Zezo Ribeiro quiere fusionar la m¨²sica brasile?a y el flamenco

"No voy a tocar buler¨ªas ni a meterme por sole¨¢", explica el guitarrista Zezo Ribeiro. "Se trata de integrar elementos t¨¦cnicos del flamenco en g¨¦neros de Brasil como el bai¨¢o, el choro, el forr¨®... Creo que los arpegios y picados pueden ayudar a la conducci¨®n de una samba". Zezo Ribeiro (S¨¢o Paulo, 1963) toca la guitarra desde los nueve a?os y est¨¢ en Madrid con una beca del Ministerio de Cultura de Brasil. Su disco Gandaia, cuyo t¨ªtulo significa "fiesta sin l¨ªmites", lo ha publicado el sello espa?ol Nubenegra, y cuenta con invitados como el bajista norteamericano John Patitucci o la cantante gallega Ux¨ªa. Desde ma?ana hasta el domingo lo va a presentar en el Caf¨¦ Central de Madrid, con Cristiano Rocha a la bater¨ªa y Claudio Machado al bajo.

"La guitarra flamenca y la brasile?a son completamente distintas", reconoce. "En la flamenca, en primer plano est¨¢ la melod¨ªa; luego, el ritmo, y, en tercer lugar, la armon¨ªa. En la brasile?a, el orden es armon¨ªa, ritmo y melod¨ªa". Su idea de mezclarlas no tiene demasiados defensores. "El primer encuentro con Manolo Sanl¨²car fue terrible. Me dijo que era imposible. Pero me pidi¨® que tocara algo. Empec¨¦ a cantar la melod¨ªa con la voz y saqu¨¦ una armon¨ªa maravillosa. Casi se puso a llorar". Ahora supervisa cada tres meses los progresos de Ribeiro.

"Siento el mundo del flamenco un poco cerrado. Como si la gente tuviera un secreto que no quiere ense?ar a nadie". Sin embargo, el brasile?o, que ya fue profesor en la Universidad de S¨¢o Paulo, ha encontrado un maestro en un barrio de gitanos al que lleg¨® con los estuches de dos guitarras en las manos. "Me comentaron que El Entri ense?aba muy bien. Y es verdad. Tiene mucho respeto por lo que estoy intentando hacer y me anima much¨ªsirno".

A Zezo Ribeiro no le espantan los retos: toc¨® por primera vez en p¨²blico en el Festival de Jazz de Montreal, a d¨²o con el guitarrista Alem¨¢o. Desde entonces ha ofrecido conciertos en m¨¢s de veinte pa¨ªses. Recuerda uno en C¨®rdoba: "Cuando terminamos se acerc¨® alguien y me abraz¨® con fuerza. Yo me preguntaba qui¨¦n demonios era aquel t¨ªo que me abrazaba y repet¨ªa quiero hacer el flamenco brasile?o". El t¨ªo en cuesti¨®n era Vicente Amigo.

"El mundo camina hacia la mezcla de todo tipo de cosas, aunque no sea para descubrir cada vez algo nuevo", admite.