La juez citar¨¢ en breve al director del Cesid como imputado por las escuchas a HB

La juez de instrucci¨®n n¨²mero 2 de Vitoria, Carmen Lasanta, citar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas al director general del Cesid, Javier Calder¨®n, para tomarle declaraci¨®n como imputado por las escuchas a la sede de HB en la capital vasca, seg¨²n fuentes cercanas al juzgado. La juez ya interrog¨® la semana pasada a Mario C. G., cuyo nombre figuraba en un documento hallado en el piso desde el que se espiaba a HB. Las mismas fuentes se?alaron que la juez se ha dirigido al Ministerio de Defensa reclamando datos sobre varios agentes.

La citaci¨®n al director del Cesid se considera inminente despu¨¦s de que el ministro de Defensa, Eduardo Serra, reconociera el pasado d¨ªa 21 en el Congreso que las escuchas descubiertas en la sede de Herri Batasuna en Vitoria fueron realizadas por el servicio secreto. En una entrevista publicada el domingo por EL PA?S, Serra afirm¨® que "el responsable de los procedimientos [que utiliza el Cesid para obtener su informaci¨®n] es el director del centro". Tambi¨¦n se mostr¨® convencido de que, "en su momento y si llega el caso, [Calder¨®n] asumir¨¢, en la manera en que tenga por conveniente, su responsabilidad" por haber ordenado las escuchas.

La comparecencia del director del Cesid ante el juzgado podr¨ªa retrasarse si alegase problemas de salud, ya que Calder¨®n se encuentra todav¨ªa convaleciente de la operaci¨®n de cataratas a la que se someti¨® la semana pasada en Barcelona.

Coincidiendo con las explicaciones del ministro en el Congreso, la juez tom¨® declaraci¨®n a Mario C.G., quien acudi¨® acompa?ado de abogado y qued¨® posteriormente en libertad. Aunque no ha trascendido el contenido de su declaraci¨®n, es previsible que se acogiera a su obligaci¨®n de guardar reserva sobre todos los aspectos relaciones con su trabajo como agente del servicio secreto.

La juez dispon¨ªa del nombre de este miembro del Cesid porque en el registro del piso desde el que se realizaban las escuchas se encontr¨® un documento con su identidad real. Seg¨²n algunas fuentes, se trata de una n¨®mina, mientras que otras apuntan a una publicaci¨®n a la que estaba suscrito, un carta de la Tesorer¨ªa de la Seguridad Social o un extracto bancario.

La juez Carmen Lasanta ha dirigido ya un escrito al Ministerio de Defensa en el que pide confirmaci¨®n y aclaraciones sobre algunos de los datos hallados en el registro judicial.

La instructora necesita saber oficialmente si las identidades de Mario C.G. o Miguel ?ngel Navarro Gonz¨¢lez -el nombre supuesto bajo el que se compr¨® el piso en 1994- se corresponden a miembros del centro de inteligencia del Estado.

La necesidad de dar respuesta a las primeras providencias de la juez obligar¨¢ al Gobierno a definir su actitud ante el proceso. El Consejo de Ministros del pasado viernes estuvo a punto de debatir un acuerdo por el que se declaraba materia reservada todo lo relacionado con las escuchas a la sede de HB en Vitoria, pero el asunto qued¨® moment¨¢neamente aparcado.

En medios gubernamentales se da por seguro que el Gobierno se acoger¨¢ a la Ley de Secretos Oficiales para evitar facilitar datos operativos del Cesid a una causa en la que HB actuar¨¢ como acusaci¨®n particular. Para ello, no tendr¨ªa m¨¢s que invocar un acuerdo del Consejo de Ministros de noviembre de 1986, que clasific¨® como secreto "la estructura, organizaci¨®n, medios y procedimientos espec¨ªficos de los servicios de informaci¨®n, as¨ª como sus fuentes y cuantas informaciones o datos puedan revelarlas".

No obstante, el Ejecutivo podr¨ªa confirmar a la juez algunos datos que son de dominio p¨²blico, como la pertenencia al Cesid de Mario C.G., cuya identidad completa, direcci¨®n, tel¨¦fono y nombres de sus familiares difundi¨® Egin.

El diario pr¨®ximo a HB public¨® el s¨¢bado el nombre verdadero de un segundo ocupante del piso del Cesid, Fernando I. de la G., de 25 a?os, hijo de un militar residente en Vitoria. Adem¨¢s de abundantes datos personales, Egin public¨® en primera p¨¢gina una fotograf¨ªa del supuesto agente sacada de su carn¨¦ universitario.

El origen de estas informaciones es una filtraci¨®n de datos confidenciales de Telef¨®nica: el listado de llamadas realizadas desde el tel¨¦fono del piso del servicio secreto en Vitoria.Al margen del procedimiento judicial, la investigaci¨®n interna ha llevado al relevo de dos altos cargos del Cesid, al parecer dos coroneles, a los que se ha responsabilizado de los fallos t¨¦cnicos y de la fuga de informaci¨®n o, en palabras del ministro, "falta de estanqueidad". Los dos relevados pertenec¨ªan a la Divisi¨®n de Interior del centro. Uno era el responsable directo de la base de Vitoria y otro un funcionario de la central en Madrid.