Tres versiones distintas y una paternidad en disputa

El dise?o del proyecto lanzado en 1989 por la Generalitat socialista, bautizado inicialmente como Ciudad de las Ciencias, inclu¨ªa el cine hemisf¨¦rico, el museo cient¨ªfico y la torre de telecomunicaciones. Las obras fueron adjudicadas a principios de 1995. Pero las elecciones auton¨®micas de ese a?o, que significaron la salida de los socialistas y la llegada de los populares al Gobierno aut¨®nomo, cambiaron el rumbo del ambicioso proyecto, que qued¨® sometido a constantes vaivenes.Ambos partidos se disputan la paternidad del proyecto, que ahora capitalizar¨¢n los populares. Inicialmente el PP adopt¨® la idea de los socialistas, pero despu¨¦s paraliz¨® el proyecto. "Hemos llegado a tiempo de paralizar algo sin utilidad real o que fuese una demanda de los ciudadanos", lleg¨® a decir el consejero de Econom¨ªa, Jos¨¦ Luis Olivas, y lo desech¨® casi por completo.

A finales de 1995 Olivas presentaba, un proyecto suyo que s¨®lo dejaba en pie el cine hemisf¨¦rico y que a?ad¨ªa una Ciudad de la Justicia, diversos pabellones tem¨¢ticos, una piscina cubierta, hoteles y restaurantes, una granja escuela y hasta un g¨¦iser.

Un pol¨¦mico 'pirul¨ª'

Este proyecto de Olivas no gust¨® a casi nadie y recibi¨® un aluvi¨®n de cr¨ªticas al ser considerado una especie de caj¨®n de sastre en el que cab¨ªa casi de todo. Las cr¨ªticas llegaron incluso desde el Ayuntamiento de Valencia. La alcaldesa popular, Rita Barber¨¢, defendi¨® el proyecto inicial, en concreto el pirul¨ª, que tiempo despu¨¦s de su supresi¨®n aparec¨ªa en la publicidad municipal.Finalmente el PP se vio obligado a retomar el proyecto de los socialistas, debido a las presiones de las constructoras, que en caso de quedar descartado el proyecto hubieran tenido derecho a millonarias indemnizaciones. Pero, para dejar su huella en el proyecto -que pretenden rentabilizar, para lo que han acelerado las obras con vistas a su inauguraci¨®n en la primavera del pr¨®ximo a?o, antes de las elecciones municipales y auton¨®micas- los populares introdujeron algunas modificaciones. Era el tercer proyecto.

As¨ª, el Palacio de las Artes ocupar¨¢ el lugar que el proyecto original, puesto en marcha por los socialistas, destinaba a la emblem¨¢tica torre de telecomunicaciones. El pirul¨ª, de 340 metros de altura, dise?ado tambi¨¦n por Calatrava, fue rechazado por los populares con argumentos relativos a su escasa funcionalidad y a la dificultad de comercializar los espacios de las patas de la torre destinados a oficinas. Pese a sus reticencias iniciales, y tras considerar un "error hist¨®rico" la paralizaci¨®n de su proyecto, el ingeniero y arquitecto valenciano afincado en Z¨²rich, acab¨® claudicando. El PP le convenci¨® para que.sustituyera la torre por una instalaci¨®n capaz de albergar espect¨¢culos de m¨²sica, ¨®pera y danza. La otra gran modificaci¨®n fue el parque oceanogr¨¢fic