Dom¨ªnguez dice que Garz¨®n le presion¨® para que inculpara a los mandos pol¨ªticos del ministerio

La declaraci¨®n del ex polic¨ªa Michel Dom¨ªnguez, de m¨¢s de tres horas de duraci¨®n, dio un giro radical al inicio del juicio por el secuestro de Segundo Marey el 4 de diciembre de 1983. Invirti¨® buena parte de su declaraci¨®n en denunciar los m¨¦todos utilizados por el juez Baltasar Garz¨®n para conseguir de ¨¦l una declaraci¨®n inculpatoria contra la c¨²pula pol¨ªtica y policial del Ministerio del Interior. El ex polic¨ªa, que entr¨® y sali¨® del Tribunal Supremo con la cabeza cubierta con un casco de motorista, lleg¨® a decir que ¨¦l se limit¨® a firmar, "sin leerlas", sus declaraciones ante Garz¨®n. A preguntas del magistrado, cerr¨® ayer su testimonio proclamando: "Todo lo que he declarado hoy es cierto y lo he hecho con completa libertad".

Dom¨ªnguez comenz¨® relatando c¨®mo fue captado para realizar operaciones antiterroristas en el sur de Francia. Dijo que fue el entonces jefe superior de polic¨ªa de Bilbao, Francisco ?lvarez, el que tuvo la idea de que renovase su documentaci¨®n francesa, lo que le permitir¨ªa infiltrarse en el entorno de ETA.El ex polic¨ªa a?adi¨® que conoci¨® al tambi¨¦n procesado Miguel Planchuelo, entonces jefe de la brigada de Informaci¨®n de Bilbao, en diciembre de 1983, y que en una ocasi¨®n le dijo que "a veces la lucha antiterrorista rozaba la legalidad". Su superior le pregunt¨® si estar¨ªa dispuesto a hacer "cualquier cosa" aunque bordeara esa legalidad. "No le dije que no", reconoci¨® ayer Dom¨ªnguez.

Sobre su intervenci¨®n en el secuestro de Marey, el procesado asegur¨® que se limit¨® a hablarle en franc¨¦s en la caba?a de las proximidades de la localidad c¨¢ntabra de Colindres, adonde fue trasladado por su compa?ero, el inspector Julio Hierro, tambi¨¦n procesado. Una vez se decidi¨® la liberaci¨®n del secuestrado, Dom¨ªnguez se encarg¨®, seg¨²n dijo ayer, de subirlo a hombros por una ladera desde la caba?a hasta el coche que le deber¨ªa llevar a Francia. Tambi¨¦n tradujo al franc¨¦s el comunicado firmado por los GAL que se meti¨® en el bolsillo del pijama del secuestrado.

Del relato de aquellos d¨ªas, pas¨® Dom¨ªnguez a contar c¨®mo, en abril de 1993 y mientras ya cumpl¨ªa condena en la prisi¨®n de Guadalajara por otros delitos vinculados a los GAL, pidi¨® a su abogado que hablase con el juez Baltasar Garz¨®n de su situaci¨®n e indagar sobre qu¨¦ beneficios podr¨ªa tener si se decid¨ªa "a dar el paso de colaborar con la justicia despu¨¦s de cinco a?os preso".

"Yo sufr¨ª amenazas para empezar a declarar", explic¨® ayer el ex polic¨ªa, "pero no digo que me amenazaran para declarar algo que no fuese cierto". A este respecto, se?al¨® que lleg¨® a pactar con el instructor -en referencia a Garz¨®n- que ninguna persona que tuviera su misma categor¨ªa profesional "se viera implicada en el tema". "Me dijo", sigui¨® refiri¨¦ndose al juez, "que ¨¦l sab¨ªa todos los nombres de los que estuvieron en la caba?a, y que me atuviera a las consecuencias".

A preguntas del abogado defensor de Juli¨¢n Sancrist¨®bal, Jos¨¦ Mar¨ªa Stampa, el ex polic¨ªa dijo: "Las declaraciones que hice en el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero cinco las firmaba el magistrado, el fiscal, mi abogado y yo y ninguno las le¨ªamos; di por bueno lo que dictaba el juez porque no ten¨ªa por qu¨¦ desconfiar".

M¨¢s tarde, Dom¨ªnguez a?adi¨®: " Soy consciente de que por mis declaraciones mucha gente fue a la c¨¢rcel". Relat¨® c¨®mo Garz¨®n le presion¨® con actuar judicialmente contra su esposa por ser titular de una cuenta bancaria en Suiza si ¨¦l no declaraba.

Cuando finalmente, en diciembre de 1994, Amedo y Dom¨ªnguez se decidieron a colaborar con Garz¨®n, contaron adem¨¢s con "apoyo period¨ªstico" de El Mundo y "tambi¨¦n se habl¨® de apoyo pol¨ªtico a cargo del PP".