Los delitos bajaron un 1% en 1997, pese al aumento de robos con violencia y homicidios
Cifras totales o parciales. Unas y otras trazaron ayer en el Senado la l¨ªnea de fuego del debate sobre seguridad entre el ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, y el socialista Juan Barranco. Mientras el ministro se escud¨® en que respecto a 1996 el porcentaje total de delitos en la regi¨®n hab¨ªa descendido un 1,07% en 1997 (pasaron de 180.047 a 178.128), Barranco carg¨® su artiller¨ªa con los apartados m¨¢s dolorosos de la estad¨ªstica: aumento del 2,67% en robos con fuerza, del 1,51% en robos con violencia, del 14,4% en sustracciones de coches y del 7,76% en homicidios.
De nada sirvi¨® ayer en la Comisi¨®n de Interior que ministro y senador manejasen id¨¦ntica estad¨ªstica. Pese a tener sobre la mesa los mismos datos, los mismos porcentajes y, en definitiva, el mismo informe (un estudio de la criminalidad en la regi¨®n elaborado por el Gabinete de Coordinaci¨®n del Ministerio del Interior), Mayor Oreja y Barranco s¨®lo coincidieron en su preocupaci¨®n por la seguridad ciudadana y el resurgir de los grupos neonazis.Mayor Oreja, con todo, tom¨® distancia respecto a sus propios datos y, desde el principio de su intervenci¨®n, surgida a ra¨ªz de tres preguntas de Barranco, alert¨® sobre la relatividad de las cifras. "Por ejemplo, un aumento de denuncias incide en la estad¨ªstica, pero no implica un incremento de la inseguridad, sino que puede deberse a que una mejor acci¨®n policial haya permitido recabar m¨¢s denuncias. Lo mismo vale para el caso contrario: un descenso en las denuncias, puede significar una peor implantaci¨®n policial".
Tendencia a la baja
Dicho lo cual, el ministro pas¨® a examinar los resultados de 1997. Durante ese periodo se denunciaron 178.128 delitos en la regi¨®n, un 1,07% menos que en 1996. Un descenso que Mayor Oreja atribuy¨® a una tendencia anterior a la llegada del PP al Gobierno y que se inici¨® en 1988, a?o en el que se registraron 198.000 delitos, un 10% m¨¢s que en 1997. "De todos modos, la reducci¨®n, que tambi¨¦n alcanza a la capital, donde se cifra en un 0,9%, no es un argumento satisfactorio ni suficiente", se?al¨® el ministro.La respuesta de Barranco parti¨® tambi¨¦n de un alejamiento de las cifras, aunque esta vez de las aportadas por el ministro. "No cuadran con la realidad social", espet¨® el senador socialista. Para Barranco, los fallos en la pol¨ªtica de seguridad ministerial han abonado "la semilla de la violencia" hasta el punto de haberla convertido en un "peaje de pago" casi obligado para vivir en la capital. Para corroborarlo, el ex alcalde de Madrid repas¨® los ¨²ltimos titulares de las cr¨®nicas de sucesos locales -hecho que le vali¨® que el ministro le comparase con un redactor del tremendista El Caso- y sac¨® a relucir datos obtenidos de la Fiscal¨ªa del Tribunal Superior de Justicia, del Libro Blanco de la Polic¨ªa Local y, sobre todo, del Ministerio del Interior, que se convirtieron en su principal ariete.
La andanada se resumi¨® as¨ª: respecto a 1996 los robos con fuerza a las cosas se incrementaron en 1997 un 2,67% (pasaron de 74.625 a 76.617), los robos con violencia e intimidaci¨®n aumentaron un 1,51% (de 31.207 a 31.679), la sustracci¨®n de veh¨ªculos se dispar¨® un 14% (de 28.849 a 33.016), los homicidios crecieron un 7,76% (de 116 a 125); las lesiones, un 9,04% (de 2.069 a 2.256), y los delitos contra la libertad sexual, un 3,86% (de 1.113 a 1.156). Toda una bater¨ªa de porcentajes que le sirvi¨® a Barranco para reafirmar sus cr¨ªticas -"aqu¨ª est¨¢n los datos y la preocupaci¨®n ciudadana"- y al ministro de Interior para pedir una reflexi¨®n y una nueva cultura de seguridad en la que se impliquen todos los sectores sociales -"tambi¨¦n usted, se?or Barranco"-. El debate, sin embargo, no se agot¨® en las meras cifras.
Polic¨ªa de barrio. El ministro adelant¨® que esta iniciativa "embrionaria", implantada en mayo de 1997 en Entrev¨ªas, Usera y Chamber¨ª (69 agentes, 5 coches y 35 motos), y en abril en Alcal¨¢, se pondr¨¢ en marcha el 18 de mayo en Vallecas, Carabanchel, Centro y Arganzuela (179 polic¨ªas), y en junio en M¨®stoles, Legan¨¦s, Fuenlabrada y Getafe (70 agentes), as¨ª como en trenes, metro y autobuses. Mayor Oreja record¨® que se hab¨ªan conseguido incrementar las denuncias en Entrev¨ªas (11%) y en Usera (31%), aunque acto seguido tambi¨¦n consider¨® un ¨¦xito el descenso de delitos (denuncias) en Chamber¨ª (bajaron un 2,24% en febrero de 1998), Vallecas (3%) y Usera (2,87%). En este contexto, el ministro neg¨® que el comisario de Entrev¨ªas, donde se estren¨® esta polic¨ªa, hubiese sido trasladado por el aumento de delitos. Barranco consider¨® que la polic¨ªa de barrio se hab¨ªa convertido en una operaci¨®n de imagen -"la mayor¨ªa de los madrile?os ni se ha enterado de su existencia"- y record¨® que toda la polic¨ªa deber¨ªa ser pr¨®xima a los ciudadanos.
Efectivos. Mayor Oreja, que reconoci¨® la escasez de presupuesto de su departamento, anunci¨® un plan de choque para mejorar las instalaciones de las comisar¨ªas con mayor carga (Centro, Chamber¨ª, Usera, M¨®stoles y Alcal¨¢), anunci¨® la llegada de 500 nuevos veh¨ªculos policiales y asegur¨® el incremento de plantilla en 1.000 agentes (muchos de pr¨¢cticas o reci¨¦n salidos de la academia). En este punto, se?al¨® que si no se han cubierto todas las 620 vacantes para la Polic¨ªa Nacional en la regi¨®n, no ha sido por falta de motivaci¨®n, sino por un problema econ¨®mico. Barranco, en su respuesta, apunt¨® la falta de comisarios en Madrid (42 frente a los 44 de Valencia), el exceso de servicios de escolta (la "mayor¨ªa de los adscritos a Seguridad Ciudadana") y el mal estado de los calabozos ("el 90% es tercermundista, seg¨²n el SUP").
Coordinaci¨®n. El ministro alab¨® las juntas y consejos de seguridad (¨®rganos de participaci¨®n ciudadana que se celebran cada semestre en distritos, ciudades y provincias) como el puntal de la coordinaci¨®n. Barranco le record¨® su car¨¢cter testimonial e insisti¨® en que la de Madrid s¨®lo se ha reunido una vez, pese a las llamadas de la oposici¨®n.
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