A por la cochinilla roja

Su nombre cient¨ªfico es chilocorus. Este insecto, con el aspecto de una diminuta mariquita, puede convertirse en el m¨¦todo natural m¨¢s efectivo para acabar con la cochinilla roja, una plaga de par¨¢sitos que desde 1992 azota el palmeral de Elche, el mayor de Europa. T¨¦cnicos de la Estaci¨®n de Investigaci¨®n Phoenix iniciaron ayer, en dos huertos municipales, la suelta de este depredador para estudiar su eficacia en la erradicaci¨®n de la plaga. Si los resultados son satisfactorios, los bi¨®logos ampliar¨¢n el campo de acci¨®n a las plantaciones privadas, que acogen hasta 154.000 ejemplares. La cochinilla roja es un insecto que vive en la mayor¨ªa de palmerales del mundo, aunque en situaciones normales no alcanza dimensiones de plaga. En Elche se conoc¨ªa su existencia, pero no fue hasta 1992 cuando se extendi¨® masivamente por las plantaciones. Los agricultores dieron la voz de alarma ese verano. La cochinilla ataca a la sabia del ¨¢rbol y puede provocar que se seque. Adem¨¢s, el insecto se come las ramas, y en el mejor de los casos las mancha, lo que impide su utilizaci¨®n como palma blanca. Para el bi¨®logo y director t¨¦cnico de la Estaci¨®n Phoenix, Francisco Pic¨®, la plaga pudo llegar del norte de ?frica. "Detectamos que para la Expo de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona muchos agricultores trajeron palmeras de Egipto para atender las demandas", precis¨® Pic¨®, "y la plaga se inici¨® en las proximidades de esos viveros". Los palmereros intentaron frenar la cochinilla roja con m¨¦todos qu¨ªmicos, que aunque en algunos casos pueden ser efectivos, son poco selectivos y acaban con otros insectos beneficiosos para la agricultura. Buscar un depredador natural se convirti¨® en el objetivo, y hace un a?o se localizaron dos cole¨®pteros aut¨®ctonos que en principio cumpl¨ªan con las exigencias: el chilocorus y el lindorus. Durante un a?o, los t¨¦cnicos han estudiado el comportamiento de estos dos depredadores en el laboratorio. "Les hemos alimentado con cochinilla de palmera, de limoneros y de calabaza", explic¨® Asunci¨®n G¨®mez, responsable de la investigaci¨®n. Ahora se pasa a la fase experimental para ver resultados. Hasta el momento, se han tratado con este m¨¦todo unas 40 palmeras de los huertos L"Hort del Gat y La Molinera, de titularidad municipal. Los bi¨®logos han utilizado dos t¨¦cnicas. Una consiste en la suelta directa de 10 ejemplares en cada ¨¢rbol, y otra en la introducci¨®n de los insectos dentro de una malla que recubre el ¨¢rbol. Con esta t¨¦cnica se pretende evitar que el depredador se traslade de una palmera a otra. "Los primeros resultados todav¨ªa tardar¨¢n porque estamos en fase de experimentaci¨®n para saber c¨®mo se adaptan al medio", adelant¨® G¨®mez. La bi¨®loga precis¨® que las pruebas en el laboratorio han demostrado que estos insectos requieren una temperatura de 28 grados y un alto ¨ªndice de humedad para desarrollar su ciclo de vida completo, condiciones que se dar¨¢n en verano, cuando la plaga de cochinilla alcanza su m¨¢xima virulencia. La Estaci¨®n Phoenix comenz¨® ayer a poner en pr¨¢ctica otra t¨¦cnica para mejorar las condiciones del palmeral ilicitano. Los t¨¦cnicos han iniciado la poda de hijuelos de unas palmeras de la variedad zaidi. Estas plantas, fecundadas in vitro, llegaron a Elche en 1990 procedentes de laboratorios franceses que colaboran con la estaci¨®n. La gen¨¦tica ha permitido reproducir plantas capaces de dar d¨¢tiles de mejor calidad. Los primeros 2.000 hijuelos se trasladar¨¢n desde L"Hort del Gat hasta unos viveros municipales, y aproximadamente dentro de un mes se plantar¨¢n en la unidad fen¨ªcola. Las posibilidades que se ofrecen al palmeral son m¨²ltiples, al permitir a los agricultores disponer de plantas que garantizan la calidad del producto y de una ¨²nica variedad, lo que facilitar¨¢ su comercializaci¨®n.