Trichet esperar¨¢ su hora en Par¨ªs
El otro fleco pendiente, adem¨¢s de la fecha del relevo y del formato p¨²blico de la declaraci¨®n de renuncia de Duisenberg, era el papel atribuido al candidato rival, el gobernador del banco central franc¨¦s, Jean-Claude Trichet.De entrada se descart¨® la propuesta de nombrarle vicepresidente para que fuera haci¨¦ndose a la silla durante el mandato del holand¨¦s y le sustituyese en el momento de su dimisi¨®n. Para ello, hab¨ªa que violentar demasiado el Tratado, con una interpretaci¨®n muy laxa que sortease dos de sus disposiciones. Una que fija que ?ninguno de los mandatos ser¨¢ renovable?. Y otra que prev¨¦: ?Cualquier vacante que se produzca en el Comit¨¦ Ejecutivo se cubrir¨¢ mediante nombramiento de un nuevo miembro?. Un dictamen del Servicio Jur¨ªdico de la Comisi¨®n aconsejaba no forzarlas torticeramente.
De modo que la silla francesa ser¨¢ ocupada por Christian Noyer, antiguo jefe de gabinete del ministerio de Finanzas. Trichet aguardar¨¢ en la sala de espera. En su calidad de gobernador del Banco de Francia formar¨¢ parte del Consejo de Gobierno del Banco Central, junto con el resto de banqueros centrales.
El gobernador franc¨¦s se ha mantenido al margen de la batalla. No ha hecho declaraciones p¨²blicas, m¨¢s all¨¢ de lo gen¨¦rico.
Se ha limitado a subrayar la importancia de una pol¨ªtica monetaria ortodoxa, para asegurar el objetivo primordial del BCE, calcado del modelo del Bundesbank alem¨¢n: asegurar la estabilidad de precios. El asunto del directorio s¨®lo depar¨® una sorpresa.
A instancia del portugu¨¦s Antonio Guterres -apoyado por el belga Jean Luc Dehaene-, para futuras selecciones del directorio se tendr¨¢ en cuenta la ?experiencia? monetaria y bancaria, pero tambi¨¦n otro criterio.
Se dar¨¢ ?peso y consideraci¨®n apropiados, seg¨²n un equilibrado principio de rotaci¨®n? a los nacionales de los Estados que ahora no acceden al Comit¨¦ Ejecutivo. Como por ejemplo, Portugal y B¨¦lgica.
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