Espa?a, sin datos fiables
Los datos para conocer las verdaderas dimensiones del fen¨®meno de la violencia infantil y juvenil en Espa?a son escasos o se hallan dispersos entre Comunidades Aut¨®nomas, asociaciones de asistencia social y oficinas p¨²blicas. Los ni?os y j¨®venes conflictivos en Espa?a son un problema que cada vez preocupa m¨¢s a la sociedad y a los poderes. El asunto se aborda a trav¨¦s de centros de asistencia y reformatorios, que son responsabilidad de las comunidades aut¨®nomas. Para Javier Urra, Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, "los centros funcionan bien, aunque no hay programas de prevenci¨®n y seguimiento ni se les est¨¢ ofreciendo a estos j¨®venes una alternativa, laboral y de vida digna". Esta es, para Urra, la principal causa de la reincidencia de muchos de estos j¨®venes.
El n¨²mero de detenciones registradas en el Ministerio del Interior en 1997 roza el optimismo: hubo una disminuci¨®n de un 13,27% respecto al a?o anterior, o sea unas 2.912 menos. Sin embargo, estos ¨ªndices no reflejan plenamente los hechos, pues muchas de las denuncias sobre violencia escolar las reciben ONG o asociaciones de padres de familia.
Defensor del Pueblo
El Defensor del Pueblo ya advert¨ªa del problema en su in-, forme de 1996: "En relaci¨®n con el incremento de la violencia entre los j¨®venes y, en concreto, sobre los fen¨®menos marginales de violencia que pudieran estarse produciendo en el ¨¢mbito educativo, se han iniciado actuaciones" para conocer la magnitud real del problema, que seg¨²n el informe se estaba expandiendo. El Defensor indicaba que a fines de 1996 a¨²n no hab¨ªa recibido los datos necesarios para un diagn¨®stico global. El pr¨®ximo informe del Defensor del Pueblo se presenta en mayo al Congreso de Diputados. "No hay un estudio fiable, ni una estad¨ªstica buena sobre el problema. Las informaciones son casi siempre sectoriales" asegura Esteban Ibarra, presidente de J¨®venes contra la Intolerancia, asociaci¨®n que trabaja sobre violencia escolar en 15 comunidades aut¨®nomas. Ibarra cree que ser¨ªa necesario un plan integral que aborde el fen¨®meno, ya que son muchos los factores que intervienen y ni los familiares ni los profesores de los institutos saben c¨®mo actuar ni a qui¨¦n dirigirse para recibir orientaci¨®n.
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