Panach¨¦
LUIS DANIEL IZPIZUA Se nos ha ido La Voz. Y tal vez no sea casual que su desaparici¨®n coincida con la aparici¨®n del Viagra. Estoy con ustedes, sin embargo, en que no es lo mismo elevarse escuchando I"ve got you under my skin que a golpe de qu¨ªmica. Pero, qu¨¦ quieren, los tiempos no parecen estar para sutilezas, ni se conforma nadie con quedarse sobre la piel, aunque ah¨ªto de ensue?o, si la cosa no da para el tope. Sinatra. Su voz de macho sedoso -pero muy hombre- pod¨ªa enfund¨¢rsela cualquiera, porque ven¨ªa de alguien que pod¨ªa ser cualquiera. Nada de fachadas espectaculares, ni de cuerdas vocales superdotadas. Ten¨ªa cuerdas seminales, y no necesitaba mover las caderas, ni tampoco una ceja. Para nada. Sonaba su voz y uno pod¨ªa decir: este soy yo, chata, con todo lo que me faltaba hace un rato para dejarte prendada. Una voz que no sub¨ªa, sino que se suavizaba, para volver a descender luego a su barrillo nocturno, como de acatarrado remiso a un remedio que, sin embargo, ansiase. Quiz¨¢s el amor no necesite de mucho m¨¢s para ponernos a bailar juntos. Aunque, para amor, el que siente Arzalluz por su pa¨ªs. Se nos acaba de declarar vasco-vasco, o algo por el estilo, en uno de esos do de pecho monta?eros que suelta de vez en cuando y que ¨¦l es el primero en no cre¨¦rselos. Como los que dejaba caer en la entrevista dominical de este mismo peri¨®dico. Curiosa esa actitud de muchos de nuestros pol¨ªticos de hablar como expertos y como si la cosa no fuera con ellos. A distancia. Tanta distancia, que los acontecimientos siempre les ocurren o son debidos a los dem¨¢s. As¨ª, nuestra Voz, que no es precisamente la de Sinatra, se olvida de la epilepsia de su partido, al que convierte en una congregaci¨®n de buenos chicos/as a los que nadie comprende. ?Ah, los infortunios de la virtud!, ?cu¨¢nto sacrificio! Pero ah¨ª est¨¢ ¨¦l, que los redime a todos, porque sufre por todos. Tambi¨¦n eso tiene su punto sexy. No sirve para la intimidad, pero es un buen Viagra para las masas. De ah¨ª que considere a Arzalluz uno de nuestros grandes seductores, nuestro Casanova. Y lo digo con admiraci¨®n, pues siempre me ha parecido un personaje fascinante. Todo lo que dice lo dice con amor hacia quienes lo aman. Tanto en las cimas como en los valles. Hasta aquello de lo que tiene que arrepentirse media hora m¨¢s tarde. Importante, por ejemplo, lo que ha dicho tras descender al valle despu¨¦s de sus inhalaciones y gorgoritos monta?eros: que si lo que pide HB es que los peneuvistas consideren que el Estatuto es una v¨ªa muerta, no lo va a conseguir. Ahora s¨®lo falta que persevere en lo dicho y convenza a su partido, a ver si cesan en esa tarantella de planes, di¨¢logos, v¨ªas muertas y kaputs que se traen ¨²ltimamente. Y vayamos con la Voz-efecto. A Borrell se le ped¨ªa demasiado: no que renovara su partido -que es lo que tiene que hacer- sino que ganara las pr¨®ximas elecciones. Pero ha conseguido mucho m¨¢s, algo que ni la Callas hubiera logrado por muchas Medeas que hubiera dedicado al intento: un milagro. Pues milagro es que haya conseguido convertir al PP en el partido del centro-izquierda. La verdad, cada vez que lo repito me quedo af¨®nico. Unas cuantas sesiones parlamentarias m¨¢s y los populares se nos convierten en Pueblo entero y verdadero. No van a dejar sitio ni para Anguita. No s¨®lo podr¨¢n decir eso de "el arco parlamentario soy yo", sino que podr¨¢n ampliar su pretensi¨®n hasta el arc-en-ciel, o sea, el arco iris. Los obispos se lo agradecer¨¢n. S¨®lo nos queda el ?alir¨®n! Uno es de Giputxiland, pero siente cari?o por la City, de modo que nadie vea resentimiento o envidia en lo que viene a continuaci¨®n. Para mis paisanos, ETB es desde ya un instrumento imperialista. ?Toma ya! Y no es para menos, dado el esp¨ªritu guerrero que se est¨¢ incubando entre nuestros aficionados al chute. ?No es Etxebe acaso Helena de Troya? Dediqu¨¦ s¨®lo unos minutos a la retransmisi¨®n del homenaje al Athletic, y debo confesar que jam¨¢s hab¨ªa o¨ªdo tantos gora -o sea, ?viva! - enfervorizados en mi vida. Por un momento, cre¨ª estar en la mili. Y es que los infantes ya no se fabrican en los cuarteles, sino en los estadios. Tambi¨¦n en el de la Real. Con tanta sumisi¨®n-insumisi¨®n sectaria, s¨®lo les va a faltar que alguien les vista el uniforme. Pesti?o.
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