La vieja memoria de "Karla"
Fue el superesp¨ªa del Este, el hombre que durante 34 a?os dirigi¨® la servicios de informaci¨®n exterior de la extinta Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, al que la leyenda atribuye haber servido de inspiraci¨®n al escritor brit¨¢nico John Le Carr¨¦ para crear un rival a la altura de Smiley. Tambi¨¦n fue Misha, Magnus, Marius, el estratega de la intriga que introdujo a su topo G¨¹nter Guillaume en el despacho privado de Willy Brandt y forz¨® su dimisi¨®n como canciller en 1974. Pero Markus Wolf, de 74 a?os, es ahora un autor de ¨¦xito que vive de su vieja memoria de los entresijos de la guerra fr¨ªa. Un dulce retiro para el maestro de esp¨ªas, apenas sobresaltado por los procesos que investigan su papel en los cr¨ªmenes de la posguera, el ¨²ltimo en enero de este a?o.?La paciencia. ?sa fue mi estrategia, la clave de mis ¨¦xitos. No tener nunca prisa. No buscar nunca resultados r¨¢pidos. Calma?, as¨ª defin¨ªa Wolf la principal virtud de un esp¨ªa en una entrevista publicada por El Pa¨ªs Semanal en julio de 1997, poco despu¨¦s de la publicaci¨®n de su libro de memorias El hombre sin rostro. Para ejercer el oficio -sin duda de los m¨¢s viejos del mundo- tambi¨¦n hay que saber mentir bien, ser prudente, tener coraje y dinero, para poder comprar voluntades, y ser met¨®dico, fr¨ªo, incluso sexualmente seductor. Wolf cre¨® un legendario escuadr¨®n de Romeos, agentes de aspecto arrebatador, para conquistar los secretos de Bonn. ?Creamos el tipo emblem¨¢tico, F¨¦lix, que ten¨ªa por misi¨®n ganarse la confianza absoluta de una se?ora madura. Mi consejo a los agentes era ¨¦ste: si te apetece ir a la cama con una secretaria, procura que sea la mejor conectada con el poder?.
De pelo cano, buena planta y un cierto aire de intelectual, Wolf era considerado por sus adversarios de la CIA, que intent¨® sin ¨¦xito captarle como doble agente, como un ?experto en ideas?, tremendamente exacto y fr¨ªo y sin escr¨²pulos.
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