Recuerdo por un tubo
Un paseo del Pont¨®n de la Oliva a Patones, siguiendo la primera conducci¨®n de aguas del Lozoya
A mediados del siglo XIX, seg¨²n Gald¨®s, "Madrid no ten¨ªa de metr¨®poli m¨¢s que el nombre y la vanidad rid¨ªcula. Era un payo con casaca de gentilhombre y camisa desgarrada y sucia". En aquel Madrid de Fortunata y Jacinta, los mil aguadores que hab¨ªa eran parco remedio contra la mugre de "aquellos veranos ardorosos en que el Ayuntamiento refrescaba y alimentaba las fuentes del Berro y de la Teja con cubas de agua sacada de los pozos ... ; aquellos tiempos en que los portales eran sentinas y los vecinos iban de un cuarto a otro con el pucherito en la mano, pidiendo por favor un poco de agua para afeitarse". Con 6,5 l¨ªtros por barba y d¨ªa -¨¦se era el consumo medio-, el gato s¨®lo pod¨ªa lavarse como tal, y gracias. Harto sin duda de oler a sobaquina en su Ministerio de Comercio, Instrucci¨®n y Obras P¨²blicas, Bravo Murillo orden¨® en 1848 que se estudiasen los proyectos habidos y por haber para mejorar el abastecimiento de aguas de la capital. El r¨ªo Lozoya, cerca de su desembocadura en el Jarama, se revel¨® como el m¨¢s conforme para acometer la tra¨ªda. Y all¨ª fue que 2.000 presos trabajaron a muerte (y no es hip¨¦rbole) para construir la presa del Pont¨®n de la Oliva y una conducci¨®n por la que las ricas aguas corrieron a lo largo de 76 kil¨®metros para ir a dar, el 24 de junio de 1858, a un surtidor de 12 ca?os en la calle de San Bernardo, junto a la iglesia de Montserrat. De la joven reina que lo inaugur¨® tom¨® su nombre el canal. Ahora que se cumplen 150 a?os de aquella decisi¨®n hist¨®rica, y que la Comunidad anda, con toda raz¨®n, detr¨¢s de declarar estas obras hidr¨¢ulicas Bien de Inter¨¦s Cultural, bueno ser¨¢ que nos acerquemos a conocer tan kilom¨¦trico monumento, o siquiera un trecho de ¨¦l. A tal efecto, desde la explanada que hay habilitada como aparcamiento al pie del Pont¨®n de la Oliva, subiremos a la presa por una rampa lateral de piedra caliza y recorreremos sus 72 metros de coronaci¨®n para ir a salir por el lado contrario, bajando unos pelda?os, a la plataforma horizontal, algo elevada sobre el terreno circundante, bajo la que discurre el viejo canal. Salvo los primeros metros, en que corre camuflado entre hartas retamas y se entierra para cruzar la carretera de El Atazar, el resto de su trazado se muestra sin disimulo, se?alando su presencia con acueductos, sifones, casetas de equilibrio e incluso l¨¢pidas, con fecha inscrita de 1853, en que se dej¨® constancia de la progresi¨®n de las obras.
Caminando sobre el canal, todo ¨¦l es un miradero. A un lado, Lozoya y Jarama confluyen en el embalse de Valdentales, al arrimo de una populosa chopera, para ser en adelante s¨®lo Jarama, el de la vega feraz de Patones de Abajo, Torremocha, Torrelaguna y, se?oreando en un escarpe a mediod¨ªa, Uceda. Al otro, se alza la sierra caliza de Patones, surcada a lo ancho por agrios barrancos y a lo largo por nuestro anciano canal y por los m¨¢s modernos y elevados de El Atazar y Alto Jarama, ¨¦ste con sus enormes tuber¨ªas al aire, como un juego did¨¢ctico de vasos comunicantes para hijos de gigantes.
Tras seis kil¨®metros de imperceptible descenso, el canal, convertido en un mero camino rural, desemboca en la carretera de Patones de Abajo a Patones de Arriba, o Patones a secas. Desde aqu¨ª podemos subir a Patones por el fondo del barranco, y luego por la calle de las eras, para seguir las se?ales de pintura roja y blanca del sendero GR-10 hasta el Pont¨®n de la Oliva (a dos kil¨®metros de la presa, abre su boca la cueva del Reguerillo, otra obra hidr¨¢ulica, pero ¨¦sta natural y prehist¨®rica); o bien volver por donde hemos venido, mas ahora aguas arriba, que es un poco como regresar al pasado, a aquellos d¨ªas en que, para citar de nuevo a Gald¨®s, por fin el paleto se dispon¨ªa a ser se?or de verdad... Madrid, dentro de algunos a?os, iba a tener raudales de agua distribuidos en las calles y plazas, y adquirir¨ªa la costumbre de lavarse, por lo menos la cara y las manos. Lavadas estas partes, se lavar¨ªa despu¨¦s otras".
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