Un desierto alto y seco

El sitio para instalar el observatorio VLT se eligi¨® hace una d¨¦cada por sus condiciones excepcionales. Cerro Paranal est¨¢ a 2,635 kil¨®metros de altura sobre el nivel del mar, en el norte de Chile, a 12 kil¨®metros de la costa del Pac¨ªfico. Es uno de los lugares m¨¢s secos de la Tierra y tiene, de media, 350 noches completamente despejadas al a?o con unas condiciones excepcionales de estabilidad atmosf¨¦rica.La baj¨ªsima concentraci¨®n de vapor de agua en el aire, de excepcional transparencia, hace que el sitio sea excelente para las observaciones astron¨®micas, sobre todo en infrarrojo. Adem¨¢s, es uno de los lugares m¨¢s despoblados del planeta, lo que evita las interferencias por la actividad humana, como carreteras o luces de ciudades. El ESO, organizaci¨®n a la que no pertenece Espa?a, tiene m¨¢s observatorios ya instalados en Chile, para observar el cielo del hemisferio sur.

Para montar el complejo del VLT se ha aplanado una cumbre de una monta?a convirti¨¦ndola en una plataforma, lo que ha supuesto mover 300.000 metros c¨²bicos de roca y tierra. Desde que el ESO tom¨® la decisi¨®n hace diez a?os y firm¨® con Chile el acuerdo pertinente que garantiza a los astr¨®nomos de ese pa¨ªs el derecho a utilizar los telescopios un n¨²mero de horas al a?o, el organismo europeo ha tenido que ir salvando escollos, algunos ins¨®litos, como conflictos con una familia que reclamaba la propiedad del terreno que hab¨ªa sido cedido por el Gobierno chileno y que finalmente se solucion¨® tras procesos judiciales e intervenciones pol¨ªticas al m¨¢s alto nivel. Adem¨¢s de los avatares de un desarrollo tecnol¨®gico de esta envergadura, pasado por la aventura que supone subir las enormes piezas de los telescopios por carreteras de monta?a en transportes especiales.