Guinea no presenta pruebas contra los espa?oles

Los cuatro espa?oles de origen guineano -Juan de Dios Ripeu, Jos¨¦ Luis Aran Bomaho, Alejandro Choni Tonka y Francisco Biach¨® Chale- encausados en el macrojuicio de Malabo tuvieron ayer la oportunidad de ser o¨ªdos por el tribunal militar que juzga sumar¨ªsimamente a 117 personas de la etnia bubi acusadas de actos de terrorismo y otros graves delitos que pueden acarrear la pena capital. Ninguno de ellos fue interrogado por el fiscal, que prefiri¨® centrarse en los acusados por hechos de sangre, y, preguntados por su abogado defensor, se declararon inocentes.

Un abogado estadounidense presente en la sala consider¨® el silencio del fiscal como una buena se?al. ?Es evidente que no tienen pruebas contra los cuatro espa?oles. Mi impresi¨®n es que ser¨¢n puestos en libertad?, asegur¨®. En contra de las esperanzas del presidente del tribunal, el coronel Santiago Mouma, que confiaba en terminar ayer mismo la vista, la sesi¨®n qued¨® suspendida a las cinco y media de la tarde tras siete horas de declaraciones. Hoy se espera que el fiscal militar concrete las peticiones de penas y los abogados defensores lean su alegato final. La sentencia podr¨ªa dictarse el viernes o a lo largo de la pr¨®xima semana.A diferencia de la primera jornada, la mayor¨ªa de los detenidos denunciaron ayer haber sufrido torturas -?me colgaron como a un murci¨¦lago?, ?me dictaron la declaraci¨®n que ten¨ªa que hacer?, dijeron dos de ellos y cuestionaron la validez de sus testimonios ante la polic¨ªa, sobre las que se ha basado casi en exclusiva el fiscal. El coronel Mouma cort¨® con tono marcial cada alusi¨®n a malos tratos, pues a su entender, no se ci?en a la causa. Mouma insisti¨® en al menos dos ocasiones en que la ratificaci¨®n de estas declaraciones ante el juez instructor les daba plena validez.

Fue precisamente uno de los cinco abogados militares de oficio -que defienden a 50 de los 117 procesados- quien llam¨® la atenci¨®n del presidente del tribunal: ?Se?or¨ªa; la gente de baja cultura no sabe lo que significa ratificar, y nadie les inform¨® de las consecuencias de ello?. Este letrado insisti¨® en que no se hab¨ªan realizado pruebas periciales sobre las armas, ni recogido huellas dactilares, ni realizados an¨¢lisis de sangre, por lo que no exist¨ªa seguridad jur¨ªdica alguna de que los acusados fueran los verdaderos autores de los cinco asesinatos de Bioko.

Mart¨ªn Puy¨¦, portavoz del Movimiento para la Autodeterminaci¨®n de la Isla de Bioko (MAIB), que se halla entre los acusados como encubridor, dijo que aquellos asesinatos fueron ?la explosi¨®n de ira? del pueblo bubi tras 30 a?os de represi¨®n y pidi¨® que el presidente Teodoro Obiang abra la v¨ªa del di¨¢logo. Su abogado le defini¨® como un preso de conciencia, al igual que otros jefes del MAIB, presos por el s¨®lo hecho de pertenecer a esta organizaci¨®n.

?Actos de terrorismo?

El Gobierno de Guinea Ecuatorial rechaza esta versi¨®n. Para el ministro de Exteriores, Miguel Oyono, los hechos del 21 de enero ?son puros actos de terrorismo?. ?Se intenta presentar al mundo este juicio como un problema ¨¦tnico, y no es as¨ª. Se lo aseguro. Cuando ustedes (los espa?oles) juzgan a etarras no hablan de presos vascos, sino de terroristas. ?ste es el mismo caso?, asegur¨® ayer a EL PA?S. Oyono cree que la denuncia de las torturas son ?una estrategia de defensa? con el fin de desvirtuar los verdaderos acontecimientos.Los cuatro espa?oles implicados salieron muy bien parados de la jornada. Primero, el fiscal renunci¨® a interrogarles. Despu¨¦s, su abogado defensor, Fabi¨¢n Nsue, fue preciso en las preguntas, y ellos, claros y contundentes en sus respuestas. Resultaron convincentes. Dijeron haber sido detenidos por ser bubis. Negaron cualquier vinculaci¨®n con los actos del 21 de enero, as¨ª como ser legionarios. ?Yo no s¨¦ c¨®mo se me puede acusar de eso, si ni siquiera hice el servicio mililar en Espa?a?, dijo Jos¨¦ Luis Aran entre las risas del p¨²blico. Dos de los espa?oles denunciaron malos tratos en el momento de la detenci¨®n y los cuatro relataron c¨®mo la polic¨ªa les rob¨® todo su dinero y parte de sus pertenencias. Nsue insisti¨® ayer en la falta de garant¨ªas sumariales, la imposibilidad de haber asistido a los interrogatorios y la existencia de torturas.

Dos delegados de Amnist¨ªa Internacional presentes en el juicio como observadores mostraron su extra?eza de que dos de las cinco mujeres detenidas no figuren como inculpadas en la causa. Es el caso de Trinidad Bokesa, juzgada en lugar de su marido, que ha huido. Lo mismo le sucede a Domiciliana Birole, amante de Alex Bita, uno de los jefes de la rebeli¨®n. A ella ni siquiera le dejaron declarar como testigo. ?Si usted es la novia de Alex no puede declarar por razones de v¨ªnculo?, dijo el presidente del tribunal. Uno de los abogados presentes en la sala razon¨® en voz baja: ?Si ese v¨ªnculo no le sirve para declarar no entiendo c¨®mo sirve para que lleve ya cuatro meses detenida?.