Las primarias del PSOE
Desde que se iniciaron las elecciones primarias para designar al candidato socialista a la presidencia del Gobierno no han sido escasas las comunicaciones de lectores llegadas a esta secci¨®n que piden a EL PAIS un exquisito equilibrio informativo en este proceso electoral que tiene lugar en el interior del PSOE. No se trata de quejas por tal o cual informaci¨®n, sino de una actitud que podr¨ªa calificarse de expectante respecto del tratamiento informativo dado a este novedoso e importante acontecimiento pol¨ªtico. Son lectores que, bien por su implicaci¨®n en el referido proceso electoral, bien por su inter¨¦s en el desarrollo de esta sugestiva experiencia, siguen muy de, cerca la informaci¨®n de EL PAIS sobre las dos candidaturas en liza y no dejan de manifestar su opini¨®n -al tiempo que hacen tal o cual bienintencionada recomendaci¨®n- sobre aspectos que podr¨ªan pasar inadvertidos a otros lectores no tan interesados como ellos en la cuesti¨®n. Un lector de Madrid, Jaime Beruete, no considera balad¨ª, a los efectos del deseable equilibrio informativo, la forma de designar a los dos candidatos contendientes, Joaqu¨ªn Almunia y Jos¨¦ Borrell. Y se refiere en concreto a los cargos de ambos tanto en su partido como en anteriores Gobiernos y a su origen geogr¨¢fico. Tomando como punto de partida las informaciones aparecidas el pasado 9 de abril sobre las primarias socialistas, este lector percibe "una posici¨®n no equitativa en el tratamiento que a ambos candidatos da la Redacci¨®n". En dichas informaciones existen referencias a Borrell como ex ministro y dirigente catal¨¢n, mientras que a Almunia se le designa como secretario general del PSOE y se obvia su procedencia geogr¨¢fica. "Si se utiliza", se?ala el lector, "el criterio de ponerles un ep¨ªteto definido por su origen geogr¨¢fico y su ocupaci¨®n de un puesto de relevancia anterior al actual, h¨¢gase con los dos. Jos¨¦ Borrell es 'ex ministro y catal¨¢n', como Joaqu¨ªn Almunia es igualmente 'ex ministro y vasco". Sin embargo, este lector opta por una f¨®rmula con la que, a su juicio, se alcanzar¨ªa la plena equidad informativa en el tratamiento a ambos candidatos. Es ¨¦sta: "... Borrell, miembro de la ejecutiva nacional del PSOE y aspirante a candidato a la presidencia del Gobierno", y "... Almunia, secretario general del PSOE y aspirante a candidato a la presidencia del Gobierno". En lo que tiene de exhortaci¨®n a la imparcialidad y a la objetividad informativas, la sugerencia del lector merece toda la atenci¨®n. Pero esos rasgos del buen periodismo -la imparcialidad y la objetividad, esta ¨²ltima entendida m¨¢s bien como el m¨¦todo con el que el informador busca la verdad de la noticia- no residen en un uso estrictamente sim¨¦trico de los t¨¦rminos ni tampoco en un tratamiento de la informaci¨®n sometido a criterios meramente cuantitativos. Es posible que si a Borrell se le designa como "ex ministro" es porque se parte de la consideraci¨®n, cuestionable pero fundada, de que su trayectoria p¨²blica se caracteriza hasta ahora m¨¢s por los cargos que ha desempe?ado en los Gobiernos socialistas (secretario de Estado de Hacienda y ministro de Obras P¨²blicas) que por su posici¨®n en el aparato dirigente del PSOE. Y si se le designa como "dirigente catal¨¢n" es por su conocida y relevante militancia en el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) a partir de 1993 y no por haber nacido en Catalu?a. Como no se puede obviar que, por importantes que hayan sido las funciones ejercidas por Almunia como ministro, su trayectoria p¨²blica se define hoy fundamentalmente por su cargo de secretario general del PSOE. Y si es cierto que Almunia es de Bilbao, no lo es menos que su actividad pol¨ªtica se ha desarrollado siempre en el seno de la organizaci¨®n socialista de Madrid, y no en la del Pa¨ªs Vasco. EL PA?S ha puesto especial cuidado en realizar una cobertura informativa lo m¨¢s equitativa posible de las primarias del PSOE. Tanto al menos como en cualquier otro proceso electoral, y, en ese sentido, ha colocado a un periodista tras los pasos de cada uno de los candidatos. En dos ocasiones (ediciones del 3 y el 29 de marzo) se ha pronunciado editorialmente sobre el tema sin tomar partido ni por Almunia ni por Borrell. Ha analizado positivamente la iniciativa de los dos candidatos, ha exigido igualdad de oportunidades para ambos y ha expuesto los requisitos que, a su entender, son indispensables para que el proceso resulte beneficioso tanto para el PSOE como para el sistema pol¨ªtico en general. Y en el terreno de la opini¨®n ha cuidado tambi¨¦n de abrir sus p¨¢ginas a las distintas corrientes o sensibilidades presentes en el seno del PSOE. Pero no est¨¢ de m¨¢s recordar a los, lectores, y en especial a aquellos que est¨¢n interesados en el seguimiento de las primarias socialistas, que el af¨¢n por la equidad informativa puede deri var f¨¢cilmente en un tratamiento burocr¨¢tico, esencialmente antiperiod¨ªstico, de la noticia. Los criterios cuantitativos han de tenerse en cuenta, pero sometidos siempre a los cualitativos que definen la informaci¨®n, especialmente su inter¨¦s intr¨ªnseco, su actualidad, su car¨¢cter in¨¦dito y su repercusi¨®n. En el caso de las primarias del PSOE, la equidad informativa estriba, desde luego, en prestar atenci¨®n a lo que digan los protagonistas de la noticia, pero en la medida de que lo que diga cada uno de ellos tenga inter¨¦s, sea actual, ofrezca alg¨²n punto de novedad y, sobre todo, resulte atrayente para los ciudadanos, sobre todo para los potenciales votantes de ese partido.?Sexualidad marginal?
Los estudios sobre sexualidad han avanzado lo suficiente como para desechar como acient¨ªfica cualquier pretensi¨®n de establecer una l¨ªnea divisoria entre lo que es o no sexualmente correcto. Resulta aventurado, por tanto, hablar de m¨¢rgenes de la sexualidad, salvo que se haga desde posturas ideol¨®gicas previas o desde experiencias muy concretas de ¨ªndole personal. Un lector de Madrid, J. R., expone esta elemental consideraci¨®n a cuenta del art¨ªculo La otra, cara de Alfred Kinsey (EL PAIS, domingo 22 de marzo), firmado por Laurent Zecchini, en el que se afirma: "Kinsey prefer¨ªa los sujetos que se encuentran en los m¨¢rgenes de la sexualidad: homosexuales, sadomasoquistas, mirones, travestidos y ped¨®filos". Este lector, homosexual, se queja de que "el autor englobe la homosexualidad dentro de una lista de parafilias, siendo respetables las personas que las practican, siempre y cuando con esas pr¨¢cticas no se vulneran la libertad y los derechos de otras personas". El lector cuestiona los fundamentos cient¨ªficos del aserto ("?d¨®nde est¨¢ el centro desde el que se trazan los in¨¢rgenes?", pregunta), pero sobre todo se muestra preocupado por el juicio sobre la homosexualidad que trasluce, nada acorde, seg¨²n afirma, con la l¨ªnea editorial de EL PA?S. Merece ser acogida la preocupaci¨®n de este lector. Aunque bien es cierto que, si se lee con atenci¨®n el art¨ªculo, el aserto cuestionado parece referirse m¨¢s a un modo de trabajar de Kinsey que a una toma de posici¨®n del autor. Lo cual, desde luego, no le hace m¨¢s aceptable ni menos acorde con la posici¨®n editorial de EL PMS. Tampoco le resta validez a esta otra consideraci¨®n que el lector hace respecto de este peri¨®dico: "Cuando por las ma?anas elijo el mont¨®n de peri¨®dicos de EL PAIS en mi quiosco s¨¦ al menos lo que no me voy a encontrar o no deber¨ªa encontrarme, como pueden ser opiniones reaccionarias que transmiten juicios de valor sin tener una base para ello o cr¨ªticas que satanizan aquello que les puede parecer malo y se desv¨ªa del recto proceder. Nuestro peri¨®dico siempre ha demostrado un respeto a la diversidad en todos los aspectos, tanto de creencias, raza, sexo, religi¨®n, orientaci¨®n sexual, etc¨¦tera, y creo que en estos momentos de no avance de las libertades en nuestro pa¨ªs no se debe abandonar esta l¨ªnea".
Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector por carta o correo electr¨®nico (defensor@elpais.es), o telefonearle al n¨²mero 91337 78 36.
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