golfista medio americano que de peque?o limpiaba palos de golf en el club de su familia no porque fuera pobre sino porque quer¨ªa tocar la materia de que estaban hechos sus sue?os, alcanz¨® por fin la inmortalidad de un Masters. Todo perfecto para el pa¨ªs que desde los pioneros siempre se ha vanagloriado con ser la tierra de las oportunidades.
Clasificaci¨®n
1. Mark O'Meara (EE UU), 279 golpes (74-70-68-67). 2. Fred Couples (EE UU), 280 (69-70-71-70). David Duval (EE UU), 280 (71-68-74-67). 4. Jim Furyk (EE UU), 281 (76-70-67-68). 5. Paul Azinger (EE UUU), 282 (71-72-69-70). 6. David Torris (EE UU), 283 (75-72-72-64). Jack Nicklaus (EE UU), 283 (73-72-70-68). 8. Justin Leonard (EE U U). 285 (74-73-69-69). Tiger Woods (EE UU), Z85 (71-72-72-70). Darren Clarke (Irlanda), 285 (76-73-67-69). Colin Montgomerie (Gran Breta?a), 285 (71-75-69-70). 12. Per-Uirik Johansson (Suecia), 286 (74-75-67-70). Jay Haas (EE UU), 286 (72-71-71-72). Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal (Espa?a), 286 (70-73-71-72). Phil Mickeison (EE UU), 286 (74-69-69-74). 16. lan Woosnam (Reino Unido), 287 (74-71-72-70). Scott McCarron (EEUU), 287 (73-71-72-71). Mark Calcavecchia (EEUU), 287 (74-74-69-70). Ernie Eis (Sur¨¢frica), 287 (75-70-70-72). Scott Hoch (EE UU), 287 (70-71-73-73). 21. Willie Wood (EE UU), 288 (74-74-70-70). Matt Kuchar (EE UU), 288 (72-76-68-72). 23. Stewart Cink (EE UU), 289 (74-76-69-70). John Huston (EE UU), 289 (77-71-70-71). Jeff Maggert (EE UU), 289 (72-73-72-72). 26. Steve Jones (EE UU), 290 (75-70-75-70). David Frost (Sur¨¢frica), 290 (72-73-74-71).
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