El PP achaca la crisis de Asturias a la mala coordinaci¨®n del partido

La crisis del PP en Asturias ha entrado oficialmente en fase de conciliaci¨®n tras la intervenci¨®n de la direcci¨®n nacional, que ha tenido que mediar entre el presidente auton¨®mico, Sergio Marqu¨¦s, y el regional del partido, Isidro Fern¨¢ndez Rozada. La c¨²pula de la formaci¨®n que lidera Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar acepta con esp¨ªritu autocr¨ªtico que en lo sucedido hay responsabilidades por las dos partes en litigio, aunque lamenta especialmente los fallos de "coordinaci¨®n".

"Crisis como la de Asturias entre un presidente auton¨®mico y un alcalde se pueden producir en muchos puntos, pero nunca llegan a mayores porque tenemos una maquinaria para impedirlo muy engrasada", coment¨® ayer un portavoz destacado de la direcci¨®n nacional del PP.La maquinaria que silencia, amortigua, apacigua y debe poner de acuerdo a los dirigentes enfrentados de distintas instituciones est¨¢ contemplada en los ¨®rganos de coordinaci¨®n del propio partido: locales, provinciales, regionales e incluso en colaboraci¨®n con los diputados y senadores nacionales. Esos estamentos internos, que, por ejemplo, en Madrid diluyen los permanentes enfrentamientos entre el equipo del alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, y el del presidente de la comunidad, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, no han funcionado en Asturias. Esa autocr¨ªtica se asume. Sobre ella se ha construido el acuerdo para salvar, al menos de momento, una crisis que tend¨ªa a un final traum¨¢tico.

Los dos principales protagonistas, Sergio Marqu¨¦s e Isidro Fern¨¢ndez Rozada, han mantenido conversaciones por separado esta semana en Madrid con miembros de la direcci¨®n nacional del PP. La c¨²pula, con la vigilancia directa y permanente del vicepresidente primero, el asturiano Francisco ?lvarez Cascos, quer¨ªa saber primero c¨®mo de enquistadas estaban las relaciones personales de los pol¨ªticos citados. El partido ha observado en ambos una voluntad de arreglar el problema. Tambi¨¦n, que no hay divergencias ideol¨®gicas de fondo. En el PP sit¨²an el origen del conflicto en una recopilaci¨®n de "peque?os desencuentros" de gesti¨®n, en los que no ha estado ajeno el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo.

Las malas relaciones entre el regidor, alineado con Cascos y Rozada, y el presidente auton¨®mico han llegado desde el desd¨¦n hasta casi el insulto. La direcci¨®n del PP ha dejado al margen del arreglo a De Lorenzo.

Tras hablar con los afectados se ha pactado como soluci¨®n que esos organismos de coordinaci¨®n ser¨¢n m¨¢s ¨¢giles en el futuro. Tambi¨¦n, que no se trasladar¨¢n las discrepancias a los medios de comunicaci¨®n. Este tipo de acuerdos ya se hab¨ªa logrado, sin ¨¦xito, en anteriores ocasiones.

El entorno de Marqu¨¦s, que reclamaba una junta directiva regional para abordar la crisis y definir qui¨¦n deb¨ªa ser el pr¨®ximo candidato auton¨®mico, prepar¨® para esta noche una cena de adhesi¨®n entre alcaldes y responsables de juntas locales. Quer¨ªa medir sus poderes. La direcci¨®n regional rechazaba el encuentro. Ahora, tras firmar la paz, acudir¨¢ al homenaje. La direcci¨®n del PP, en cualquier caso, no ha querido aclarar qui¨¦n ser¨¢ su pr¨®ximo candidato al Principado.