El euro nace con dolor
La cumbre cierra el acuerdo de madrugada, con el compromiso de Duisenberg de dimitir en el 2002
Ha nacido la Europa del euro. El parto lleg¨® al filo de la medianoche, con retraso y algunos dolores, pero lleg¨®. Fue una cumbre hist¨®rica, con may¨²sculas y sin precedentes, varias veces interrumpida a causa del litigio sobre la c¨²pula del Banco Central Europeo (BCE), cuyo primer presidente ser¨¢ el holand¨¦s Wim Duisenberg, por presiones de la delegaci¨®n alemana, presidida por el canciller Kohl. Los jefes de Estado o de Gobierno de la Uni¨®n Europea (UE) crearon su moneda ¨²nica, el euro. Aprobaron definitivamente la lista de los 11 pa¨ªses que se integran en su grupo de vanguardia, Espa?a entre ellos. El reci¨¦n nacido euro corona el mercado sin fronteras, augura una mayor integraci¨®n econ¨®mica y pretende convertirse en el gran competidor del d¨®lar.
Esta decisi¨®n, que se adopt¨® sin sorpresas, se complet¨® con las m¨¢s urgentes para su desarrollo inmediato. Una era la fijaci¨®n definitiva por los ministros de Econom¨ªa de las paridades bilaterales de las monedas integradas: el valor del marco se ratific¨® en 85, 07 pesetas, y el euro, en 168 pesetas.
El otro redondeo fue el reparto de la presidencia del BCE. A Duisenberg se le nombr¨® por un mandato completo —ocho a?os—, pero renunciar¨¢ a mediados del mismo, el 1 de julio del 2002, tras completarse la circulaci¨®n de monedas y billetes en euros. Se comprometi¨® a hacerlo. Le suceder¨¢ un franc¨¦s. Los Quince tomaron nota de que Francia propone a Jean-Claude Trichet.
Este acuerdo fue revelado casi a la una de la madrugada por el presidente de turno, Tony Blair. Respond¨ªa a los dos pilares b¨¢sicos de la soluci¨®n de compromiso anticipada ayer por EL PAIS. Quedaban por peinar los flecos de la fecha exacta y la modalidad formal de la renuncia anticipada de Duisenberg. Esos detalles, muy menores, provocaron, sin embargo, una par¨¢lisis temporal de la cumbre.
El canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, afirm¨® que "el combate fue extraordinariamente duro" y que lleg¨® a dudar de la posibilidad del acuerdo. Pero el temor a que los mercados castigasen la indecisi¨®n forzaron el alumbramiento.
'Halcones' al acecho
La UE crea el euro y erige su Banco Central
?Qu¨¦ estaba sucediendo? De repente, los halcones alemanes se hab¨ªan desperezado. El ministro de Finanzas, el democristiano b¨¢varo Theo Waigel -l¨ªder de la CSU, aliada con la CDU del canciller- y su colega de Exteriores, el liberal Klaus Kinkel, se mostraron en desacuerdo con el reparto f¨¢ctico del primer mandato. Sostuvieron que violaba el Tratado.
Se les sum¨® el presidente de la Bundesbank, el ortodoxo Hans Tietmeyer, haciendo amagos de que abandonar¨ªa el edificio Justus Lipsius, donde se celebraba la reuni¨®n. Un grupo de constitucionalistas germanos vino a apoyarles. Y la flexibilidad negociadora del holand¨¦s Kok empez¨® a resquebrajarse.
Los rebeldes abrumaban al canciller. Pretend¨ªan, como m¨ªnimo, dejar entre brumas la fecha del relevo y que la declaraci¨®n de Duisenberg fuese completamente personal, para evitar su impugnaci¨®n ante el Tribunal de Luxemburgo. Pero Chirac insinuaba que sin compromiso expl¨ªcito y escrito sobre la fecha concreta 'ya hab¨ªa cedido enero y aceptado julio del 2002' romper¨ªa la baraja.
El gran hacedor del acuerdo, el canciller Kohl, que fue el primero en imponer que la cumbre arbitrase sobre el litigio del banco, se ve¨ªa en apuros. El mu?idor del compromiso, el primer ministro luxemburgu¨¦s, Jean-Claude Juncker, inventor de la f¨®rmula de "reparto oficioso", pugnaba por nuevas transaccionales.
El alumbramiento con f¨®rceps puso en cuesti¨®n la credibilidad pol¨ªtica de la UE. Que dar¨ªa por los suelos, en caso de que los importantes esfuerzos de los Gobiernos y los sacrificios presupuestarios de las sociedades en favor de la convergencia se estrellasen contra la pared de un fracaso en la selecci¨®n del personal. Con graves consecuencias negativas en los mercados.
Pero pese a la par¨¢lisis, lleg¨® el pacto. Todos cedieron un poco y se alcanz¨® la f¨®rmula final. Se complet¨® con los nombres de los otros expertos que acompa?ar¨¢n a Duisenberg en el Comit¨¦ Ejecutivo o directorio del BCE, aut¨¦ntico sancta sanct¨®rum del poder monetario (v¨¦ase p¨¢gina 50). Son el franc¨¦s Christian Noyer, como vicepresidente (con un mandato de cuatro a?os); el alem¨¢n Otmar Issing (ocho a?os), el italiano Tomasso Padova-Schioppa (siete), el espa?ol Eugenio Domingo (seis a?os) y la finlandesa Sirkka H?m?l?inen (cinco).
Los pesimistas que auguraban mayores bloqueos erraron. Los optimistas profetizaron el ¨¦xito final, porque los ¨¢rboles no deben ocultar el bosque. El bosque es la uni¨®n monetaria, el gran proyecto pensado para coronar el mercado sin fronteras de 1993. Y que suscita las esperanzas de que desencadene a su vez 'alfa y omega' una mayor integraci¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica de la Uni¨®n.
Con el arranque del euro se activa tambi¨¦n el Consejo Euroonce, que permite una "cooperaci¨®n reforzada" entre los Once. Conceptuado en su dise?o 'por el que tanto batall¨® Francia' como germen de "Gobierno econ¨®mico europeo", debe actuar como palanca para una mayor coordinaci¨®n de las pol¨ªticas econ¨®micas.
Y se activa asimismo un poder mundial emergente, capaz de hablar cara a cara con los EE UU, que totaliza 291 millones de habitantes (por 269 millones de su competidor transatl¨¢ntico y 126 de Jap¨®n) y representa el 18,6% de las transacciones comerciales internacionales. Esto es lo que queda como permanente. Las tensiones, los bloqueos, los cambalaches, los dolores del parto pasa r¨¢n y cicatrizar¨¢n. El euro nace como los ni?os envuelto en placenta bastante sucia. "S¨ª, sin duda", respondi¨® el presidente del Parlamento, Jos¨¦ Mar¨ªa Gil Robles, a la pregunta de si el acuerdo alcanzado va contra el esp¨ªritu del tratado. Pero nace. Y ma?ana mismo dar¨¢ sus primeros gritos.
EL NACIMIENTO DEL EURO
La cumbre de los 15 l¨ªderes de la UE choc¨® ayer con la presidencia del Banco Central Europeo para conseguir un feliz alumbramiento de la moneda ¨²nica, pero entrada la madrugada logr¨® salvar el escollo. Presidir¨¢ la nueva autoridad monetaria el holand¨¦s Wim Duisenberg, pero, "por razones personales", renunciar¨¢ a los cuatro a?os para dar paso al franc¨¦s Jean-Claude Trichet, pese a que el mandato oficial es de ocho. La cumbre interrumpi¨® sus trabajos a la hora de la cena, pero, tras un encuentro de Tony Blair, Duisenberg y Jacques Chirac, se sell¨® el pacto de caballeros reclamado por los franceses y hubo luz verde para la consagraci¨®n de una moneda ¨²nica con 11 pa¨ªses.
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