Una vara distinta para un caso similar

Menos de un a?o antes de que la secci¨®n segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo condenara a Norma Gim¨¦nez y Antonio Mart¨ªn Santos por un aborto ilegal, sentencia que ahora ha ratificado el Tribunal Supremo, los mismos acusados fueron absueltos en un caso similar. En esa ocasi¨®n les juzg¨® la secci¨®n tercera de la misma Audiencia, presidida por Manuel Avell¨® Castelles, y les acompa?¨® en el banquillo el director m¨¦dico de la cl¨ªnica, Eugenio Civieta, que tambi¨¦n fue absuelto. Fue el 14 de mayo de 1996.El dictamen psiqui¨¢trico que permiti¨® abortar a una mujer gallega de 38 a?os fue la base de la denuncia. Seg¨²n el fiscal ¨¦ste era ?falso e impreciso?. El tribunal consider¨®, sin embargo, que ¨¦ste no s¨®lo era verdadero, sino que era la ¨²nica prueba del estado psicol¨®gico de la mujer en el momento que decidi¨® abortar. Y rechaz¨® el informe de los forenses del juzgado sobre ¨¦ste porque ?es un informe sobre un informe y basado en otros informes?, ya que ¨¦stos nunca examinaron a la mujer.

Pero adem¨¢s la sentencia declar¨® inocente al ginec¨®logo y subray¨® que no s¨®lo ten¨ªa la titulaci¨®n necesaria, sino que hizo la intervenci¨®n en un centro acreditado y bas¨¢ndose en un informe elaborado por una especialista en psiquiatr¨ªa. Civieta apela a esa sentencia en el recurso que ahora est¨¢ pediente del Constitucional.

El director de la cl¨ªnica explica que los dict¨¢menes psiqui¨¢tricos se hacen deliberadamente vagos para evitar que maridos, compa?eros o amantes despechados, lo utilicen en contra de la mujer. Por ejemplo, para pedir la custodia de los hijos en casos de separaci¨®n.

Es esa distinta vara de medir la que indigna a las cl¨ªnicas acreditadas, agrupadas en ACAI. Y es la ley del aborto, seg¨²n ellas, la que favorece esta situaci¨®n porque deja a los m¨¦dicos indefensos y permite ?la arbitrariedad de los jueces?.