La sombra de una palma
Hoy (...) quiero que mis palabras vuelen y encuentren por ah¨ª a mis amigos errantes, mis balas perdidas. Se llamar¨¢n, podr¨¢n llamarlos, Mario, Manuel, Jes¨²s, Joaqu¨ªn, Teresa, Daina, Rafael (...) o Char¨ªn, amigos querid¨ªsimos que ahora andan apurados, siempre apurados, por las plazas de Madrid, las calles de Miami o los puentes de Londres: (...) sus cuerpos proyectan la sombra de una palma.Hoy (...) quiero que mis palabras vayan y lleguen hasta mis amigos en la isla: se llamar¨¢n, podr¨¢n llamarlos, Jos¨¦, Mar¨ªa, Silvia, Adri¨¢n o Marylis, y ahora estar¨¢n a Dios gracias en Bauta, Calabazar o San Juan y Mart¨ªnez, rincones de mi alma; estar¨¢n (...) descamisados, sedientos, sudorosos (...) , escribiendo como ap¨®stoles los nuevos testamentos de la naci¨®n cubana, nuevos palmares.
Hoy (...) quiero, necesito, que mis palabras corran y entren sin pedir permiso en las casas de mis amigos mexicanos: se llamar¨¢n, podr¨¢n llamarlos, Alejandro, Rosa, Rosalba, Luz Mar¨ªa o Patricia, c¨®mo no, mujer, Patricia Lara: ellos han sabido aligerarme mis nostalgias, comprender mis miedos tenaces, mis palmas de Bengala, partidas en dos por los rayos de un aguacero que no escampa.
Hoy, ya libre, quiero que mis palabras se arrastren y encuentren a esos compatriotas sin cara, sin voces, sin testigos, que desde hace cinco, diez, quince, veinte a?os sobreviven entre cuatro paredes, pendientes al poco, insuficiente, apenas tibio sol que pasa de largo como Dios por las ventanas de sus celdas, por sus diminutas patrias de bolsillo, all¨ª, donde todos los hemos olvidado. (...) Dios no los guarde: Dios los libre.
Hoy quiero que mis palabras resuciten a mis amados ausentes. Se llamar¨¢n, podr¨¢n llamarlos, Gast¨®n, Tit¨®n, Carlos Rafael o el negro Granados, todos cubanos, muertos que no mueren, aunque mueran en Miami o en La Habana. Que mis palabras por fin encuentren, caramba, a mi padre, ese loco genial, Eliseo Diego, muerto de amor en M¨¦xico (...) . ?Quieran mucho a su madre, quieran mucho a su pa¨ªs?, dijo y sell¨® su boca para siempre con esta cuban¨ªsima despedida: ?Al carajo todo?. En la tumba del poeta, crece una palma.
Gracias a la familia De Polanco por su generosidad sin l¨ªmites. (...) ?Que vivan las palmas! ?Que viva Cuba, Cuba libre! ?Que viva Espa?a!
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