La riada t¨®xica arrasa el entorno de Do?ana
El Parque Nacional de Do?ana se salv¨® ayer de ser pasto de unos cinco millones de metros c¨²bicos de agua ¨¢cida procedentes de la rotura de la presa de mineral de Aznalc¨®llar (Sevilla). Los diques improvisados para impedir que la larga lengua contaminante penetrara en la zona de mayor valor ecol¨®gico y protecci¨®n del coto desviaron la amenaza hacia el r¨ªo Guadalquivir a trav¨¦s del cauce denominado Brazo de la Torre, que bordea los l¨ªmites de la reserva. Sin embargo, casi 5.000 hect¨¢reas de cultivo han quedado muy perjudicadas y la ola contaminante ha arrasado una amplia franja del llamado parque natural, de menor protecci¨®n ecol¨®gica que el nacional. Y los ecologistas no descartan que el desv¨ªo al Guadalquivir no sea tambi¨¦n una cat¨¢strofe.
La evoluci¨®n de la mancha ¨¢cida permite decir a los t¨¦cnicos que la joya de la corona de Do?ana, el parque nacional, se ha salvado. Sin embargo, la zona que la rodea, el llamado parque natural, ha sufrido graves da?os en los 20 kil¨®metros en que es atravesado por el r¨ªo Guadiamar. Una franja de 200 metros a ambos lados de cauce ha quedado pr¨¢cticamente quemada. Esta zona es un lugar de alimentaci¨®n y cr¨ªa de muchas especies, condenadas a una ?muerte silenciosa?, seg¨²n Greenpeace. La construcci¨®n de tres muros de contenci¨®n, uno en el cauce citado; otro r¨ªo arriba, en el llamado Canal de Aguas M¨ªnimas, y un tercero entre ambos, entre las localidades de Villamanrique y Villafranco del Guadalquivir, impidi¨® un desastre mayor.
Pero est¨¢n afectados m¨¢s de 20 kil¨®metros de la cuenca del Guadiamar, desde Aznalc¨®llar, con la destrucci¨®n de 5.000 hect¨¢reas de cultivos y unas p¨¦rdidas ?que van a suponer mucho tiempo de recuperaci¨®n ecol¨®gica y econ¨®mica?, seg¨²n coincidieron los t¨¦cnicos del parque y de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir.
Los momentos de mayor tensi¨®n y preocupaci¨®n se alcanzaron a las 6.00 del s¨¢bado y las 12 horas posteriores por las crecidas naturales del r¨ªo por efecto de la pleamar. Afortunadamente, los muros habilitados consiguieron en ambas ocasiones frenar la fuerza del agua, e impedir que ¨¦sta rebosase en la marisma del parque. La bajada del Guadiamar era muy lenta a ¨²ltima hora de ayer y con un contenido de metales pesados mucho m¨¢s diluido que en horas anteriores.
La noche del s¨¢bado fue muy larga. M¨¢s de medio centenar de efectivos humanos y numerosos medios materiales, como tractores, camiones de carga, una pala empujadora o tres retroexcavadoras, no dejaron de actuar en la zona, llevando escombros hasta los l¨ªmites del parque para la construcci¨®n de los muros. La emisora no dejaba de sonar en el centro de recepci¨®n de visitantes de El Acebuche, donde se centralizaban los mensajes, que coordinaba el director en funciones del Parque Nacional de Do?ana, Alberto Ruiz de Larramendi.La incertidumbre comenz¨® hacia la medianoche, porque las medidas estaban en marcha pero las garant¨ªas flotaban en el aire.
Finalmente, a las 4.30, la avenida t¨®xica llegaba al primer muro que no pudo aguantar la presi¨®n del l¨ªquido y se rompi¨®. Pero la ola ¨¢cida acab¨® encauz¨¢ndose en el Canal de Aguas M¨ªnimas, en la zona de Entremuros.
Un d¨ªa triste
Una hora despu¨¦s, la lengua contaminante llegaba al segundo muro de contenci¨®n, que permiti¨® el desv¨ªo del agua al Brazo de la Torre, en direcci¨®n al Guadalquivir. A mediod¨ªa se despejaban cada vez m¨¢s las posibilidades de que el parque fuera contaminado. ?Se ha salvado el coraz¨®n de Do?ana?, manifestaba a las tres de la tarde la ministra de Medio Ambiente y presidenta del Patronato del Parque Nacional, Isabel Tocino. La ministra dijo que el de ayer hab¨ªa sido ?un d¨ªa triste? y que, pese a que el meollo de Do?ana se ha salvado, ?habr¨¢ que seguir analizando las consecuencias en el Guadalquivir?. Los equipos especiales segu¨ªan trabajando en la construcci¨®n de un tercer muro entre Brazo de la Torre y el Canal de Aguas M¨ªnimas para evitar la entrada de agua en la zona denominada Cangrejo Grande y en la finca Los Caracoles, un terreno de gran valor ecol¨®gico. Las tareas de control continuaban a ¨²ltima hora con un ret¨¦n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Contaminaci¨®n r¨ªos
- Impacto ambiental
- Metales pesados
- Boliden Apirsa
- Secano
- Desertizaci¨®n
- Parque Nacional Do?ana
- Sustancias peligrosas
- Contaminaci¨®n agua
- Pol¨ªtica ambiental
- Reservas naturales
- Sector qu¨ªmico
- Parques nacionales
- R¨ªos
- Productos agrarios
- Espacios naturales
- Miner¨ªa
- Andaluc¨ªa
- Contaminaci¨®n
- Agua
- Agricultura
- Derecho
- Problemas ambientales
- Materias primas
- Protecci¨®n ambiental