Alarma, muleta
Una juez da la raz¨®n a un banco que no permiti¨® la entrada a un minusv¨¢lido porque su bast¨®n activ¨® el detector de metales
"Hac¨ªa mucho tiempo que no lloraba en p¨²blico, pero aquel d¨ªa revent¨¦", se?ala F¨¦lix Alcorlo, un minusv¨¢lido de 29 a?os. A los seis meses de edad, la poliomielitis le dej¨® las secuelas inevitables de la cojera. Desde entonces, una muleta forma parte de su vida cotidiana.Lo que no pod¨ªa imaginar F¨¦lix es que le iban a impedir la entrada a una sucursal bancaria por el simple hecho de usar un apoyo met¨¢lico. Ocurri¨® el pasado 11 de febrero. "Aquella ma?ana sufr¨ª la mayor vejaci¨®n de mi vida", se?ala. Con el tal¨®n recibido de una cliente, F¨¦lix se dirigi¨® a la oficina del Banco del Comercio situada en el n¨²mero 383 de la calle de Alcal¨¢. "Aquel d¨ªa necesitaba cobrar el dinero en mano y decid¨ª acercarme hasta el banco".
As¨ª lo hizo. El problema surgi¨® cuando intent¨® atravesar el arco detector de metales, situado ante las puertas de seguridad. "Comenz¨® a sonar la alarma. Una voz me dijo que ten¨ªa que depositar todos los objetos met¨¢licos en un cajet¨ªn", se?ala F¨¦lix. Pero ?d¨®nde y c¨®mo dejar un bast¨®n sin el cual no puede andar?
"Les mostr¨¦ la muleta a los empleados y les hice se?as de que me dejaran pasar, porque sin ella no puedo moverme", explica. La actividad sigui¨® dentro del banco y la puerta continu¨® cerrada. F¨¦lix lo recuerda as¨ª: "Un cajero se me qued¨® mirando y se encogi¨® de hombros, como diciendo que no sab¨ªa qu¨¦ hacer, porque aquello no iba con ¨¦l".
Entonces decidi¨® marcar el interfono para comunicarse con el interior del banco, pero "lo ¨²nico que hac¨ªan era levantar la cabeza y pasar de m¨ª". As¨ª, hasta cuatro veces, seg¨²n F¨¦lix, sin recibir contestaci¨®n. Fue entonces cuando decidi¨® llamar a la Polic¨ªa Municipal, que acudi¨® al banco. Los agentes hablaron con los empleados del banco y F¨¦lix, escoltado por ellos, pudo acceder por fin a la oficina. "Nadie me pidi¨® excusas".
F¨¦lix present¨® una denuncia por vejaciones en la comisar¨ªa de Ventas contra Miguel ?ngel Garc¨ªa Santos, empleado de la sucursal, y contra su directora, Concepci¨®n de la Calle. El juicio de faltas se celebr¨® el mes pasado. La sentencia es de la juez es exculpatoria y se?ala que no est¨¢ acreditado que el comportamiento de los empleados del banco tuviera "la intenci¨®n de vejar a F¨¦lix Alcorlo", sino que fue debido a "un extremado celo en la aplicaci¨®n de las medidas de seguridad". Y a?ade que "no existe prueba alguna" para culpar a los denunciados, aunque "lo cierto es que el sistema de seguridad result¨® bastante deficiente cuando no prev¨¦ la circunstancia, nada excepcional, por otra parte", de que un minusv¨¢lido con muleta active el sistema de alarma.
Un comunicado del Banco del Comercio afirma que el minusv¨¢lido no era una persona conocida en la oficina y que "no se le permiti¨® el acceso al detectarse que era portador de objetos met¨¢licos". El texto a?ade que "en ning¨²n momento se produjo desconsideraci¨®n alguna" hacia F¨¦lix. "La necesidad de proteger a los clientes y empleados que est¨¢n dentro de una oficina bancaria obliga a extremar las medidas de seguridad", concluye.
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