Drama de capa y espada

En 1638, la reina Anne de Austria da a luz al heredero del trono de Francia, al futuro Luis XIV, pero, seg¨²n cuenta una leyenda, s¨®lo confirmada por novelistas y cineastas, nacen dos gemelos. Para evitar problemas, el menor es desterrado por orden del rey, y cuando su hermano llega al trono es encerrado en una mazmorra de La Bastilla con una m¨¢scara de hierro para que nadie descubra su parecido con el monarca.A partir de estos hechos, el famoso novelista Alejandro Dumas escribe La m¨¢scara de hierro, una de sus obras m¨¢s dif¨ªciles de encontrar, pero repetidamente adaptada al cine, en la que su legendario personaje D'Artagnan, capit¨¢n de la guardia real, es el protector del nuevo monarca, y los tres mosqueteros, unos viejos Athos, Porthos y Aramis, quienes llevan al trono al prisionero de La Bastilla al ver el despotismo con que gobierna su hermano.

Esta leyenda y esta novela son origen de varios cl¨¢sicos del cine de capa y espada. En primer lugar se sit¨²a la versi¨®n muda de 1929, dirigida por el pionero Allan Dwan y protagonizada por el m¨ªtico Douglas Fairbanks; tambi¨¦n tiene inter¨¦s la realizada en 1939 por James Whale con Loulse Hayward en el doble papel. Entre las restantes pueden se?alarse dos m¨¢s recientes, pero menos atractivas, una francesa, rodada en 1962 por Henri Decoin con Jean Marais, y una brit¨¢nica de 1977 hecha por Mike Niwell, con Richard Chamberlain.

Envejec¨ªdos y melenudos

Esta nueva versi¨®n de La m¨¢scara de hierro, primera pel¨ªcula como director del novelista y guionista Randal Wallace, tiene el atractivo de un amplio y brillante reparto masculino, unos envejecidos y melenudos Jeremy Irons, John Malkovich, G¨¦rard Depardieu y Gabriel Byrne, frente a la juventud y esplendor de Leonardo DiCaprio, y tambi¨¦n est¨¢ rodada en bellos palacios de Francia.Sin embargo, Randal Wallace, en su calidad de guionista, se toma demasiadas libertades con la obra original, hasta el extremo de convertir al m¨ªtico D'Artagnan en el padre de Luis XIV, pero sobre todo hace de un cl¨¢sico de capa y espada un drama paterno-filial. En medio de padres y madres afligidos por la suerte de sus v¨¢stagos y encuentros inesperados entre padres e hijos, dedica una m¨ªnima atenci¨®n a la acci¨®n, a los duelos a espada que han hecho famoso este g¨¦nero.

Al igual que la mayor¨ªa de sus compa?eros de generaci¨®n, Wallace carece del tradicional poder de s¨ªntesis de los grandes directores norteamericanos y necesita m¨¢s de dos horas para contar una historia que sus ilustres antepasados despacharon con facilidad en los tradicionales 90 minutos. Esto hace que esta nueva versi¨®n de la obra cl¨¢sica tenga una inacabable primera parte, que pierde demasiado tiempo en la presentaci¨®n de los personajes y la exposici¨®n de la trama, frente a una m¨¢s movida segunda.