La eterna pol¨¦mica del Santo Sudario

Veinte a?os despu¨¦s de la ¨²ltima exhibici¨®n p¨²blica, el Santo Sudario, el lienzo con la Supuesta impronta del cuerpo muerto d¨¦ Jesucristo, se exhibir¨¢ en el Duomo de Tur¨ªn a partir de ma?ana y hasta el 14 de junio. Esta nueva ostensi¨®n de la reliquia m¨¢s importante del mundo cat¨®lico -un ensayo con vistas a los festejos del Jubileo del a?o 2000- coincide con la publicaci¨®n de nuevos libros que defienden "cient¨ªficamente" la autenticidad del lienzo, 10 a?os despu¨¦s de que, a instancias del papa Juan Pablo 11, fuera sometido a intensos an¨¢lisis y a la prueba del carbono 14, que desmont¨® la tesis de la reliquia santa al situar los or¨ªgenes del tejido en un periodo vago entre mediados del siglo XIII y finales del XIV. Adquirida por los Saboya en 1453, que la ceder¨ªan al Papa tras la muerte de Umberto II en 1983, la S¨¢bana Santa, o Sindone -el nombre griego que usan los italianos-, es no s¨®lo ?a reliquia m¨¢s importante de los cat¨®licos, sino tambi¨¦n la m¨¢s conocida. Seg¨²n una reciente encuesta publicada por la prensa italiana, m¨¢s del 90%,de los habitantes del planeta han o¨ªdo hablar de la S¨¢bana Santa. Sitios en Internet, centros de estudio, revistas y un inagotable flujo de libros q ue intentan hacer luz sobre el oscuro origen de la reliquia ilustran el inter¨¦s y la curiosidad que provoca. Su exhibici¨®n en Tur¨ªn -donde se custodia desde 1578-, cuando se cumple un siglo de la fecha en que fue tomada la primera y reveladora fotografia del lienzo, ha desencadenado de nuevo la pol¨¦mica sobre los l¨ªmites de la ciencia y los de la fe a la hora de fijar la etapa hist¨®rica a la, que pertenece y el verdadero significado de la tela.

Los an¨¢lisis con carbono 14 realizados simult¨¢neamente en Z¨²rich, Oxford y Tucson (Estados Unidos) en octubre de 1988 cerraron en falso, por lo que parece, una pol¨¦mica alimentada por la impotencia de la ciencia a la hora de explicar toda la verdad sobre el lienzo y la tenacidad de los creyentes en. atribuirle una identidad milagrosa. Diez a?os despu¨¦s del duro golpe del carbono, los defensores de la autenticidad del Santo Sudario vuelven a la carga aportando nuevas pruebas. El ¨²ltimo libro sobre la Sindone, publicado por el m¨¢ximo estudioso italiano, Pierluigi Baima Bollone, forense de la Universidad de Tur¨ªn, basa esta defensa de autenticidad en las huellas de un par de monedas colocadas sobre los p¨¢rpados del cad¨¢ver que a¨²n pueden verse seg¨²n el autor- en el lino sagrado. Se tratar¨ªa de monedas pertenecientes a la ¨¦poca de Ponci¨® Pilato, que, al parecer, habr¨ªan pasado inadvertidas hasta ahora por los sucesivos investigadores que se han acercado a la tela. Baima Bollone no limita a este nuevo dato su aportaci¨®n a la causa del Santo Sudario, el estudioso critica duramente las pruebas del carbono 14 por dos razones: son inadecuadas sobre un tejido como el lino, y fueron efectuadas a partir de muestras del tejido tomadas de forma inadecuada para fines cient¨ªficos. Otros dos textos -uno de autores italianos; el otro, de investigadores franceses-, La Sindone, storia di un -enigma, publicado por Rizzoli, y La sacra Sindone, de Neri Pozza, vienen a echar m¨¢s le?a a la pol¨¦mica.

Los autores franceses han examinado con las t¨¦cnicas m¨¢s modernas las inscripciones que figuran en torno a la huella de la cabeza humana que se intuye en el lienzo, para determinar que son inscripciones antiguas que corresponden a la ¨¦poca de la crucifixi¨®n de Cristo. Los italianos, por su parte, abundan en los detalles misteriosos de la tela sobre la que los cient¨ªficos de todas las escuelas han llegado a una ¨²nica conclusi¨®n com¨²n: las tenues huellas que se intuyen sobre la tela no han sido pintadas, sino que son el resultado de un cambio de color del propio tejido, de la deshidrataci¨®n y oxidaci¨®n del lino.

La Iglesia cat¨®lica permanece esc¨¦ptica respecto al origen real de la Sindone. En octubre de 1988, el entonces arzobispo de Tur¨ªn, cardenal Anastasio Ballestrero, acept¨® como v¨¢lida la prueba del carbono 14 y declar¨® que ¨¦l mismo jam¨¢s hab¨ªa cre¨ªdo en la autenticidad del sudario. Algo que no le perdonan cat¨®licos convencidos como el escritor italiano Vittorio Messori, que en declaraciones a varios medios italianos conmina a la jerarqu¨ªa cat¨®lica a tomar una decisi¨®n sobre el lienzo.