La Copa de Heynckes
Con los partidos de f¨²tbol pasa lo mismo que con los libros: lo importante no es qu¨¦ son, sino en qui¨¦n te convierten. Uno puede pensar que alguien no debe ser exactamente la misma persona antes y despu¨¦s de haber le¨ªdo Moby Dick ni tampoco antes y despu¨¦s del momento en que Mijatovic se invent¨® cuatro cent¨ªmetros del Amsterdam Arena que antes de ayer no exist¨ªan para convertir al Real Madrid en el club de f¨²tbol m¨¢s laureado de la historia y al campeonato que acaba de ganar el Barcelona en un aburrido torneo interprovincial. Pero tal vez lo m¨¢s importante es justo todo lo que est¨¢ fuera del partido, aquello que tiene menos que ver con los 90 minutos del encuentro que con el resto de las vidas de aquellos que anoche, empezaron a darse cuenta de que no existe ning¨²n sue?o que no pueda ser verdad. El que mejor lo explic¨® fue Ra¨²l: "Cuando me march¨¦ de mi casa", dec¨ªa, "ech¨¦ una ¨²ltima mirada a los muebles del sal¨®n y pens¨¦: el jueves, cuando regrese, puedo ser campe¨®n". Creo que eso es justo lo que les va a pasar a los seguidores del Madrid; cuando vuelvan a abrir los ojos para echarle un vistazo al mundo real se dar¨¢n cuenta de que lo que ocurri¨® el 20 de mayo ha pasado a formar parte de todas las cosas: un frigor¨ªfico y la s¨¦ptima Copa de Europa; el reloj de fichar en la oficina y la s¨¦ptima Copa de Europa; dos mujeres que cruzan una plaza con bolsas de pl¨¢stico en las manos y la s¨¦ptima Copa de Europa. Eso es lo que distingue las victorias de esta categor¨ªa: mires donde mires, ah¨ª est¨¢n.Pero en estos casos tambi¨¦n conviene intentar abrirse paso entre la espesa maleza de las celebraciones para intentar sacar alguna conclusi¨®n. Por ejemplo, es evidente que casi todo el mundo ha sido cruelmente injusto con Heynckes, y la prueba irrebatible es que el premio que va a conseguir por haber logrado el ¨¦xito para el que le contrataron ser¨¢... ser despedido. Ocurre algo extra?o con los futbolistas y es que parecen afectados por el s¨ªndrome de Estocolmo, ese fen¨®meno que a veces hace que algunos secuestrados se enamoren de sus secuestradores: las estrellas del Madrid critican y van demoliendo lentamente a Heynckes porque es educado, dialogante y suave y confiesan echar de menos los gritos de Capello. Si alguien se merece esta Copa de Europa es quiz¨¢ Heynckes porque fue a por el triunfo y se lo trajo sin hacer ruido.
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