La clave, protestante
El pr¨®ximo viernes, por vez primera, votar¨¢n a la vez los habitantes de la Rep¨²blica de Irlanda y de los seis condados del Norte. Sobre cosas distintas: en el Sur, la reforma de la Constituci¨®n de la Rep¨²blica para renunciar al objetivo obligado de la unificaci¨®n de la isla; en el Norte, sobre los acuerdos del Viernes Santo para poner en marcha un proceso de paz y unas instituciones laboriosamente dise?adas en diversas dimensiones. En el Norte, las encuestas apuntan a un amplio respaldo a los acuerdos de Stormont entre cat¨®licos y republicanos. Los protestantes parecen, cuando no gravemente indecisos, absolutamente divididos. Y, para que el proceso arranque sobre bases seguras, no basta que el refer¨¦ndum en el Norte obtenga una mayor¨ªa de s¨ªes, sino que la obtenga en cada una de las dos comunidades. As¨ª, pese a los aspectos formales del acuerdo, son los protestantes, por s¨ª solos, los que podr¨ªan echar por tierra esta oportunidad si el refrendo fracasara entre ellos. Y aunque triunfe finalmente el s¨ª, esa indecisi¨®n -junto a posibles atentados desestabilizadores- presagia un reforzamiento del voto a los unionistas radicales de Ian Paisley -un voto de desconfianza en el proceso- en las elecciones de junio a la Asamblea de Stormont.Tras el apoyo del Sinn Fein a la participaci¨®n en esas instituciones, y la plena cooperaci¨®n del partido moderado cat¨®lico de John Hume, el SDLP, la clave la tienen los protestantes. Muchos de ellos ven en el acuerdo el principio del fin de la uni¨®n con Gran Breta?a. En realidad no les falta raz¨®n. No por la evoluci¨®n de una demograf¨ªa que en principio les desfavorece, sino porque han sentido que ya no pueden contar con Londres como la pared sobre la que apoyarse siempre. El Gobierno de Blair no necesita los votos de los unionistas en Westminster; y hay algo m¨¢s profundo: los brit¨¢nicos parecen estar hartos del problema norirland¨¦s (justamente cuando los irlandeses del Sur se han vuelto a interesar por ¨¦l).
Pese a que el acuerdo de Stormont no les entusiasme ni vean en los referendos del viernes ?ning¨²n ejercicio de autodeterminaci¨®n?, como indic¨® su presidente, Gerry Adams, el Sinn F¨¦in provisional, pantalla pol¨ªtica del IRA, est¨¢ decidido a que triunfe el s¨ª, aunque haya dejado libertad de voto a sus seguidores. Le interesa, sobre todo, participar en las instituciones previstas. Danny Morrison, antiguo jefe de propaganda del Sinn F¨¦in, ahora metido a escritor, considera que ?el IRA no ha ganado; pero tampoco ha perdido?. Ha hablado m¨¢s bien de que la situaci¨®n se hab¨ªa estancado y explicado que el actual liderazgo se ha alejado de la lucha armada para entrar en una ?actividad pol¨ªtica creativa?.
Adams ha contado con un instrumento esencial para convencer a sus seguidores: los presos del IRA en c¨¢rceles de Irlanda y el Reino Unido. Veintisiete de ellos estuvieron en la asamblea que aprob¨® el cambio de los estatutos del partido, incluyendo a los famosos ?cuatro de Balcombe Street? y al jefe del IRA en la prisi¨®n de Maze, P¨¢draig Wilson. Gerry Adams pidi¨® esta presencia, pero fueron Londres y Dubl¨ªn los que la facilitaron. Lo que ha irritado profundamente a los protestantes, que temen excarcelaciones masivas en dos a?os.
Los protestantes constatan que no se ha dado un paso en el desarme de los paramilitares, de los suyos y de los del IRA. Contrariamente a la tregua, la entrega de armas dif¨ªcilmente pod¨ªa convertirse en una condici¨®n previa. Si llega, ser¨¢ como consecuencia del ¨¦xito del proceso. Gerry Adams ya ha avisado que no habr¨¢ desarme antes de que los presos est¨¦n en la calle, aunque pueden darse gestos simb¨®licos.
Frente al energumenismo de Paisley, el l¨ªder unionista moderado David Trimble, l¨ªder del UUP, el primer partido en votos, aunque tambi¨¦n con fisuras provocadas por el acuerdo, ha comprendido que la marcha atr¨¢s es mucho m¨¢s peligrosa que tirar hacia adelante. Hay que desearle ¨¦xito para que, pese a la distancia que separa ante este refer¨¦ndum el lema del Sinn F¨¦in -?Conseguir un cambio real?- del de Trimble -?Di s¨ª a la Uni¨®n?, con Gran Breta?a, se entiende-, algo muy importante pueda empezar el viernes en Irlanda del Norte. Despu¨¦s, habr¨¢ que seguir.
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