Varones, solteros, suizos y cat¨®licos
Creada oficialmente en 1506, tres a?os despu¨¦s de que el Papa Julio II pidiera soldados para su protecci¨®n personal a los nobles de los cantones suizos, la Guardia Suiza conserva el prestigio de sus or¨ªgenes pese a haberse convertido en un elemento casi tur¨ªstico del paisaje vaticano.Es necesario ser var¨®n, soltero, nacido en Suiza, cat¨®lico practicante, -ya que la Santa Sede exige incluso un informe del p¨¢rroco correspondiente para aceptar a un candidato-, tener entre 19 y 30 a?os, buena salud y medir como m¨ªnimo 1,74 metros.
Los soldados rasos o alabarderos firman un contrato prorrogable de dos a?os de duraci¨®n y reciben una remuneraci¨®n de unas 100.000 pesetas mensuales. Viven en el interior de la Ciudad del Vaticano, aunque con gran libertad de movimientos en el exterior, pese a que la disciplina es dura. No usan armas de fuego, aunque disponen de una pistola reglamentaria. La misi¨®n de la Guardia Suiza es defender la Ciudad del Vaticano.
Una vez en el cuerpo es posible contraer matrimonio y hasta obtener un alojamiento de los reservados a las familias en el interior del recinto vaticano. Hasta P¨ªo XII, los guardias suizos estaban obligados a arrodillarse ante el Papa cada vez que se tropezaban con ¨¦l. Con Juan XXIII esta norma se relaj¨® hasta quedar reducida a una sola genuflexi¨®n matinal. La mayor haza?a en la historia del ¨²nico Ej¨¦rcito que subsiste a¨²n en el Vaticano tras la reforma realizada por Pablo VI en 1970, fue el sacrifio de 147 -127, seg¨²n algunas fuentes- alabarderos que perdieron la vida el 6 de mayo de 1527 durante el llamado ?saqueo de Roma? perpetrado por las tropas del emperador Carlos I de Espa?a. Desde entonces, el 6 de mayo es la fecha solemne en la que juran su cargo los nuevos alabarderos ante el Papa o toman posesi¨®n los oficiales ascendidos.
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