Un goteo de amenazas pretende amedrentar a los diputados y cargos locales del PP en Catalu?a
![Enric Company](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F3d7e8858-ea24-4fa8-8d24-d0a7c787ea54.png?auth=d1a08bc01428d3811a11d534d19970b1d9dfd8092eaf028cab4e95c5ee5b4044&width=100&height=100&smart=true)
Parece que se trata de hechos aislados, pero lo cierto es que la cantidad de amenazas telef¨®nicas, por carta, mediante pasquines y pintadas en las paredes lanzadas contra militantes y cargos p¨²blicos del Partido Popular (PP) en Catalu?a es ya m¨¢s que notable. Sin contar las pedradas o c¨®cteles m¨®lotov lanzados contra sedes locales del partido. En los ¨²ltimos meses, un goteo irregular de amenazas pretende amedrentar a miembros del partido conservador y a algunos de los afectados les parece indudable que el modelo que imitan los autores de estos actos es el de Jarrai, la organizaci¨®n juvenil de Herri Batasuna. Pero el efecto no es el mismo, asegura Rafael Luna, secretario general del PP catal¨¢n, "porque afortunadamente aqu¨ª no hay una ETA detr¨¢s de ellos". Aunque tambi¨¦n hay amenazas de muerte.
En el ¨²ltimo medio a?o ha habido amenazas de variado tipo en, por lo menos, Lleida (contra los diputados Jos¨¦ Ignacio Llorens, Pilar Arnalot y Josep Maria Fabregat), Granollers (contra la concejal Cristina Tarr¨¦s), Valls (contra el presidente comarcal del partido, Jordi Carta?¨¢), Reus (contra el concejal ?ngel L¨®pez Mayol), Girona (contra la presidenta de Nuevas Generaciones, Concepci¨® Veray), Berga (contra el diputado Jacint Vilardaga), Ripoll (contra el concejal Manuel Belda) y Barcelona. O sea, que no es poca cosa. Pero a ellos hay que a?adir acciones como el env¨ªo por correo de cartas intimidatorias a todos los diputados el d¨ªa del debate de la ley del catal¨¢n en el Parlament. Y otros env¨ªos, como, por ejemplo, el de una camiseta manchada de rojo a la sede regional del partido. O el de una amenaza remitida a la misma sede por e-mail desde Vic. Si no es una campa?a sistem¨¢tica, como aceptan los afectados y la direcci¨®n del partido, las consecuencias pueden ser las mismas. Vilardaga, diputado y ex concejal en Berga, atribuye esa presi¨®n a que en medios con fuerte implantaci¨®n nacionalista "proliferan grupos juveniles radicales y exaltados". Pero a?ade que, como se est¨¢ viendo en Ripoll, "luego cuesta mucho hacer listas del PP en estos municipios". Su opini¨®n es que hay que atajar este goteo porque por mucho que para no crear alarmismo se hable de hechos aislados, acaban teniendo consecuencias pol¨ªticas. El caso de Ripoll es paradigm¨¢tico. Quien recib¨ªa las amenazas de muerte contra el concejal Belda era su esposa. La mujer estaba aterrorizada porque asimilaba su situaci¨®n a la existente en el Pa¨ªs Vasco. Tuvo que someterse a tratamiento psicol¨®gico. Pero la familia no pod¨ªa soportar la presi¨®n. El concejal dimiti¨®. Pero luego cost¨® lo suyo hallarle sustituto. Los elementos m¨¢s reiterados son la exigencia de que el amenazado se vaya de Catalu?a y la acusaci¨®n de anticatal¨¢n, explica Fabregat. En otros casos la acusaci¨®n es la de ser fascista. En algunos hay pintadas en paredes con el nombre del aludido en el centro de una diana. En el PP caus¨® anteayer una satisfacci¨®n general que la polic¨ªa detuviera al presunto autor de las amenazas contra Concepci¨® Veray en Girona. Se trata de Celi P¨¦rez, que ayer fue dejado en libertad sin fianza por el juez. Se le imputa un delito de amenazas, que en caso de considerarse grave podr¨ªa acarrear penas que van de uno a cuatro a?os de c¨¢rcel. Es un vecino de Girona de 37 a?os, en paro, muy vinculado a movimientos alternativos. No se le conocen acciones violentas de ning¨²n tipo y neg¨® ante el juez ser el autor de las llamadas. La polic¨ªa hab¨ªa intervenido la l¨ªnea telef¨®nica de la sede del PP en la ciudad. ?ltimamente se hab¨ªan realizado dos amenazas diarias, informa Gerard Bagu¨¦.
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