?Se puede ser aut¨¦ntico sin ser totalmente fiel?
![Jes¨²s Ruiz Mantilla](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F6a8979ac-e7b3-4e49-a28d-8ef780472c20.jpg?auth=adca90b9344430353a3efa521c6f05b31de12fb2c013241bb04b919b8e0a8605&width=100&height=100&smart=true)
Barbara Hendricks sorprende por un tono de voz c¨¢lido y m¨¢s grave de lo que se espera en una soprano. Hoy, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, interpretar¨¢ un programa de Schubert, dentro del ciclo de Lied que acoge este escenario. Es una parada m¨¢s en la marat¨®n de esta cantante hambrienta de experiencias y enamorada confesa de Espa?a y sus excelencias culinarias: ?para m¨ª venir a Espa?a es un placer y un peligro porque siempre me voy con unos kilos de m¨¢s?, dice. Adem¨¢s de en Madrid, la cantante ha actuado en Zaragoza el lunes y lo har¨¢ ma?ana en Santiago de Compostela.Barbara Hendricks, de gesto y palabra dulce, pelo recogido y cuello de atleta, no se puede estar quieta. Lo aborda todo en la canci¨®n: ¨®pera, recitales, conciertos, jazz, espirituales. ?Los diferentes estilos de m¨²sica son como las lenguas. Se aprenden y se pueden hablar todas?, cuenta. Y ella lo sabe como nadie.
Empez¨® en esto de la m¨²sica cantando en un coro de Arkansas, donde naci¨®, en el que lo mismo abordaban una cantata de Bach, que montaban un jolgorio de homenaje a Jesucristo en plan escena de pel¨ªcula. ?Estoy orgullosa de haber tenido una formaci¨®n tan ecl¨¦ctica como la que recib¨ª en Estados Unidos?. Pero ese eclecticismo no s¨®lo lo aplica en la m¨²sica. Lo ha practicado en todas las facetas de su vida. Tanto que, antes de dedicarse en serio a su carrera musical, se gradu¨® en Matem¨¢ticas y en Qu¨ªmica en la Universidad de Nebraska.
Pero ahora, en sus escasos ratos libres, tambi¨¦n compagina recitales, ¨®peras y grabaciones con la Comisi¨®n de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Pronto formar¨¢ parte del elenco que representar¨¢ Turandot en la Ciudad Prohibida de Pek¨ªn a las ¨®rdenes musicales de Zubin Mehta y est¨¦ticas del cineasta chino Zhang Yimou. ?Estoy deseando ir a China para hacer este proyecto y para tomar el pulso a la situaci¨®n de los derechos humanos all¨ª?, avisa.
Cada vez que puede, Hendricks introduce a Mozart en su discurso. ?Mozart es mi mejor compa?ero de viaje?. ?Mozart es un buen punto de partida para un cantante pero tambi¨¦n un buen punto final. Es alguien que te ayuda a mantener la voz en perfecto estado de salud?. ?Mozart es, en fin, mi favorito. S¨¦ que no soy muy original, pero resulta que esa es la verdad?. Pero tambi¨¦n hace confesiones sobre Bach: ?Hubo un momento en el que decid¨ª no volver a cantar Bach, pero he vuelto y no puedo vivir sin ¨¦l, es el compositor m¨¢s espiritual que existe?.
Los compositores son sagrados para Barbara Hendricks. ?Nuestra obligaci¨®n en nuestro trabajo?, dice, ?es reflejar lo que est¨¢ escrito en las partituras, respetar los deseos y la grandeza de los compositores en el escenario y no salir a ense?ar nuestros modelitos?.
Pero tampoco es una radical conservadora de las esencias. ?La m¨²sica no se debe ver como una pieza de museo?, cree. ?Por supuesto que hay muchas opiniones y muchos expertos que tratan de hacer las cosas como se har¨ªan en el tiempo en que se crearon, pero yo creo que se puede ser aut¨¦ntico sin ser completamente fiel?, asegura. Y Hendricks pone un ejemplo claro al respecto. El del pianista Glenn Gould, que adapt¨® para el piano partituras de Bach que hab¨ªan sido escritas para otros teclados de la ¨¦poca. ?Gould fue fiel al esp¨ªritu de Bach aunque cambiara ciertas cosas. Lo principal en este caso es hacerlo con gusto y con la inteligencia suficiente para que sea aut¨¦ntico?, asegura.
Su repertorio no tiene l¨ªmites. Gracias a Herbert von Karajan, que la apoy¨® en sus comienzos, Hendricks se dio cuenta de que no hab¨ªa partitura que se la resistiera y as¨ª se ha caracterizado por ser una de las cantantes m¨¢s polifac¨¦ticas del mundo. ?Karajan fue el que me hizo darme cuenta de que no s¨®lo pod¨ªa con Mozart y Strauss -sus fuertes en la juventud- sino que era capaz de abrirme a otras muchas cosas?. Un ejemplo son sus planes m¨¢s recientes e inmediatos, que dejan exhausto a cualquier interlocutor.
?Vengo de hacer Strauss, Mozart, Sibelius y Debussy; dentro de dos semanas har¨¦ cantatas de Bach y un Requiem de Verdi en Praga; el Turandot en Pek¨ªn; participar¨¦ en un festival de jazz que quiere rendir un tributo a Gershwin; grabar¨¦ unos espirituales negros y dar¨¦ alg¨²n recital m¨¢s con Schubert adem¨¢s de otros con Shostakovich y Stravinski?, relata para acabar explicando: ?en m¨²sica me pasa como con la comida, que me gusta picar un poco de todo?.
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