Borrell considera factible que un catal¨¢n sea el pr¨®ximo presidente del Gobierno de Espa?a

El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Jos¨¦ Borrell, se ha quedado muy tranquilo porque ha comprobado que en ning¨²n rinc¨®n de Espa?a produce rechazo su acento catal¨¢n. "He recibido con simpat¨ªa mi explicaci¨®n de un proyecto para todos expresado con acento catal¨¢n". Borrell, contagiado por el entusiasmo de sus compa?eros del comit¨¦ federal, est¨¢ convencido de que su origen no ser¨¢ impedimento para que alcance la jefatura del Gobierno tras las pr¨®ximas elecciones.El m¨¢ximo ¨®rgano de direcci¨®n del PSOE le aclam¨®, no hizo falta votaci¨®n.

La propuesta de Borrell la hizo el secretario general del PSOE, Joaqu¨ªn Almunia, quien explic¨® el resultado de las elecciones primarias, el acuerdo de funcionamiento entre ambos y, por ¨²ltimo, retir¨® su dimisi¨®n al comprobar que nadie hab¨ªa cuestionado con su voto la permanencia en su lugar de la ejecutiva. Ahora bien, Almunia advirti¨® que si as¨ª lo hab¨ªa entendido todo el mundo nadie podr¨ªa utilizar el triunfo de Borrell para poner en cuesti¨®n la legitimidad de los secretarios locales, provinciales o regionales por el hecho de que hubieran apostado por quien result¨® derrotado.Este aspecto de la intervenci¨®n de Almunia caus¨® cierto revuelo por las interpretaciones posteriores. El interesado lo aclar¨® despu¨¦s de una comparecencia p¨²blica. En la reuni¨®n a puerta cerrada algunos asistentes aseguraron que Almunia hab¨ªa se?alado la incoherencia que supondr¨ªa que ¨¦l y Borrell se hubieran puesto de acuerdo en que las elecciones primarias no tendr¨ªan consecuencias internas y, sin embargo, en los niveles territoriales se plantearan conflictos. Si eso ocurriera Almunia se replantear¨ªa su dimisi¨®n.

No quiso decir eso, asegur¨®. El secretario general, al tener frente a ¨¦l a 200 dirigentes provinciales y regionales, consider¨® que ¨¦se era el foro adecuado para que si alguno creyera que el resultado de las primarias deb¨ªa producir cambios de poder lo dijera, y ¨¦l obrar¨ªa en consecuencia. Nadie dijo nada. Todos aplaudieron a Borrell y expresaron a Almunia su apoyo para que contin¨²e como secretario general.

Esta advertencia de Almunia tiene que ver con los tambores de guerra que en algunos lugares empezaron a sonar al conocerse que Borrell hab¨ªa triunfado. En nombre de esa victoria, algunos l¨ªderes de ¨¢mbitos provinciales, que hab¨ªan mostrado su apoyo a Borrell, se?alaron con el dedo a sus respectivos secretarios provinciales y regionales por haber apoyado a Almunia. Se escuch¨® en alg¨²n lugar de Andaluc¨ªa y en Madrid. Almunia da el asunto por zanjado, ya que ayer nadie dijo claramente que este resultado tenga que llevar aparejado el cambio en las c¨²pulas regionales.

Temor compartido

Si Almunia tiene miedo a que empiecen a estallar conflictos en las distintas federaciones, el miedo a esta situaci¨®n no es menor en Borrell. Tambi¨¦n lo transmiti¨® ayer a sus compa?eros. "Me alegro de que ahora todos coincidamos en la misma tesis, es decir, que el resultado de las primarias no debe tener ninguna consecuencia org¨¢nica".Pero la principal tarea de ayer de Almunia y de Borrell fue la de hablar del futuro. El secretario general propuso al comit¨¦ federal que apoyara la propuesta de la Ejecutiva de nombrar a Jos¨¦ Borrell candidato al haber vencido en las primarias. No hubo votaci¨®n. Todos, puestos en pie, rubricaron la propuesta con un aplauso cerrado.

Borrell agradeci¨® a Almunia que hubiera puesto en marcha las primarias y que se quedara en su puesto. Puso de manifiesto que est¨¢ muy en l¨ªnea con lo que son los postulados del PSOE. "Me dijeron que ser catal¨¢n pod¨ªa ser inconveniente para hablar de Espa?a, pero he constatado que explicar un proyecto para nuestro pa¨ªs con acento catal¨¢n no produce rechazo sino simpat¨ªa", dijo Borrell, quien consider¨® beneficioso empezar el siglo "con un presidente catal¨¢n".